LA MADRE DE TODAS LAS GUERRAS

¡Mayo es el mes de María! … Para los católicos es un tiempo de recordar, festejar y venerar a la Madre de todas las Madres, es decir, a la Virgen María, que, desde el Gólgota, nos fue dada por el mismo Jesucristo, cuando dijo: "Mujer, he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre" (Juan 19, 26-27).

Esta adopción de la Virgen para todo el género humano es muy significativa, porque se dio en un contexto testamentario, como última voluntad de un Dios incomprendido, que fue insultado, torturado y condenado, sólo por transmitir la Voluntad del Padre, o sea, su propia voluntad, que en realidad también era la de Él.

Desde la Cruz, nos dio como Madre intemporal a María, la única, la sin mancha. A la Virgen le costó cubrirnos con su manto de Madre, el dolor y el sufrimiento de ver morir a su Hijo en el altar de la Cruz, para redimirnos de la pena del pecado.

Fue un momento sublime y a la vez doloroso, pero Dios así lo quiso, para nuestro bien en el futuro. Desde entonces, el mes de mayo ha sido dedicado en honor y memoria a la Virgen María, escogiendo un marco de flores para su representación.

El hombre, a partir de ese momento, tuvo una intercesora ante Jesús y Éste ante su Padre … ¡Ella está presente en nuestra vida, tanto, como amor tengamos por Ella! … ¡La Virgen se compadece, nos comprende, nos ayuda, nos corrige y nos guía por el camino que lleva el Cielo! … El único amor comparable al de Ella, es el de nuestra madre terrenal, la que festejamos el 10 de mayo, la que ignoramos durante el año, peo que nos deshacemos por ella en esta fecha. Bueno, este amor es aproximado, más no igualado.

Ella, la Virgen María, siempre está al pendiente, esperando cuándo volveremos a la casa materna, a su regazo. Ella, como el padre de la parábola del hijo pródigo, le hacemos falta, nos extraña y todas las tardes se asoma al camino por si volvemos ...

Sin embargo, en este mes de mayo … se les ocurre a "los grandes", intensificar las guerras para satisfacer sus ambiciones, al costo de millones de muertos … y la Virgen, de tanto rencor y desasosiego que ve entre los hombres, las lágrimas inundan sus virginales mejillas. Ella nos lo ha advertido constantemente, por muchos medios y apariciones: le duele, el dolor que produce la discordia y trata de alguna forma de que tengamos conciencia de nuestros actos … A Ella le duele la confrontación entre hermanos, buenos y malos, porque son sus hijos y nuestros hermanos.

No se vale que, por la ambición de poder y gloria, y, por el oro, lleguemos a estas guerras que sólo repiten el crimen del principio, el del inocente Abel.

¡El mundo está de cabeza! … o la ha perdido ya. En este mes de mayo se debate en una escalada de guerra, la más intensa desde la Segunda Guerra mundial.

Las amenazas nucleares de parte de la Federación Rusa y la OTAN han subido de tono y amenazan con la aniquilación …

¡Una espada más para el corazón de Madre, de la Santa Virgen! … Amenazan con la "madre de todas las guerras".