CÓMO ACABAR CON LA FAMILIA
¡CÓMO ACABAR CON LA FAMILIA!
Allá por los años cincuenta del siglo pasado, las Élites Financieras, o sea, los dueños de casi todo: de la banca, de las empresas más poderosas, y los que dictan las órdenes a los políticos, decidieron implantar el Nuevo Orden Mundial para someter a las naciones, a sus caprichos, que no es otra cosa, que el caos que estamos viviendo en el presente.
En ese tiempo, ya tenían sus planes que datan del siglo XVIII; todo lo tenían preparado. El primer obstáculo por resolver eran los fuertes principios fincados en los valores cristianos de Occidente, que ya habían aquilatado ... Se lanzaron contra la familia para destruir esta célula valiosa de la sociedad, y decidieron atacar a la mujer, ya que era el pilar más importante. ¿Y cómo lo ha hecho? ... Primero: empezaron a darle a la mujer legítimos derechos que anteriormente le eran vedados, como el derecho a votar. Movieron toda su maquinaria propagandista: la prensa y el debate en los medios logrando el objetivo previsto. Luego congelaron los sueldos de los trabajadores e incitaron a la mujer a trabajar; de esta forma duplicaban la fuerza de trabajo por el mismo salario y la Élite, dueña casi absoluta de las empresas, vieron duplicados sus ingresos.
El hombre de ese entonces y los de ahora, no hemos caído en cuenta de la jugada magistral de la Élite.
Segundo: aumentaron la autoridad de la mujer; abriendo el conocimiento y las universidades para capacitarlas más y estuvieran a la par que los hombres. Tan dio resultados este renglón, que muchas de ellas han igualado al hombre por su dedicación y constancia ... Hasta aquí, el varón iba reduciendo su autoridad en la familia y los niños iban perdiendo a su maestra natural ... La educación inicial y básica ya estaba en manos del Estado y los hijos en manos de las guarderías o de sus abuelos.
La mujer empezó a estresarse como lo hace el hombre con los problemas del trabajo y ellas, las mujeres empezaron a tomar actitudes como las del hombre, es decir, frías, calculadoras, febriles e independientes. A la par de incorporarlas al trabajo en toda la escala social ... la Élite ya les tenía preparado el siguiente paso, la prevención y vulgarización de su compleja psicología. La propaganda hizo su papel y lanzaron el Feminismo: una serie de ideologías que atentaban directamente contra su ser femenino; el odio al hombre y la repugnancia a ser madres.
Al mismo tiempo, se difundían una suerte de pensamientos contrarios a la fe religiosa que mantenía a la mujer alejada del pecado y la corrupción de costumbres.
Todo esto ha llevado muchos años, pero la Élite planea a largo plazo sin importar las generaciones que pasen.
Por su parte, al hombre lo han feminizado, y a la mayoría les han quitado parte de su carga económica, y le han dado más tiempo para divertirse. Lo han orillado cada vez más al esmerado arreglo personal y se le ha propuesto la opción de un hombre de pasarela, adicto al shampoo, cremas faciales y vientre de lavadero. Por otro lado, al hombre y a la mujer les han ofrecido más opciones sexuales, y lo que era un vicio oculto en el pasado, ahora es motivo de percepción y modernidad.
En este siglo XXI, ya no es una vergüenza "salir del closet", al contrario ... dicen ser un orgullo muy aceptado, y se ha extendido hasta los más pequeños del hogar; que ya no son diez como antes, ahora son cuando mucho dos. Los otros no han tenido oportunidad de haber sido engendrados, simplemente han sido abortados.
El común denominador de estas generaciones es sin duda, la amputación de la capacidad de pensar. Están tan ocupados (el hombre y la mujer) pensando en sí mismos, que su pensamiento no es profundo, ni trascendente y sin juicio crítico.
Ya no piensan en Dios; Él ha quedado en el pasado, y sus leyes y Mandamientos en el olvido ... Nos han llegado a convencer que Dios es un estorbo para nuestra realización y que el Cielo y el infierno no existen ... que el verdadero Dios es el dinero ... y que todo lo puedes comprar con él, ¡hasta el Cielo!
El hombre ha perdido su valor ... ya no es necesario en una "nueva familia"; dejó de ser proveedor, jefe y autoridad y el contrato económico que firmaron (que ahora llaman "matrimonio"), es tan frágil como sus personas.
Los que están sufriendo este estado de cosas son los hijos, que crecen sin autoridad familiar, a cargo del Estado, o de los abuelos ... Éstos que están "chapados a la antigua", siguen resistiendo y se prestan para cuidar y "formar" a los hijos ... pero hay una edad para todo; y la ancianidad no es propia para la educación formal de los niños... los abuelos sólo dan amor ... pero en ratitos ... Los padres de familia abusan al darles responsabilidades de lo que ya no son capaces ... Todas las parejas andan tras el confort; que otro auto, que las marcas de moda, que la reunión con fulanita o fulanito, que compromisos sociales en el tiempo de la formación de los hijos ... ¡Así es una nueva familia!
Las que ya no forman una familia, alargan su adolescencia hasta los 40 o 50 años ... y luego se encuentran solos, sin hijos, sin compañera fiel y sin la madurez que dan las responsabilidades. Y ... ¿la mujer? ... muchas sufren las consecuencias, el repudio del marido, el despido de la empresa; la conciencia les reprocha a algunas los abortos consumados, la ligereza de costumbres, la decadencia por exceso de trabajo y una vida frívola con un incierto final a su existencia.
¡Como ven: la Élite, logró sus objetivos largamente acariciados! Han acabado en gran manera con la familia, y ésta en la actualidad, ya vieja, cansada, sin esposo, sin hijos y sin esperanzas palidece y se arruga como una ciruela; igual pasa con la mujer y el hombre, cada uno por su lado languidece con vicios a cuestas y sin fe ni esperanza.
Este final lo ha acelerado el tiempo para plantear un panorama deprimente en el futuro cercano.
¡Todavía hay tiempo! ... Para las mujeres: rescaten su dignidad original, y aférrense a Dios, con fe y con esperanza y repudien toda ideología que no les conduzca al Cielo. No tengan miedo de poblar en el futuro el Cielo con las almas de sus hijos; la fidelidad y el amor está por encima de la vulgaridad de lo terrenal. Sólo lo trascendental cuenta, es la mujer inversión para la eternidad.
Para los hombres: recuperen su hombría, su responsabilidad y su valentía. No dejes que la influencia social te arrebate a tu esposa, a tus hijos y a tu destino final: el Cielo.
SAPIENTIA LDI
EDITORIAL