DEBUT TRANSGÉNERO
DEBUT TRANSGÉNERO
Por fin terminó el "debut de los transgénero" donde desfilaron una serie de aberraciones morales y tecnológicas en la clausura de los Juegos Olímpicos de París; despilfarraron sin vergüenza y contra la voluntad de los franceses que se dieron cuenta de la dimensión del "movimiento TRANS", y que han extendido en los países católicos, como una perversa opción de vida sin el riesgo de engendrar más el ciudadano.
La falta de decoro de esta amplia comunidad está conectada al consumo desaforado de "artículos TRANS" y la destrucción de la moral tradicional de los pueblos de Europa y del mundo entero, milenariamente. La forma de acabar con estos principios es el libertinaje de todos y en todos los sentidos.
Hace décadas que los gobiernos europeos comprometidos con el Globalismo de la Agenda 2030, han sido los principales cómplices para promocionar la ideología de género y sus consecuencias, abarcando grandes sectores de la población joven, que por desgracia se han creído la mentira de la "sensación de género".
Lo que ha revelado la clausura de los Juegos Olímpicos de París ha sido la historia del futuro inmediato de la humanidad. La inauguración, fue un preámbulo que nos muestra la degradación blasfema de sus propósitos (la élite) y un caballo blanco, que une la inauguración y la clausura, donde, ya dan color de lo que verdaderamente pretenden … ¡Y es … el paso del TRANShumanismo al POSThumanismo! … donde surgen las verdaderas pretensiones y el Globalismo para el futuro: la pérdida de identidad (valores y costumbres), con los rostros ocultos de los personajes del performance, "redimidos" por un "ángel de luz caído del Cielo", de figura andrógina dorada, que asume el papel anti mesiánico del demonio.
Este umbral que se abre a la humanidad igualitaria, no favorece al individuo; lo masifica y lo hace obediente "al caído dorado del Cielo". Esto no tiene un tinte de género, tiene un tinte de una humanidad sometida sin identidad e igualitaria que es la humanidad POSThumanista, luego del TRANShumanismo.