Es el momento de ponernos en marcha... Preparemos las bestias y jumentos para emprender el viaje... Se nos ha anunciado la Buena Nueva... el "Emmanuel" ya está entre nosotros y tenemos la obligación de irle a rendir adoración y pleitesía...

Él es el Creador y Redentor del género humano. Vayamos, pues, poniendo los arreos a los animales y montemos en ellos, llevando los regalos que nuestra miseria le ofrece.

Sigamos la Estrella de Belén... y al son del canto de los Salmos, emprendamos el viaje que nos conducirá al Establo, al humildísimo santuario que eligió para venir al mundo. Y ya frente a Él, descalcémonos y arrodillados de nuestra soberbia, ofrezcámosle humildemente el Incienso de nuestras oraciones, la Mirra de nuestra fragilidad y el Oro de nuestras acciones.

Él, con sus Manitas, tomará estos regalos surgidos del amor y gratitud, y bendecirá nuestra humildad, aumentará nuestra Fe y fortalecerá nuestra Esperanza para que nos sirvan de guía e itinerario en el éxodo de nuestra vida...

Al final... nos recibirá con benevolencia aquel Niño Pequeño que ahora nos recibe como Dios, como Hombre y como Rey ... y premiará la fidelidad y el amor que hayamos puesto en las acciones de la vida.

"En el atardecer te examinarán en el amor" (San Juan de la Cruz).

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL