LAS SIETE CABEZAS DE POLÍCLETO

04.12.2024

Estas siete cabezas se refieren a la proporción ideal del hombre desde el punto de vista de un escultor famoso de la antigüedad, que propuso un nuevo canon artístico allá por el año de 400 a.C.

Polícleto, el artista en cuestión, propuso el canon de siete cabezas. Se trata de relaciones proporcionales fraccionarias. Para Polícleto, la altura perfecta de una figura humana era de siete veces la altura de la cabeza. Éste es un concepto que institucionaliza, es decir, que fija normas en un contexto cultural.

Poco le duró el gusto a Polícleto, porque vino otro escultor más revolucionario y poco después de decretado el canon de Polícleto, fue desplazado por el canon de Lisipo. Es decir, Lisipo consideró que ocho cabezas era una proporción más elegante para su uso en el arte. Veinticuatro siglos han pasado en que Lisipo corrigió a Polícleto y el arte se enriqueció desde entonces.

Ha habido algunos artistas, que por estilo o por seguir la corriente, "brincaron" el canon y aumentaron la altura del ser humano de ocho, a diez o doce cabezas. Me refiero al movimiento artístico que se desprende del Renacimiento y del Barroco: el Manierismo. Uno muy connotado es El Greco.

Todo esto viene por el tema de "brincarse el canon", o más bien, como dice el dicho popular "saltar las trancas". En el caso de Lisipo, se brincó el canon de Polícleto por el simple sentido común; eran más bellas las esculturas de ocho que de siete cabezas. La aceptación de este canon se hizo ley y ha estado vigente casi veinticuatro siglos.

Hoy, ya no se habla de la palabra canon … ¡el mundo actual tiene alergia por las reglas! … o sea, no les gusta que acoten su atrevimiento.

El mundo actual está por saltar por los aires, por no respetar las reglas. Un ejemplo claro en el ámbito político: se saltaron "el canon" de la seguridad internacional, que, a su vez se saltó "el canon" de las Acuerdos de Minsk; y de esto al caos, sólo sobrevive la "ley de la selva".

Lo mismo para la ONU, la OTAN, etc., … ¡ya no hay "canon que los rija!

La humanidad está en peligro por no aceptar las reglas, lo convenido, los acuerdos … en una palabra … la palabra dada y firmada. Sí eso pasa con las reglas de los hombres … ¿Qué no pasará con las reglas de Dios?

Con el tiempo se perfeccionó el arte, porque fue coherente con el sentido común. Ahora, el arte es monstruoso, por haber brincado en este canon, es decir, no ofrecieron algo en lugar de, sino que se rigen por el "ahí se va".

Pero, con Dios, hay reglas fijas. En el canon de Dios, es decir, en su Ley y en su Doctrina, romper las reglas te llevará al sufrimiento eterno, y si las observas, te esperará el Cielo.