"¡... DEFIENDE Y SALVA A TUS NIÑOS MEXICANOS!"
"¡... DEFIENDE Y SALVA A TUS NIÑOS MEXICANOS!
Hasta la jerarquía católica de México ha denunciado el gran riesgo que corren nuestros hijos ante el aumento de infantes y adolescentes desaparecidos. Es un grito de alerta para que los padres y maestros, en sus hogares y escuelas, vigilen bien a niños y jóvenes; incluso pide a los catequistas que "refuercen la seguridad en todos los centros catequísticos".
Padres de familia, tomen muy en serio estas noticias. No se trata del tema de una película, de conspiraciones o de manipulación de datos. Se trata de una terrible realidad en la que nos encontramos inmersos: nuestros niños mexicanos están al acecho de numerosos pervertidos mexicanos y extranjeros.
Por si dudan, amables lectores, me permito recordarles que México, vergonzosamente, ocupa el primer lugar mundial en Abuso Sexual Infantil y en difusión de Pornografía infantil, y el tercer lugar en Trata de niños para explotación sexual… ¿No les dan escalofríos estos datos?...
Claro que el primer paso para que estos delitos se consumen, se requiere desaparecer a esos pobres niños. ¿Cómo? ¿De dónde?... Arrebatándolos de sus casas, escuelas, plazas, unidades deportivas, supermercados, calles, clubes, playas, etc., etc. ¿Y sí saben para qué se los llevan?... ¡¡¡ La mayoría de ellos para explotación sexual, otros para trabajos forzados y otros para extracción de órganos!!!
Una Diócesis del centro del país denunciaba la existencia de una banda delictiva dedicada al robo de menores alrededor de su región. Pero ¿sabían ustedes que existen "oficialmente" 47 bandas nacionales dedicadas a robarse niños y jóvenes? ¿Y cómo es que estas bandas adquieren tanta fuerza e impunidad? Porque están mancomunadas con la delincuencia organizada (o son parte de), a la que, por cierto, le sobra dinero, poder, influencias, contactos, logística, etc. ¿Adivinen de quiénes reciben toda clase de protección? Acertaron: de políticos y mafiosos, que ganan cifras millonarias con este juego pestilente.
A estos delitos sexuales y otros como la Pederastia, les llaman con todo comedimiento, "violaciones a los derechos humanos de niños y niñas", como si se tratara del incumplimiento de cualquier otro derecho. ¡No, no igualemos la gravedad de los delitos! La violación física y psicológica a un menor de edad, se asemeja a la muerte del alma de una creatura de Dios que es como un ángel (en el caso de los pequeños que son inocentes) o como una hermosa y delicada flor (en el caso de los adolescentes que no han sido pervertidos). Esta cruel y perversa diversión de adultos con menores, es una cosa tan irracional y asquerosa, que lo menos que puede decirse es que es monstruosa, terrible, diabólica.
Padre de familia, si de veras amas a tus hijos, aumenta la seguridad de tu casa (puertas, cámaras, jardines…); dentro de tu casa, vigila celulares, computadores, videojuegos, películas, libros, revistas, y pon candados digitales o materiales ; fuera de tu casa vigila sus amistades, novio (a), maestros, guías.
Pero, sobre todo, desde la más temprana edad, inculca en tus hijos la fe y el santo temor en el verdadero Dios, a través de la práctica constante de la Religión y de las buenas costumbres. Y aun más, recemos porque ningún niño del mundo o de México (Dios nos libre que sean los nuestros), sea víctima de estos crímenes que merecen el infierno. Recemos hoy más que nunca, como lo hace la Adoración Nocturna Mexicana: "Santísima Virgen de Guadalupe, ¡defiende y salva a tus niños mexicanos!".