LAS POSADAS... TIEMPO DE LA ESPERA
¡Entren santos peregrinos, peregrinos … reciban este rincón … que, aunque es pobre la morada, la morada … se las doy de corazón!
¿Quién no recuerda cantar estas frases para pedir posada? Una vez al año se vive la experiencia de acompañar a San José y a la Virgen María meditando su recorrido para encontrar un lugar donde pudiera nacer el Niño Dios …
Es emocionante para los niños saber quién de ellos será el que cargue con los peregrinos; esa hermosa figura de San José jalando al burro en el que va la mismísima Madre de Dios, con Él en su seno materno. Y todos los presentes, con una vela encendida caminando detrás para tocar las puertas de los vecinos, de los amigos o familiares con quienes se festeja y se reviven sentimientos de fe, caridad y esperanza porque está a punto de llegar el Salvador.
Ésta es la posada tradicional católica mexicana, que finaliza con el rompimiento de piñatas de colores y siete picos, los cuales representan cada uno de los pecados capitales (envidia, ira, pereza, lujuria, gula, avaricia y soberbia) y que, al pegarle con fuerza y entusiasmo para romperla, se simboliza el rechazo hacia ellos; y los dulces que caen, significan las gracias por haber vencido el mal.
Durante una novena entera previa a la Navidad, se realizan estas posadas conmemorando los nueve meses de embarazo de la dulcísima Virgen María. Lamentablemente, por lo general, solo en los templos y en pocos lugares se hacen dándole este sentido religioso.
Hoy en día las posadas suelen ser festejos donde las personas se reúnen para darse un abrazo y buenos deseos por la Navidad y el Año Nuevo que está por llegar; se hacen intercambios. Una rica comida o cena está de por medio, dónde no pueden faltar el ponche y buñuelos, y hasta se baila. Incluso, en las grandes empresas que tienen cientos de empleados, llevan algún artista de moda como parte del festejo. Es todo un acontecimiento social que se prepara con el tiempo debido para que sea inolvidable.
Inolvidable es que hace 2023 años, Dios se hizo Hombre por amor hacia cada uno de nosotros y de los que existieron en otras épocas, para abrirnos las puertas del Cielo y, que, llegado el momento, gocemos de su presencia si le conocemos, amamos y servimos en esta vida. ¡Esto es algo que no deberíamos de perder de vista y siempre tener en el corazón y en el pensamiento!
Invita a tus seres queridos, amigos, colegas o vecinos a celebrar las posadas que están próximas a comenzar a partir del 16 de diciembre, dándole el verdadero sentido que tienen: ¡Tiempo de la espera del Redentor! y después, ¡a festejar se ha dicho!