ANTONIO GAUDÍ, EL ARQUITECTO DE DIOS

Antonio Gaudí, el arquitecto por excelencia, fue mecido en cuna catalana, Barcelona; aunque haya nacido en Reus, toda su vida profesional estuvo ligado a la ciudad condal.

Un periodista contemporáneo lo bautizó como el Arquitecto de Dios, un título que refleja la personalidad de Gaudí.

Gaudí, dotó a Barcelona con diecisiete obras arquitectónicas, declaradas patrimonio de la humanidad. Dieciséis de ellas, dedicadas al hombre y su hábitat, y la última, la diecisiete, dedicada totalmente a Dios. Su obra es un compendio de su vida. Las dieciséis obras son un monumento al hombre; la última, La Sagrada Familia es una obra que ha trascendido del siglo XIX a XXI … ¡es una edificación para Dios!

Las primeras obras del arquitecto Gaudí fueron una preparación y aprendizaje para llegar a tener la experiencia y emprender este gran templo Expiatorio.

Gaudí transitó por el mundo por todas las etapas: desde un joven soñador y enamorado, hasta el éxtasis de la Sagrada Familia. Vivió el amor de la familia, del instituto y de la escuela de arquitectura, donde aprendió la técnica y el conocimiento, para luego, elevarlo para querer llegar al infinito. Vivió el amor mal correspondido, que lo hubiera encumbrado en la sociedad, pero los planes de Dios para con Gaudí fueron lentos … ¡Porque las obras de Dios son así, lentas en el silencio del amor!

Después de su triste experiencia con Pepeta Moreau, su espíritu salió fortalecido, con una sola ilusión: trabajar más para Dios como Patrón y Creador.

En esta etapa de su vida, sólo consideró entregarse enteramente a Dios, pues ya había sido preparado su espíritu para convertirlo en un místico. Los que conocieron en corto hablan de ello, del misterio que se encerraba en sus obras, que no son otra cosa que, los misterios comunes a todo cristiano que quiere salvar su alma.

Él unió la contemplación de la naturaleza con su obra arquitectónica La Sagrada Familia. Jesús, María y José fueron su inspiración, para que aprendieran viendo en su obra un Catecismo en piedra, como en las grandes catedrales góticas, pero con el sello naturalista de Gaudí … Él vio la naturaleza como obra de Dios, así que La Sagrada Familia tenía que ser "natural", rodeada de los seres que conforman la Creación y de las palabras … las palabras de la Sagrada Escritura. Su piedra angular, fue el "sí" de la Virgen María, porque sin su "sí", no habría sido posible la Redención.

Es así, que este "místico cantero" ha logrado erigir el más original e impactante templo de la modernidad.

Encuadrar a Gaudí en un estilo es imposible … ¡Gaudí, es Gaudí! … un arquitecto místico, que dedicaba, desde su oración matutina hasta sus buenas noches, a la gloria de Dios.

Dios no le dio el gesto de ver terminada su obra. Él, tenía otros planes. Su construcción ha trascendido y va por el tercer siglo. La edificación sobrevivió al odio comunista y su féretro casi fue violado … El furor de Satanás lo aplacó el Patrón de la Obra, ya que sólo su archivo y maquetas fueron destruidos por el fuego … Afortunadamente, había fotografías que sirvieron para reparar el daño, que fueron entregadas a los arquitectos que han sido sus sucesores.

Hablar del Gaudí, es hablar de un Santo … sus empleados más allegados, lo han reconocido con el nombre de "Papá Gaudí". Así que, si te mueve el corazón pedir su intercesión ante Dios en favor de una necesidad, encomiéndate a Antonio Gaudí como "Papá Gaudí" …

Él trascendió a través de sus paraboloides, hiperboloides, esto es, por las superficies, regladas y curvas, que fueron alimentados por su religiosidad.

Así, aliméntate de su espiritualidad activa, y fomenta en el espíritu, el ansia de eternidad que moraba en él.

¡Antonio Gaudí, ruega por nosotros!