LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Es la IA (Inteligencia Artificial) una herramienta que promete mucho, hay que estar consciente como los grandes consumidores de tecnología que somos, que la IA en aplicaciones más avanzadas apenas se está incorporando.
Todos conocemos de tiempo las aplicaciones de consumo popular. ¿Qué dices de Alexa? Este artilugio, que obedece órdenes de voz y te complace en tu música preferida, o, a Siri, que te acompaña en tu camino o la app de Waze, u otros tantos, de uso generalizado … Pero, existen otros más avanzados, usados en los robots industriales, en la solución a problemas matemáticos, en el ramo automotriz, en la administración o en el diseño gráfico, en la producción de películas como Avatar o Ant-man, etc. En el ramo aeroespacial, por ejemplo, están trabajando en el proyecto de Elon Musk, quien trata de colonizar el planeta Marte, con ayuda de androides dotados de IA … En fin, todo un universo nos espera hoy y en el futuro. Sin embargo, la IA no lo tiene todo.
En el ramo de las imágenes, para generarlas, se hacen a partir de la voz o la palabra escrita y te encuentras que la IA, no tiene sentido común, no especula y no entiende el sentido oculto de las palabras (doble sentido, jiribilla).
Hay muchas lagunas en sus bloques de conocimiento (algoritmos) y, a veces, es muy literal. Existen prototipos de imágenes y las combina aleatoriamente; si das poca información, le das libertad para elegir, y si la saturas, se produce muchos vicios gráficos espeluznantes. Un ejemplo: el resultado es, la mayoría de las veces, a simple vista es espectacular, brillante, equilibrado, el color es buenísimo, pero al acercarte y ver a detalle a los personajes que pediste hiciera, cae en el horror, deformación y lo absurdo.
Es por esto que a la IA le falta mucho camino por recorrer para que imite la lógica humana y que le dé más coherencia a las creaciones … Una herramienta, que promete cambiar las reglas del arte, la visión gráfica de la historia, y un mundo infinito de opciones a la imaginación.
La Inteligencia Artificial (IA) no tiene alma … ¡tiene datos!