CUARESMA DE MIS TIEMPOS

14.03.2022

LA CUARESMA DE MIS TIEMPOS.

Dicen un refrán popular: "Tiempo pasado fue mejor" ... No aplica para todas las circunstancias, pero en el caso que trataremos aplica ampliamente. A que me refiero; a la Cuaresma. La Cuaresma en mi tiempo; hace más o menos 60 años, era muy diferente a lo que se vive ahora.

La Sociedad Cristiana de entonces no estaba infeccionada por el modernismo galopante de esta época ... La Reingeniería Social no había visto la luz, pero no por eso, ya empezaban a hacer de las suyas en nuestro medio los "ideales" revolucionarios de la Masonería en Nuestra Patria.

Ya se había vivido la Cristiada, que trajo consigo un endurecimiento en nuestros principios y valores y en vez de combatir las ideas, los fijó en lo más profundo de la línea del pensamiento, que hicieron más difícil el erradicarlas.

Después del gran zarpazo del ´27 y luego de los "Arreglos Morrow", la sociedad estaba blindada a los Cantos de Sirena del Socialismo. Sobrevivieron al vendaval rojo muchas Instituciones Católicas que, con mascarilla oficial, seguían la Doctrina Católica Educativa y de esta forma se protegió a las Familias y el Espíritu Cristiano de la sociedad.

En los años cincuenta nos mandaban nuestros padres a la primaria donde recibíamos clases de Catecismo, Liturgia y un sentido cristiano en la Enseñanza, aunado esto al activismo doctrinal de las Parroquias los niños crecíamos con un alto concepto de la vida, de ésta y del más allá.

Además, recibíamos las clases de Civismo, Urbanidad y Aseo. Todo un bagaje Cristiano de la Educación se notaba en la sociedad, los varones caminábamos del lado del arroyo de las banquetas y dejábamos el contrario para damas y gente mayor. El saludo matinal era una jaculatoria, ya sea: "Ave María Purísima" a lo cual contestaba el saludo: "Sin pecado original concebida" ó "Alabado sea Jesucristo" y respondían "Sea para siempre Alabado".

Nos corregían en lo profundo y la mentira era de lo más combatida.

El respeto por los mayores era el común denominador de una sociedad provinciana como la nuestra. No se decían malas palabras, y lo contrario era para la gente vulgar y ociosa. La mariguana no estaba prohibida pero solo la fumaban la "carne de presidio" y algunos soldados en sus asuetos.

Estaba prohibido replicarles a los mayores, que por lo general tenían razón, el ambiente en los barrios era solidario y todos los vecinos se protegían unos a otros, casi no había delincuencia y podías dejar tu bicicleta en la calle y nadie la tomaba, o bien, dejar a la puerta de el zaguán abierta y no pasaba nada. El respeto a la mujer era lo más natural y se aplicaba desde la niñez a la ancianidad.

A los muertos se les "velaba" por lo general en las casas familiares y se incluían a los niños, que, aunque no comprendían la muerte, ésta era algo natural.

En lo que respecta al tema de la Cuaresma era un tiempo de reflexión social y familiar, el Ayuno era lo común durante las 6 semanas, la comida era frugal y la cena una colación. Lo que llamaba la atención era el silencio casi nadie hablaba en voz alta, hasta la radio enmudecía y en los conflictos con los hijos se guardaba la reprimenda hasta el Sábado de Gloria.

Nos limitaban las golosinas, que era en ese tiempo algún natilla envuelta, una caña o alguna naranja, bendito Dios, todavía no había Sabritas ni Corn Flakes. El menú era sencillo con la ausencia de carne, dominaban los nopalitos, las tortas de chinchayote, el queso y los frijoles. Los juegos estaban prohibidos, en el buen sentido de la palabra; ni canicas, ni baleros, ni jueguitos en el parque; la traís, quemados o las escondidas.

El tiempo era austero y participábamos en los Viacrucis de la Parroquia del barrio. Los Viernes sobre todo se notaba más el silencio y la tristeza, porque iba a morir el dador de la vida.

Las mujeres en ese tiempo de Cuaresma, se cubría la cabeza con una chalina negra junto con el rebozo y hasta el caminar era más lento. Aunque no quisieras pensabas en la muerte del Eterno, el Padre, y las Catequistas nos preparaban muy bien para este tiempo y se hacían obritas de teatro alusivas al tiempo de Cuaresma.

Nadie alzaba la voz, ni se enfatizaban las palabras, el ambiente en la escuela era de devoción y atención, pensando en la Pascua de Resurrección, para la cual guardábamos los mejores caramelos y una satisfacción de nuestros rencores.

El baño personal era muy limitado y rápido y no muy seguido, porque el chapoteo del agua no era correcto.

La radio solo transmitía música clásica tranquila, el cine lo cerraban entre semana y el sábado lo abrían para poner películas sobre la Pasión, como Rey de Reyes o Marcelino Pan Vino, y cuando salía la imagen del redentor las salas se conmovían y se volcaba en aplausos. En ese tiempo ni los perros ladraban y el trabajo se hacia en silencio o se hablaba muy bajito.

Eran otros tiempos, eran otras familias. En ese tiempo, se tenia en la mente la imagen del calendario en el pensamiento: el ECCE HOMO era para conmover al más pintado.

En el viernes de Dolores, anterior al Domingo de Ramos, o sea, la quinta semana de la Cuaresma o semana de la Pasión, conocido como inicio de Semana Santa o Semana Mayor, la ciudad al atardecer era como un grupo de luciérnagas, hay que aclarar que ese tiempo las calles no tenían luz artificial y un solitario foco iluminaba las bocacalles; era una tarde mágica con olor a cera, luces de velas en las casas, que parecían que se estaban quemando, por eso les decían "Incendio de Dolores". Todo aunado con el silencio y con los rezos convertían la ciudad en una dolorosa llaga anticipada.

Querido lector ¿se parece mis tiempos a tus tiempos? ... ¿Tuviste estas experiencias o eres joven y nada sabías de esto? Solo compara con la actualidad: que el centro de la Cuaresma son las vacaciones, ir a la plaza o a bailar, el pecado impera, pero Dios espera ... ¡la Cuaresma debe ser rescatada de las garras del liberalismo y vivir y orar como Dios manda ¡

¿Volverá?