¡A PROPÓSITO, DE LOS PROPOSITOS!
A PROPÓSITO, DE LOS PROPOSITOS
Es común en fin de año ... hacer propósitos, es decir, tener la intención y el ánimo para hacer o dejar de hacer algo.
Los propósitos más comunes de fin de año son: ponernos a dieta, hacer ejercicio, dejar de beber bebidas azucaradas, perdonar una ofensa o no encharcarse más con las tarjetas de crédito ... Todos estos son buenos propósitos, pero ... pasando los festejos de fin de año, como que la voluntad flaquea y se va posponiendo para el próximo año.
Así, año con año se van aplazando nuestras intenciones y pocas veces se logran los objetivos. Tal parece, que los excesos de las fiestas nos provocan remordimiento y fortalecen la voluntad para proponérnoslo, pero ... el vacío que se siente al amanecer del nuevo año nos enfría el propósito.
¿Cómo lograr mantener la fuerza de voluntad para cumplir lo prometido? Desde luego, no hay que poner fechas largas, sino a corto plazo ... ejemplo: voy a dejar de comer pastel por hoy ... ¡sólo por hoy! y al día siguiente ratificar la intención y poco a poco, se ira desterrando el vicio o la necesidad de aquello que tenemos la intención de privarnos o rectificar nuestra actitud día a día.
Es muy conveniente pedir ayuda a la fuerza reconocida de nuestra alma, en este caso ... el auxilio a nuestro Ángel de la guarda (para los creyentes) o pedir ayuda a la fuerza interior que todos poseemos y en plazos cortos, como antes dije. No lo olviden ¡dar pasitos seguros para lograr el propósito!
En el caso de los Ángeles custodios, hay que reconocer que éstos nos han sido asignados desde nuestra concepción para aconsejarnos, cuidarnos y protegernos de los peligros que nos acechan ... Y aunque desconocidos por la mayoría; son espíritus poderosos para apoyarnos en momentos de dificultades y tienen la obligación de vigilar nuestro desarrollo desde que nacemos ... y hasta la tumba.
Así que ahí tenemos estas dos opciones: la fuerza de voluntad y la ayuda de nuestro guardián personal. Es conveniente en este caso ... ir conociéndolo desde pequeños y ponerle un nombre que te de confianza para personalizar la intención ... para fortalecer la voluntad. Aunque cuesta mucho trabajo, no hay más que la renuncia; y la otra es familiarizarte con tu ángel custodio y rezar junto a la Divinidad para lograr el apoyo de lo Alto en tus intenciones.
"Angelito de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día ... Amén".