“PIENSO… LUEGO ME VACUNO”
Año y medio después, y observo que, tan grande como la
Pandemia... ¡es la confusión!
De las mil interrogantes, sólo te pongo tres en la mesa... ¿ME VACUNO O NO?... ¿ME LIBRARÉ DEL VIRUS DEL COVID (ALFA, BETA, DELTA...)? Y ¿TENDRÉ GRAVES EFECTOS SECUNDARIOS?
Mira, estoy convencida que estudiando mejor las cosas, las entenderemos mejor, aunque, desgraciadamente, en esta Pandemia Mediática se oyen sólo dos voces: una estruendosa, totalitaria y aplastante; otra, una vocecilla, casi un susurro, de los médicos y científicos expertos e independientes.
Tú, ¿a quién le crees?... Sí, ya sé tu respuesta: a la apabullante, insistente y amenazadora propaganda; por el contrario, algunos creen más a los independientes.
Claro que para conocer la verdad, no se trata de utilizar criterios de "querer creer" o de "sentir creer" o "de creer lo que la mayoría cree"; se trata simplemente de conocer las cosas como son. Lamentablemente, muchas cosas en la vida las decidimos por pálpito, por simpatía, por beneficios, por comodidad, por beneplácito o presión familiar o laboral, por beneficios, por lo práctico, por comodidad, etc.
En esta vida, lo más fácil que hay es que otros piensen y decidan por nosotros.
Hoy te convido a que tú solo decidas si te vacunas o no.
Sólo infórmate bien en fuentes fidedignas, objetivas y no comprometidas. Si no puedes informarte por falta de tiempo, o no quieres, entonces, usa tu más elemental sentido común y piensa:
- Si las terapias experimentables llamadas "vacunas" van a modificar tu ADN, aunque no entiendas bien el grado de afectación negativa,
- Si a tu alrededor -como en muchos países [y tú lo puedes confirmar en páginas oficiales] ha muerto un alto porcentaje de vacunados (14% es mucho, como en Argentina), y los demás corren ese riesgo próximamente por efectos de la vacuna,
- Si los vacunados se pueden volver a contagiar del COVID,
- Si los vacunados adquieren un grado de magnetismo sorprendente (en ambos brazos se les pegan metales, hasta los mismos celulares) ...
¿Para qué carambas te vacunas? Y si ya te vacunaste, ¿para qué te vuelves a vacunar?
Usa tu más elemental sentido común y sigue la sabiduría popular: "MÁS VALE MALO POR CONOCIDO QUE BUENO POR CONOCER".
Y, además, sólo en este caso, sigue la frase célebre de un filósofo racionalista: "PIENSO, LUEGO, EXISTO", mismo que adaptándolo, quedaría así:
"PIENSO... LUEGO... ¿ME VACUNO?"