¿QUIERES QUE TU HIJO ACTÚE EXTRAÑAMENTE?

Muchos papás creemos, ingenuamente, que una vez que dejamos a nuestros hijos cada mañana a las puertas de la escuela, aprenderán tantas cosas buenas que al graduarse de la universidad, los veremos más preparados, con mejor capacidad para juzgar, más seguros, con más carácter, o simplemente, que sepan desenvolverse bien en la lecto-escritura y en las matemáticas básicas. Pero, ¿este sueño podrá hacerse realidad después de pasar 16 años o más en las aulas donde se imparte educación pública?... No, estimados padres de familia; por desgracia, en muchísimos casos esto no sucede así. Ya no aplica, salvo honrosas excepciones, la antigua expresión de que "los maestros son los segundos padres".

Debemos entender que hoy, la Secretaría de la Educación Pública, con su último proyecto llamado "Nueva Escuela Mexicana" (NEM), sostiene que los alumnos deben ser educados de acuerdo a los siete Ejes Articuladores, a manera de rutas que conecten todos los saberes.

¿Cuáles son esos Ejes Articuladores?

Inclusión, Pensamiento Crítico, Interculturalidad Crítica, Igualdad de Género, Vida Saludable, Apropiación de las Culturas a través de la lectura y escritura y Artes y experiencias estéticas.

Amable lector, si no tuviste oportunidad de leer el análisis de cada uno de estos ejes y que presentamos en anteriores artículos, permítenos presentarte una síntesis accesible y sin tecnicismos. La NEM quiere que tu hijo, después de nueve, doce o dieciséis años de educación pública, termine siendo un joven:

• Sin fe, que ya no crea en el Cristianismo, como religión sobrenatural; que sea laico, cual ateo practicante.
• Librepensador, con una lógica y conciencia tan laxa, que acepte cualquier ideología, conducta o "cultura" de moda, por irracional, antinatural y absurda que sea; y que viva como persona autónoma e incluyente.
• "Constructor de su propia identidad sexual"; además, que su sexualidad, cualquiera que sea, la viva en total libertad, por libertina o degenarada que sea (homo, bi, trans sexual o +).
• Vividor pero sin responsabilidad de paternidad o maternidad, usando toda clase de métodos anticonceptivos para evitar hijos a toda costa.
• Socialistoide, es decir, "emancipado", "que transforme su realidad", con miras a la "otredad" y a lo "comunitario", con proyectos "colectivos", y que sean "decoloniales" (entiéndase, antiimperialistas).

Padre de familia, si no quieres que termine "educado" así y actuando extrañamente, es decir, contrario al sentido común y a nuestra herencia cristiana, intenta retirarlo de la educación pública y si no puedes, proponte educarlo, corregirlo y perfeccionarlo en casa, para que más fácilmente alcance su fin último y su felicidad. Educa a tu hijo para que sea un joven:

• Creyente, un católico practicante, que crea mucho más en los Misterios de Fe que en las maravillas tecnológicas; que crea en lo sobrenatural y viva en la Gracia de Dios, frecuentando la Confesión y la Comunión.
• De conciencia verdadera, recta y firme, cuya libertad personal la viva mejor en la obediencia a la Ley Divina y a las leyes morales universales.
• Que viva su masculinidad o femineidad según los planes divinos en vista a la procreación de los hijos, si desea casarse, o al virtuoso celibato ya sea en religión o en el mundo.
• Que sea generoso padre o madre de familia, diciendo sí a la vida.
• Emprendedor y nacionalista, con deseos de superación para el bien propio, el de la sociedad y del país, con una sana jerarquía de valores.

Esta educación garantizará que tu hijo o hija sea un hombre o mujer de bien. ¡No te tardes!