CIENCIA VS IDENTIDAD DE GÉNERO

30.07.2024

Recientemente se han publicado algunas investigaciones que refutan científicamente los postulados de la ideología de género. El primero, se trata de un megaestudio en el que participaron 56 organizaciones sanitarias de Estados Unidos y más de 90 millones de pacientes, en el que se analizaron los datos recogidos durante un periodo de 20 años, de febrero de 2003 a febrero de 2023, examinando «intentos de suicidio, muerte, autolesiones y trastorno de estrés postraumático (TEPT) en los cinco años siguientes al suceso índice». El principal hallazgo del estudio: «Los individuos que se sometieron a cirugía de afirmación de género tenían un riesgo de intento de suicidio 12,12 veces mayor que los que no lo hicieron». [1] Es decir, en promedio, por cada intento suicida de una persona normal, heterosexual, hay doce intentos en los pacientes que se sometieron a una cirugía para cambiar de sexo.

El segundo estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Stanford[2], utilizando para ellos la Inteligencia Artificial (IA) en el que se estudiaron 800 exploraciones de resonancia magnética (MRI) de la actividad neuronal en diferentes áreas del cerebro, y se concluyó que los cerebros de un hombre y mujer funcionan significativamente de manera distinta.

Un hombre y una mujer no son iguales, excepto en derechos ante los hombres y ante Dios. Cada uno tiene sus propias características físicas, sociales, psicológicas y espirituales.

Por eso, la distorsión de su naturaleza siempre tiene consecuencias. Las más evidentes son las físicas, pues la alteración orgánica generalmente va acompañada de trastornos hormonales y problemas en el funcionamiento corporal, debida a la supresión de algunos órganos o la incorporación de otros, o bien a la inoculación de sustancias extrañas que afectan a todo el organismo. Queda la posibilidad de la cirugía estética, más, como su nombre lo dice, es apariencia, que no resuelve los problemas internos del cuerpo. Por el contrario, se le obliga a desarrollar funciones para las que no fue hecho.

A las alteraciones físicas siguen las psicológicas. Durante mucho tiempo se afirmó -y así lo creemos- que buena parte de la neurosis y aún de algunos tipos de psicosis, residía en la falta de congruencia entre el "yo real" y el "yo percibido" (o fenoménico). Es decir, el problema se presenta cuando no se acepta lo que eres y quieres ser distinto. Este problema se da dentro de un mismo sexo (por ejemplo, eres bajo de estatura y quisieras ser alto; o faltan las cualidades que definen la belleza, y quisieras tenerlas). Pero se acentúan cuando un hombre no se acepta como tal y quiere ser mujer, y viceversa. La distancia entre el "yo real" y el "yo percibido" se incrementa exponencialmente con el cambio de sexo. La intervención quirúrgica y los tratamientos hormonales ayudan solo a mejorar el Yo físico, pero no el psicológico. Por el contrario, el problema se acentúa, pues se sabe que es algo distinto de lo que aparenta ser. Si los teóricos de las psicopatologías tienen razón, la persona se encuentra en la puerta de un trastorno psicológico, bien sea neurótico o psicótico, donde algunas de las principales manifestaciones son la ansiedad, la depresión y una falsa autoafirmación, en la que la persona se intenta convencer a sí misma de algo que no es.

Los efectos sociales y morales no faltan. La sociedad no acepta fácilmente a las personas que cambian de estatus, bien sea de nacionalidad, de esposo (a) o de sexo. Aunque en la actualidad se intentan reprimir estas actitudes, con el pretexto de la "inclusividad", el estigma sigue presente. Y las consecuencias morales son más contundentes. La conciencia moral denuncia una serie de acciones contrarias a la naturaleza de la persona, y sobreviene el sentimiento de que hacemos algo que no está bien, no es correcto. Y esta impresión afecta a la persona física y psicológicamente. La conciencia moral ha sido impuesta en el hombre por su Creador y es equivalente a lo que en Filosofía o en Derecho se conocen como la Ley Natural, y en religión como los Mandamientos de la Ley de Dios. Cuando se ha violado la ley natural, se intenta disminuir la incongruencia psicológica utilizando mecanismos de defensa, o se busca "adormecer" la conciencia con conductas que se desbordan en la perversión y el vicio.

Los resultados de la investigación que aparece al inicio, con más de 90 millones de pacientes, no pueden estar equivocados. No hablamos de una muestra representativa, que de por sí es confiable, sino prácticamente de toda la población o universo estadístico. No hay posible error; cualquier experto en estadísticas lo puede afirmar. Y las conclusiones son apabullantes: las personas que se practican un cambio de sexo tienen 12 veces más de posibilidades de que intenten el suicidio, comparadas con las heterosexuales.

Los profesionales de la salud lo saben. Por eso es que un grupo amplio de médicos, incluyendo pediatras, psicoterapeutas, científicos y otros profesionales de la salud de EE.UU, han emitido una contundente declaración expresando su oposición a los protocolos actuales de tratamiento para niños y adolescentes que sufren disforia de género.

Aún así, los países y las organizaciones de tendencias globalistas, que promueven un pensamiento único en el cual está inserta la ideología de género, siguen promoviendo estas prácticas, aun a sabiendas que son dañinas para la persona y la sociedad.

Desde la perspectiva religiosa estamos hablando de todo un trastocamiento del orden establecido por Dios. Esta violación tiene sus consecuencias, que se sufren ahora o se sufrirán después y son las que afectan al cuerpo y el alma de quien las trasgrede. La naturaleza humana clama por el orden con el que su Creador la instituyó.

Esta ideología de género es impuesta sistemáticamente por las organizaciones anticristianas que luchan por eliminar en el hombre su dignidad de hijo de Dios, y evitar que alcance su último fin: la salvación eterna.

[1] INFOVATICANA. 25 de mayo de 2024. un estudio asegura que las personas que se someten a una cirugía transgénero tienen 12 veces más probabilidades de suicidarse. https://infovaticana.com/2024/05/25/un-estudio-asegura-que-las-personas-que-se-someten-a-una-cirugia-transgenero-tienen-12-veces-mas-probabilidades-de-suicidarse/ 

[2] Valli, A. M. 19 de marzo de 2024. El hombre y la mujer nacen no se hacen. Y la ciencia lo dice. DUC IN ALTUM. https://www.aldomariavalli.it/2024/03/19/uomo-e-donna-si-nasce-non-si-diventa-e-lo-dice-la-scienza/