EL PENSAMIENTO SIN FRENO
EL PENSAMIENTO SIN FRENO
El gran error de los grandes pensadores es sin duda, un sobrecalentamiento del músculo del pensamiento.
El Mundo está como está, por un exceso de pensadores que han abusado de esta capacidad del alma. Por otro lado, el no pensar llega a convertir en un "borrego" al ser humano.
¡Total, hay que pensar con medida! ... La especulación mental lleva por muchos caminos y algunos están cerrados. Lo mejor son las rutas conocidas. Antes de la plenitud de los tiempos, el hombre le daba muchas vueltas a la cabeza, queriendo averiguar el origen y la razón de la vida; ahí nació la filosofía. Luego de cribar a los filósofos griegos, quedó un conocimiento residual pero nunca completo.
Tuvo que encarnarse el Verbo de Dios para que nos revelara quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Sí necesitas saber más, lee los Evangelios, que proponen una forma de vida alineada en el amor al prójimo.
Hay mentes que no se conformaron con esta visión que te dice tu procedencia, te propone y le da sentido a tu vida, y, sobre todo, te da la certeza final. La Iglesia Católica es la que estudia esta herencia bendita … pero muchos no le quieren … Están infestados por el demonio, y quieren desaparecerla, convirtiendo a sus templos y monasterios en cafés y salones para conciertos.
Luego, estos pensadores les dan rienda suelta a sus pensamientos y proponen formas de vida totalitarios, que no van con el temperamento de los hombres.
Por lo general, están habituados a pensar; no en los demás sino sólo en sí mismos, y sus pensamientos son egoístas. El mundo actual ha sobrevivido a la multitud de pensadores, porque sus inquietudes filosóficas y existenciales están satisfechas con la propuesta católica, pero a la larga, el pensamiento traiciona y creen que saben más que los demás y tratan de que los demás se sujeten a su pensamiento.
Pensar rectamente y amar al prójimo, es la dupla que hace que el pensamiento fructifique y no se ahogue en un mar amargo de desilusiones.
¡El mejor Sabio del Universo, ya pensó por nosotros, y nos propone una vida celeste en la eternidad!
Pero, hay pensadores que se aferran a lo tangible: el oro, el poder y la gloria terrenal … ¡Quieren hacer un palacio, en el exilio!