MÉXICO 

Dirección de Asesores. Sapientia Laboratorio de Ideas

(@) Permitida su reproducción total o parcial, siempre que se cite la fuente. Ruta Crítica. Historia de México. Dirección de Asesores. Sapientia, Laboratorio de Ideas. México. 

Agosto 2018. 


RUTA CRÍTICA

HISTORIA, PERO LA HISTORIA DE MÉXICO QUE ES LA NUESTRA.

La herencia del espejo roto.

Leer historia es vernos en un espejo, tal y como somos con victorias y derrotas, orgullos y vergüenzas. Vernos en un espejo roto, refleja un rostro falso, desfigurado. Es leer la historia falsificada como el quemador de libros Tlacaélel, al alemán Alejandro de Humboldt, o el anglosajón William H. Prescott, es ver un rostro que no es nuestro, es vernos como nuestros enemigos quieren que nos veamos. Es como el hombre que se ve un espejo y se va y se olvida cuál es su verdadera faz. Es caminar en el futuro sin destino, dirección, ni meta.

El propósito de este documento es llegar a la verdad. No es de poca monta pues estamos hastiados de que nos mienta la prensa, los políticos y los libros oficiales de historia. Además de sangre y sudor, nuestra historia huele a petróleo. ¿Por qué se ha adulterado la historia nacional entronizando versiones partidarias por demás sectarias y reduccionistas?

Nos intriga el deceso de Don Benito Juárez García. Hay versiones encontradas y alternativas, que van desde el crimen de estado a la muerte por causas naturales. Un tema por demás apasionante por dilucidar.

Hemos dedicado especial atención al período liberal Lerdo Porfirista en que se construye el mito de Benito Juárez para legitimar junto con las Leyes de Reforma, las sucesivas reelecciones de Porfirio Diaz. Un escritor a releer es Don Francisco Bulnes, iconoclasta desmitificador de deidades humanas. Lo haremos a través de David Brading, por su precisión y consistencia. Bulnes comete herejías imperdonables para liberales, jacobinos y masones. Veremos en qué consisten sus herejías. La historia oficial decimonónica del liberalismo en América Hispana ofrece un paralelismo asombroso en la figura del argentino Don Domingo Faustino Sarmiento. También registra el nacimiento de la irresistible corriente intelectual revisionista. Del paralelismo de procesos entre México y Argentina en esa época nos permite identificar almas gemelas de control, político, financiero y la institucionalización de la deuda externa, bien llamada deuda eterna. En México José Ives Limantour y en Argentina la Casa Bemberg, de los Otto Bemberg y su hijo de los mismos nombres. Hay dos anexos uno dedicado a la planta venenosa conocida como veintiunilla y otro a la Casa Bemberg.

                 RUTA CRÍTICA.
    HISTORIA, PERO LA HISTORIA DE MÉXICO QUE ES  LA NUESTRA.

Pueblo sin historia, pueblo sin moral.

Buckle.

En materia de interés público, es delito ocultar

la verdad y en materia de virtud, es inmoral temerla.

Holbach.

Sólo la verdad civiliza.

Heine.

El pueblo que no ama la verdad es el esclavo natural de todos los malvados.

Maquiavelo.


Propósitos: El objetivo es llegar a la verdad histórica.

Es orientador para el lector, identificar los propósitos de esta Ruta Crítica de obras de Historia de México que ofrecemos a todos en este sitio, con el propósito de promover la lectura, la investigación, y la búsqueda sistemática en las obras de los autores renombrados del siglo XIX-XX que investigaron sobre archivos y documentos originales.

Por ese motivo transcribo textualmente una cita que extensa lo es por profunda y diáfana para clarificar, desde el inicio, nuestra ruta intelectual en una disciplina que siempre es polémica y donde es difícil satisfacer todos los gustos, cuando las emociones privan sobre la razón y el partido sobre las evidencias. Cito:

"El objeto de este libro no es servir a un partido, 
ni excitar sentimientos nobles o innobles, ni empañar
o pulir glorias nacionales, ni buscar popularidad
o censura; su objeto es más elevado, y no
es otro que llegar a la verdad. Las personas
que, por sus enfermedades, debilidades, o ilusiones
voluptuosas, no gusten de emocionarse noblemente
con la verdad como corresponde a todo
individuo que aspire a civilizado, no debe leerlo,
y debe prohibirlo a sus hijos o educandos como
muy pernicioso para las mentiras deliciosas de
poéticas tradiciones y para formar esclavos de todo

aquel que quiera engañarlos". (p.4)

El texto transcripto es de un polémico político, periodista e historiador liberal que en 1904 tuvo la osadía temeraria de criticar con fundamentos y evidencias obras de la historia oficial. Las razones profundas de su crítica a la historia oficial permanecen en el campo de las especulaciones políticas en vísperas de la sexta reelección de Díaz. Pagó su osadía con el vituperio del sistema liberal masónico dominante y marchó al exilio desde donde continuó con su lucha intelectual. Sus libros han sobrevivido a la ley del silencio y están disponibles en versiones electrónicas en la red en bibliotecas digitales en todo el mundo.

