LA PROPIEDAD PRIVADA DE DIOS
LA PROPIEDAD PRIVADA DE DIOS
En el Salmo 2:41, dice: De Yavhé es la tierra y en plenitud, el mundo y los que en él habitan, porque Él la fundó sobre los mares y, la afirmó sobre los ríos.
Este Salmo, nos habla de la Propiedad Privada de Dios, es decir, que el universo visible e invisible y los que en él habitan son jurídicamente "Propiedad de Dios". Les ha dado a los hombres la potestad de habitarla, cultivarla y comer de los frutos que surgen de la misma. Él la cedió a las generaciones para su supervivencia.
Ella, la tierra, más el trabajo del hombre, dan el fruto esperado, es por eso, que el hombre da gracias a Dios por este préstamo. Como dice en Levítico 25:23: La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra es mía y, vosotros sois peregrinos y extranjeros para conmigo.
Así como la tierra es de Dios, también el hombre pertenece a Dios y es propiedad privada de Dios. Con este razonamiento, nosotros los hombres no nos pertenecemos a nosotros mismos, somos propiedad de Dios. Es por eso que, no está bien vista la esclavitud en ninguna de sus formas, ni eliminar a ningún hombre por el simple hecho de serlo.
Ahora está en boga una falacia jurídica: el hombre es el enemigo de la naturaleza, por lo tanto hay que regular su cantidad en el mundo. Este concepto malthusiano para eliminar a miles de millones de personas por el sólo hecho de vivir de la tierra que habitamos y beneficiar sólo a un pequeño grupo de "elegidos", va contra la propiedad privada de Dios, ya que está diseñada para mantener la cantidad de seres humanos que Dios decida.
Estos límites que imponen las élites financieras sólo son locuras de ambición y desafían la propiedad privada de Dios.
El eslogan de la Agenda 2030 para un próximo futuro, nos dice: en el 2030 no tendrás nada y serás feliz … ¡Habrase visto mayor desatino! … Quieren apropiarse de la tierra y sus beneficiarios (es decir, la humanidad) como si Dios mismo se las hubiese endosado.
Esta aberración de la Agenda 2030 considera al hombre un parásito en el mundo que habitamos. Han manipulado política y económicamente a los hombres para que se lo crean y estén dispuestos a entregar la propiedad privada por pura ideología e ignorancia. La tierra es un bien común que Dios presta a sus hijos para su sustento y nadie pueda abrogarse el derecho de despojar a la humanidad de lo que le corresponde … Sigan así y seguiremos viendo calamidades, ciclones, terremotos e incendios como respuesta a este bien común.
Por otra parte, el hombre es propiedad privada de Dios; por eso hay que respetar el propio cuerpo cuidándolo y alimentándolo para que cumpla las funciones para lo que fue hecho. Así como la tierra, no nos pertenece, el propio cuerpo tampoco; no hay que dañarlo, ni grafitearlo con tatuajes como si nos perteneciera y, mucho menos, atentar contra la vida. El suicidio es inaceptable por esta razón, y no podemos disponer a nuestro antojo de la vida propia porque no nos pertenece, ni maltratado con los vicios, no es nuestro, es propiedad privada de Dios, Él nos dio la vida y a Él volveremos.
Así que, si no quieres tener problema con el destino de tu cuerpo y alma, respétalos y también a la tierra, que tarde temprano te reclamará.