¡EL EVANGELIO ES PARA SIEMPRE!

¡EL EVANGELIO ES PARA SIEMPRE!

Hoy se dice que todo mundo debe estudiar para ser alguien en la vida y triunfar económicamente. La mayoría cree que, estudiando en la universidad y obteniendo postgrados, obtienen la sabiduría, y que, conociendo una minucia de ciencia, tecnología o humanidades, se hacen sabios. ¿Será cierto esto?...

Pensemos en los millones que hoy egresan de las universidades en todo el mundo. Aunque haya excepciones, abundan -aún entre los aplicados-, jóvenes que viven carentes de creencias religiosas -muchos se confiesan ateos-, de principios morales que normen su conducta, y muy influenciados o afectados por el libertinaje sexual, el alcohol, las drogas, la adicción a la tecnología, al dinero fácil, etc., etc. Y todo este ambiente malsano, termina sumiéndolos en una depresión o vacío existencial que puede llevarlos al suicidio… ¿Esto es "sabiduría"? ¿Y qué vemos afuera de las aulas universitarias? ¿algo diferente?... Por desgracia, más o menos el mismo escenario y el resultado: ausencia de sabiduría.

Entonces, ¿dónde está hoy la sabiduría? ¿Dónde la podemos encontrar?... ¿O de plano es que no existe? La sabiduría existe hoy, ha existido siempre y para siempre. Pero ¿qué es la sabiduría? ¿Por qué el hombre, por más ignorante o pecador que sea, naturalmente, desde el fondo de su ser se inclina hacia ella?

En sencillas palabras podríamos decir que la sabiduría consiste en conocer la realidad de las cosas y de los hechos, considerando sus causas y sus razones últimas, es decir, el saber el porqué y para qué de lo que somos y de lo que nos rodea, haciendo coincidir este buen juicio con la virtud. Y ¿dónde podrá encontrarse conocimiento tan completo, tan elevado y profundo?... Solo en Aquél o aquello que sepa la verdad de todo. Algún hombre "culto" o "sabio" podrá participar poquito de esa sabiduría, porque la verdadera, sólo pertenece a Dios; o mejor dicho, Dios es la Verdad.

Cristo, el Dios Encarnado, es exactamente la Sabiduría Encarnada y sus palabras lo confirman: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida". Por eso, sus enseñanzas de tres años y la cátedra de amor en la Cruz, es decir, su Evangelio, ¡es para la eternidad! Y la obligación de evangelizar que dio a sus Apóstoles -y a cada uno de nosotros-, está vigente hasta el fin de los tiempos. ¡Evangelizar a los demás, con la palabra y el ejemplo, es una obligación de cada uno y de cada día!

Hoy, por desgracia, la "sabiduría del mundo" está mermando o aniquilando la fe no sólo de los seglares sino hasta de algunos Sacerdotes u Obispos. Hoy, ateos o apóstatas, sólo creen en el naturalismo, es decir, en vivir sin necesidad de lo sobrenatural: sin Misa, sin Sacramentos, sin Mandamientos, sin Dogmas, sin Iglesia… ¡sin evangelizar! Esto último lo acaba de afirmar un Obispo alemán (Franz- Josef O.). ¿Podemos pensar que se trata de un buen pastor que lleva a sus ovejas hacia Cristo, a la verdadera sabiduría?...

¡Sin Evangelio no hay Luz!... Y nuestros jóvenes marchan al precipicio en medio de la más densa obscuridad.