A LOS VALIENTES DE ESTOS TIEMPOS

A LOS VALIENTES DE ESTOS TIEMPOS

Nuestro respeto y admiración a todos aquellos que su cosmovisión desafía a lo que la sociedad "enaltece" hoy en día. Y son coherentes en su forma de pensar y de actuar, manteniéndose firme en la fe y siendo un ejemplo que, para aspirar a lo más grande que existe, ser ciudadanos del Cielo, tienen que ser buenos ciudadanos en la Tierra, siendo prudentes, más no tolerantes.

Como decía el pensador y filósofo Charles Chesterton … A cada época la salva un puñado de hombres que tienen el coraje de ser inactuales. A los que hoy, se les considera "inactuales" por advertir acerca de los errores de las ideologías que atentan contra el orden natural y moral establecido por Dios, y no tienen miedo de ser señalados por la mayoría de la sociedad que consideran válidas estas falsas narrativas, a ellos nuestro reconocimiento por su valentía.

A los que dan la lucha todos los días, formando intelectual y moralmente a sus hijos para que no sean presas fáciles de lo que el mundo promueve como la ideología de género, el consumo de drogas, la libertad sexual, el aborto, etc., y que se preparan para poder guiarlos y corregirlos, y que están atentos y vigilantes a las inquietudes que puedan surgirles, sobre todo procurando su bienestar espiritual. A aquéllos que velan por su familia, nuestro reconocimiento por su entrega.

Los que aprovechan el poder de la palabra para influenciar positivamente, transmitiendo siempre la verdad, al dar un buen consejo, corrigiendo al que por ignorancia piensa que la única fuente de conocimiento genuino procede de las organizaciones mundiales que dirigen el rumbo de la política y derechos humanos. Aquéllos que Dios ilumina mediante la Gracia y ven la realidad tal cual es, nuestra gratitud por enseñárnosla.

Sobre todo, que Dios colme de bendiciones y gracias a aquéllos que luchan todos los días para hacer la misión a la que estaban destinados; que, a pesar de ir contra corriente, y que por amor a Dios luchan contra sus propias debilidades, no dejándose abatir tan fácilmente por los enemigos del alma, procurando ser justos y empleando el tiempo no sólo para la propia salvación, sino la de los demás.

¡A todos los valientes de estos tiempos, infinitas gracias!