EL PUNTO AZUL

EL PUNTO AZUL

¿Recuerdan el programa del científico Carl Sagan, llamado "Cosmos"? … En uno de sus capítulos reflexionó acerca del tamaño del universo, y en base de una película tomada desde el Voyager, que era una sonda espacial, filmó el cielo desde una distancia descomunal, al borde de la Vía Láctea. Dónde solo se veían pequeños puntitos de luz, nos hace ver a través de un acercamiento, un pequeño punto azul, que era nada menos que el planeta Tierra, que semejaba una mota de polvo en el universo.

¿A qué viene todo esto? … ¿Nos preguntamos si todos los conflictos que se desarrollan en esa pequeña mota de polvo estelar tienen sentido?

Estamos atrapados en esa pequeña mota de polvo, que no es otra cosa que una nave espacial biológica que viaja a 107, 280 km por hora alrededor del Sol, y esto, a su vez, viaja junto a la Vía Láctea a 600 km por segundo y ni siquiera nos damos cuenta de ello.

Por desgracia, estamos sumergidos en una serie de conflictos ideológicos, religiosos y políticos que arrasarán a la humanidad hacia su extinción, sin considerar que somos hijos de Dios y que el universo guarda muchas sorpresas a los habitantes de la tierra después de su muerte.

Los misterios del universo nunca serán revelados a los vivos, sino sólo a los resucitados, que verán con sus ojos glorificados las maravillas que guarda Dios para sus elegidos.

Las enormes distancias interestelares, incomprensibles, como el tamaño de los astros, como la estrella "Rigel"; ¡Imposible de comprender! … que es la estrella más brillante de la constelación de Orión y donde caben 85 soles como el nuestro.

En el infinito del universo nos esperan muchas sorpresas, ya que desconocemos su verdadera dimensión, pues "Rigel" es apenas una mota más de polvo en el universo.

Considero que reflexionando sobre la inmensidad y la enorme capacidad creativa de Dios …. ¿Qué nos espera donde "el ojo nunca vio"? … Debemos de dejarnos de enemistades con el hermano que ignora la grandeza y la santidad de Dios, que nos ha ocultado las maravillas de la Creación, por el delito cometido en el Génesis.

Así que, dediquemos nuestro tiempo a bien vivir, para después, bien morir.