PINOCHO DE GUILLERMO DEL TORO

01.02.2023

El propósito de este artículo es esbozar una crítica acerca de la flamante película de Guillermo del Toro, como fruto no de un experta cinematógrafa o cinéfila, sino de una simple espectadora con algunas bases humanísticas.

¿Es recomendable la película de "Pinocho" del afamado cineasta tapatío?...

Empecemos por trazar ciertos lineamientos, partiendo de las generalidades:

*La película está basada sólo parcialmente en el cuento original por lo que no podría decirse que se trata de una recreación de la marioneta animada. Ni el inicio del filme ni el escenario de la trama se inspiran en la película original, clásica, considerando como tal la de Disney.

*No es una película para niños pequeños, sino más bien para adolescentes y más, de lo contrario no podrían entender en el contexto histórico del Fascismo italiano, alrededor de 1930.

*Quizá lo que puede parecer adecuado para los niños es la técnica cinematográfica llamada "stop motion" utilizada óptimamente por los productores quienes, a través de la repetición de fotografías, crearon imágenes en su mayoría llenas de color y encanto, dentro del estilo del "preciosismo" aunque también las hay sombrías (con la segunda "hada").

Sin embargo, para quienes somos más realistas que fantasiosos o "cinéfilos", debemos advertir cosas más profundas acerca de esta película. Por ejemplo:

  • El tema de Pinocho y Gepetto, su "padre adoptivo", pareciera ser el principal, pero en realidad comparte protagonismo con el del régimen político de Mussolini, de corte nacionalista y corporativista. Por supuesto que esto no es mera casualidad; es clarísimo el objetivo de ridiculizar al líder, a la autoridad intermedia, al reclutamiento juvenil y a los supuestos lemas del Fascismo italiano: creer, obedecer y combatir.
  • El fraile, encargado del templo donde Gepetto está restaurando al Crucifijo central, por cierto, precioso, lo presentan famélico y siempre al lado de Podesta, la autoridad política local, pero subordinado a él. Aquí, el mensaje es igualmente claro: la actitud supuestamente sumisa de la Iglesia al gobierno.
  • Acerca de las figuras grotescas, unos más, otros menos, de los protagonistas, algunos podrían justificarlas argumentando originalidad, creatividad, modernidad, etc. Sin embargo, sus perfiles no son agradables, amables o atractivos para niños "normales", como sí lo eran los de la película clásica.
  • De los personajes extraños en su forma -que es lo menos que puede decirse de ellos-, las "hadas" de la vida y de la muerte, sí resultan más que inquietantes; son feas, más la última que la primera. Algunos dirán que se tratan de figuras mitológicas, pero aquí está precisamente "el detalle". Si fueran producto de meras fantasías, no pasarían de pertenecer al grupo de quienes aman los monstruos horribles, como es el caso de Del Toro. Pero viniendo de la mente de un agnóstico que juega retadoramente con seres obscuros y/o demonios, nos parece claramente mal intencionado su atrevimiento en promover, ante un auditorio infantil o inmaduro, imágenes feas. Pero ¿hay algo más detrás de esas imágenes grotescas?... Nos atrevemos a decir que sí.
  • La idea pagana de que la vida y la muerte del hombre está en manos de "hadas" y otros espíritus sobrenaturales, sabe a Gnosticismo, el cual se nutre de mitologías antiguas, paganas y hebreas, mezcladas con falsas interpretaciones del Cristianismo. Las deidades femeninas, y el dualismo (bien-mal) son típicos del Gnosticismo. Además, la segunda "hada", la más horrible, posee símbolos tradicionalmente considerados como demoníacos: rostro humano con ojos incandescentes, tres pares de cuernos, lomo y patas de animal, cola con dos serpientes, y un símbolo en el lomo poco visible.

Si no conociéramos de lo que el mismo Del Toro ha confesado acerca de su infancia y juventud, de su visión de la Historia en contra de la autoridad del Estado, de la Milicia y de la Iglesia, de sus fantasías obsesivas, obscuras y aterradoras, podríamos pensar que sus películas son mera ficción. Pero en esta película, parece que el cineasta tapatío quiso quedar bien con todos los pareceres y dudo que lo haya logrado. Quizá Del Toro logre los aplausos anhelados pero, en lo personal, no recomendaría esta película a niños o jóvenes poco instruidos.