¡LE FALTAN PLUMAS AL PARAÍSO!

¡LE FALTAN PLUMAS AL PARAÍSO!

Cuando encuentras el ambiente propicio y se dialoga con la musa de la Inspiración ... ¡qué, de cuestiones tópicos y temas se abordan y se tejen!, es decir, no hay límites ni diques que contengan el análisis y las intenciones de los mismos.

Qué bello es ese momento, en que el ruido interno y externo de la prontitud y la presteza no inhibe ni importa para tratar con buena intención el quehacer de los demás.

El tema en cuestión -el más relevante- es la ignorancia, como parte fundamental de la caída cultural en las ideas.

Con la convicción que dan los años en la certeza de la verdad, platicamos acerca de la falta del conocimiento universal en las tareas políticas de los hombres y mujeres, que "mueven el pandero".

Me musitó la musa: "Le faltan plumas al paraíso". Pensé y traté de interpretar sus palabras, entendiendo por paraíso, al ambiente cultural de nuestra generación. Así es, amada musa ... ¡Le faltan plumas al paraíso! De momento se me vino a la mente un ave del paraíso trespeleque, sin plumas y el cuerpo cultural de la misma, sin el adorno descomunal de su belleza.

Pero aquí hablamos en metáforas las más obvias del lenguaje: abordamos el gran problema de la transmisión de las ideas, de los fundamentos que dan vida, gracia y vistosidad a nuestros postulados y valores.

¿Quién pondrá por escrito las ideas? ... ¿Quién comentará, valorará la trascendencia de las mismas? ... No basta, querida musa, tener las ideas, hay que tener el medio de transmitirlas: ¡Qué mejor que los jóvenes poetas, en arranques de inspiración etérea, consignen la inquietud pensante!

¡Hay que formar escritores y poetas! ... Pero con todo respeto, amada musa: los escritores y poetas "no se dan en maceta".

Es por eso que hay que buscarlos, incitar una alerta nacional para reclutar un ejército de rapsodas que vayan por los caminos, cantando los milagros de nuestro credo, sus principios y valores.

Poetas y escritores que escriban con ágiles letras las bondades de los ideales, que escriban con firme acento la beatitud de nuestra entrega.

Eso ... querida musa, es lo que nos falta ... esos "alguien" que escriban nuestro pensamiento, para que el futuro no ignore nuestra esperanza.

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL