ATEO POR DESCUIDO

ATEO POR DESCUIDO

¡La familia es tan importante en la educación de una persona que trasciende hasta la Eternidad!

El ateo es aquella persona que vive y se jacta de no creer en Dios, y que, sin embargo, tiene una profunda fe en sí mismo, convirtiendo, la necesidad innata de creer, en una autocomplacencia en sí mismo, que termina adorándose y afirmando una desviación de la personalidad. Esta dolencia espiritual se nutrió por una falta de principios y virtudes que se adquieren desde la más tierna infancia y que no le fue dado. Este escudo familiar raya en lo criminal, ya que su espíritu no recibió en su oportunidad el cariño, el apego hacia Dios, ni el santo temor a quebrantar su ley. Esta desviación de la personalidad se fomentó en el diario vivir, sin tener en cuenta la presencia de Dios en la familia.

Al crecer como "animalitos", su única fuente para conocer a Dios es su propio discernimiento de la vida, pero, desgraciadamente el entorno social no favorece la introspección y la contemplación, para darle alas al espíritu, y además, recibe y formación académica opuesta al desarrollo del alma.

En los programas educativos actuales han desterrado a Dios de la vida de los alumnos y, les engañan diciendo que toda la Creación se atribuye "al azar". El Creacionismo ha sido expulsado de las aulas, y sólo la versión darwinista sobre nuestro origen es la que prevalece. A todo esto, súmenle conceptos materialistas y colectivistas de la visión de un mundo ajeno a Dios.

Con el adoctrinamiento marxista en la educación llevamos casi 100 años, los mismos de oír que creer en Dios es como creer en los mitos griegos y romanos. A la Iglesia Católica la catalogan como una institución "represiva y ambiciosa" que sólo quiere controlar a sus fieles.

Hablo aquí de la Iglesia Católica porque es la única iglesia que ha sido revelada y se le atribuye a Dios sus principios éticos y espirituales. Habla de la salvación por la rebelión, al principio de su creación, y de cómo la Iglesia es una Institución divina que administra los Sacramentos tan necesarios para la salvación eterna. El código moral de su doctrina es tan elevado, que el hombre no lo hubiera intuido por sí mismo, ya que los pueblos de la antigüedad sólo reconocían algunas normas morales e ignoraron los misterios divinos.

¡Reconozcámoslo! somos hijos de Dios, producto de un diseño divino y no podemos adivinar por nosotros mismos nuestro origen.

Por otro lado, causa gran tristeza que tantas almas a nuestro alrededor vivan y vaguen en la ignorancia de la vida eterna. Si al menos se les hubiera sembrado una semilla de fe para germinar en su alma, aprovecharían este pequeño impulso para conocer a Dios en el camino, pero ¡no! … Y alegan los padres en su defensa … "que el niño escoja su religión ya que sea grande". ¡Esto nunca ocurrirá! … porque no le dieron la más mínima atención espiritual.

Recuerden que, por medio de la familia, Dios nos ha dado la Gracia de colaborar con Él en su Creación. Él nos escogió como tutores de sus hijos, y la única cosa que exige es poblar el Cielo de santos, formados por sus colaboradores en esta tarea: sus padres.

El ateo total no existe. Si no adoras a Dios, te amarás a ti mismo y se hace realidad el dicho popular: EI que no conoce a Dios a cualquier palo se le hinca