LA IGLESIA INTERIOR
LA IGLESIA INTERIOR
Cuando la ola se alza en el horizonte y amenaza con arrasarlo todo, los pequeños cangrejos en las playas se entierran en la arena para aguantar el tsunami. Así, los católicos, al ver la ola de destrucción que amenaza a las naciones y a la Iglesia Católica, pareciera que esconden sus convicciones, pero enfrentan la debacle con Prudencia y Esperanza.
Parece que el mal ha triunfado y campea por el mundo sin restricciones creyendo que ya ganó la partida, pero queda un "resto fiel", que alberga en lo más profundo de su alma su Fe y su Esperanza. Su Fe los impulsa a enfrentar la destrucción sin que pene el alma y su esperanza en la venida del Salvador en todo su poder y majestad.
Las piedras de los Templos y Catedrales no son la Iglesia, sólo son lugares de culto donde se adora a Dios con plena libertad. Cuando arrebatan nuestros derechos más sagrados, pueden destruir y quemar esos lugares santos pero la Fe, que consiste en creer en la Verdad Revelada, se aloja en el templo interior de nuestra alma... y así permanece incólume.
De esta forma, la Iglesia ha sobrevivido en todos los lugares donde ha habido persecución y se han afanado en destruirla. ¡Ingenuos que creen que las construcciones son la Iglesia!
Para las Ceremonias Sagradas, la Iglesia se reúne en los Templos para adorar a Dios en comunidad, pero todo cristiano ora y adora a Dios a partir de la intimidad de su alma.
De esta sobrenatural manera es que cada cristiano es una piedra viva que, en comunidad, forma la Iglesia que fundó Nuestro Señor hace 1987 años, al derramar Su Preciosísima Sangre en el Calvario... ¡y resucitar al tercer día!
SAPIENTIA LDI
EDITORIAL