¡CONTRA EL CORONAVIRUS!

Ante la avalancha de recomendaciones sociales y medicinas contra la pandemia, hay una de la que poco se habla.

Es la medicina para el cuerpo y el espíritu; el mejor remedio para el pánico y el miedo.

Estoy hablando de las rogativas a los Santos.

Si hay un escéptico entre los amables lectores, no hagas caso de sus prejuicios y escucha: En el siglo XIV, nació en Francia en 1350, San Roque, quien emprendió una peregrinación a Roma y en el camino se dedicó a cuidar a los infectados por la peste que asolaba a Europa, sanándolos con la Señal de la Cruz.

San Roque de Montpellier fue un hermano de la Tercera Orden de San Francisco de Asís y es representado con un perro que lleva un pan en el hocico. Por ello es el protector de hospitales y cofradías dedicadas al cuidado de las epidemias y de enfermos, y de los perros.

Aléjate del bombardeo informativo que puede provocar una mayor ansiedad. Este sentimiento constante de amenaza puede traer efectos negativos. Mejor encomiéndate a San Roque, que curó a miles en su viaje a Roma, sólo con la Señal de la Cruz.

La confianza en el Crucificado puede salvar tu vida y tu alma. El virus no tendrá imperio en tu cuerpo si fortaleces el espíritu para mantener en alto tu sistema inmunológico. No por eso desatiendas recomendaciones de sanidad; no te expongas y ruega a San Roque que aleje el virus de ti y de los que amas.

Esto en sí es una buena noticia, como la tuvo San Roque al enfermar de la peste; se apartó fuera de la ciudad y se refugió en una cueva donde milagrosamente un perro lo alimentó.

"San Roque, tú que padeciste la peste puedes comprender nuestra petición; aplaca el coronavirus, que no siga propagándose y te rogamos por todos los que han contraído este virus. Asístelos para recobrar la salud y te pedimos por las almas de aquellos fallecidos. Por último, protégenos, en especial a nuestros seres queridos y a cada uno que te invoque, y por aquellos que no creen y carecen de fe. Amén".

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL