MEXICANOS ¡DESPIERTEN DEL ENGAÑO!
MEXICANOS ¡DESPIERTEN DEL ENGAÑO!
El domingo 2 de junio, millones de mexicanos salimos a las urnas para manifestar nuestro repudio al régimen que, con dolo, ilusionó a incautos y que, con pensiones de Bienestar, compró su voto.
Los que somos cristianos, quizá también pecamos de ingenuidad, pero con un claro sentido de responsabilidad moral y civil, acudimos a las casillas imaginando que, votando por "el mal menor", podríamos evitar el mal del Socialismo, y que unidos todos por la misma causa, podríamos competir al menos, aunque estábamos seguros de un fraude preparado… Y efectivamente ¡el fraude se dio!
Esto que nos quede claro: el fraude se empezó a cocinar hace más de seis años, cuando López Obrador se decidió a comprar el voto, abusando deliberadamente de la necesidad de la gente y de su modesta capacidad de análisis por su baja escolaridad. Esto, en sí mismo, constituye un fraude, porque consiste en un engaño; en el engaño de prometer superación, prosperidad y grandeza al país, y lo que dio fueron unas monedas y migajas, sí para saciar el estómago del pueblo, más no para ofrecer educación y salud de calidad, que representan la fortaleza de un pueblo. Tampoco ofreció suficientes apoyos para emprender o superarse porque esto le parecía demasiado aspiración para los jóvenes. Y toda esta "filosofía de la vida", se dedicó el Ejecutivo a sembrarla en las mañaneras a través de la marxista división de clases entre ricos y pobres, "fifis" y pueblo, neoliberales y 4T, privilegiados y marginados, etc., etc. Esta dolosa división, repetida diario por cinco años y medio, provocó que los menos favorecidos se sintieran orgullosos de su status y merecedores de la revancha histórica y de pensiones obligadas. Por su parte, entre algunos sectores económicamente más favorecidos, se dio el fenómeno de que, al sentirse machaconamente señalados por el dedo acusador del jefe de la 4T, se han creído con el deber de apoyar al régimen demagógico para subsanar las deudas contraídas por el pecado capital de haber recibido, por la "naturaleza" -es decir, por Dios, para los que somos cristianos-, algún tipo de "privilegio" físico, cultural, económico, etc. ¡Como si Dios no nos hubiera dado a todos y a cada uno de los mexicanos, muchos y distintos dones, privilegios o regalos que a diario recibimos!
Y este 2 de junio el fraude se magnificó con unas cifras en las que la ganadora aventajaba escandalosamente a su seguidora. Esto resulta increíble dada la creciente oposición nacional al régimen actual. No dudamos que haya habido amplios sectores o varios Estados que mayoritariamente apoyaran al partido del poder, pero también es cierto que muchos otros Estados, mayoritariamente no lo apoyaban por los malos resultados del actual Gobierno en varios rubros.
Los mexicanos que queremos conservar nuestra fe cristiana y las buenas costumbres heredadas, nos sentimos ofendidos y burlados, PERO NUNCA VENCIDOS PORQUE NUESTRA CONCIENCIA AÚN ES LIBRE, PORQUE LA VERDAD NOS HACE LIBRES y, a pesar de todo, seguimos siendo libres. Y de eso nos debemos sentir muy orgullosos y afortunados. Pobres de quienes, aunque "victoriosos", por unos pesos vendieron su libertad de conciencia para ser esclavos de un régimen socialista.
Algunos creen que México no es socialista porque aún no ven cosas extremadamente violentas pero les recuerdo que López Obrador, desde el inicio de su gestión, dijo que se trataba, "NO DE UN SIMPLE CAMBIO DE GOBIERNO, SINO DE RÉGIMEN"… ¿Qué aún no ha habido cosas extremadamente violentas?... Claro, pero "sutiles" o imperceptibles para muchos…. Simplemente fueron cambiando artículos de la Constitución que promueven el Socialismo; aplicarlos o radicalizarlos, es sólo cuestión de tiempo.
¡Despierten mexicanos! A los gobiernos socialistas nunca les
ha importado el pueblo ni los pobres. ¡Más bien juegan con la pobreza de los
pobres! Éste es el único discurso de los populistas. ¡Los socialistas necesitan
siempre pobres, ignorantes y vulnerables para seguir manteniéndose en el poder!