Era el fin de la era de 30 años de la masonería especulativa, y el salir de ensueños, --- período que va desde la batalla de Sedán en 1870, al fin de la guerra civil norteamericana, hasta el 28 de julio de 1914 con el inicio de la Primera Guerra Mundial, en realidad una guerra civil europea en la que U.S.A. emergerá como Potencia Mundial, expansivo y arrogante vecino de la frontera norte ---, para pasar a la masonería activa, radical jacobina anticatólica de 1910-1939.

Embajador Morrow saluda a Presidente Elias Calles Campuzano
Embajador Morrow saluda a Presidente Elias Calles Campuzano

Aquella fue una etapa de paz de 40 años. Esta será la era de los hermanos Jesús, Ricardo y Enrique Flores Magón de Oaxaca, anarquistas libertarios; de Venustiano Carranza Garza, de Cuatro Ciénegas, Coahuila, de familia de terratenientes; de Álvaro Obregón Salido, de Navojoa, Sonora; de Plutarco Elías Calles Campuzano, de Guaymas, Sonora, hijo natural de un terrateniente; Tomas Garrido Canabal, de familia de terratenientes de Catazajá, Chiapas en la frontera con Tabasco- se autodenominaba como "enemigo personal de Dios"- y de su ejército particular las camisas rojas, los asesinos de Coyoacán; de Emilio Portes Gil--- la lucha milenaria contra Cristo-; de Francisco J. Múgica Velázquez de Tingüindín, el maestro de Lázaro Cárdenas del Río de Jiquilpan, Michoacán; de Heriberto Jara Corona de Tecamachalco, Puebla... Será la era desastrosa guerra civil (1910- 1934), de caos, inestabilidad política, emigración y la emergencia de una nueva élite, la familia Revolucionaria enriquecida desde el poder y los negocios. La Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría abrirían un nuevo ciclo de treinta años de estabilidad y paz social en México a mediados del siglo XX, que culmina en 1968.

Bulnes
Bulnes

Volvamos a Bulnes sus pecados y virtudes, su temperamento iconoclasta y su visión del futuro de México y de Hispanoamericamérica, a fines del siglo XIX y principios del XX. Su trabajo inicial fue indagar en los contenidos y ejemplos de un libro patriótico del Lic. Guillermo Prieto Lecciones de Historia Patria, que es repetida textualmente por el Lic. Pérez Verdia, historiador regional de Jalisco, tan liberal como los anteriores. Cuestiona contra documentos, hechos y comportamientos de personajes históricos, la versión idílica ofrecida por Guillermo Prieto. En esas fechas los liberales vencedores no eran un grupo ni homogéneo ni monolítico y las corrientes de pensamiento abarcaban un amplio espectro, como veremos de posiciones antagónicas.

Pugnas internas entre juaristas, lerdistas, liberales científicos, porfiristas, arribistas, latifundistas, banqueros, usureros, comerciantes y liberales jacobinos, marcaron una etapa (1872-1906) que va desde la muerte inesperada de Don Benito Juárez García, (18 de julio de 1872) hasta las celebraciones del Centenario de su nacimiento (1906).

Guillermo Prieto
Guillermo Prieto

Es la era del dominio del liberalismo positivista en acción, con el General Porfirio Díaz que se reelige hasta por una sexta vez, uno de sus más graves errores políticos, inducido por una corte de aduladores interesados, banqueros, altos burócratas paniaguados, terratenientes, casatenientes; en fin, la nueva élite liberal plutocrática que se enriqueció con las Leyes de Reforma, debido a las ventas a precio irrisorio de los bienes de la Iglesia, de las tierras de las comunidades indígenas y de las tierras de las corporaciones. Estar cerca del poder es fuente de información para hacer pingües negocios en las trastiendas del poder. Eso sucedió con Don Porfirio y después de la Revolución Mexicana también, y hasta nuestros días, mutatis mutande.

El proceso de combate contra el catolicismo, no fue sólo ideológico contra las creencias privadas, los ritos y manifestaciones externas, tan afianzadas en el pueblo mexicano, sino que también abrió los apetitos voraces de la burguesía urbana y caciques regionales dispuestos a beneficiarse a cualquier precio de los bienes materiales de la Iglesia Católica, y las propiedades de los católicos que se oponían activamente al liberalismo usense (gringo, yankee), como sucedió en la historia de Inglaterra (1534) con el Acta de Supremacía de Enrique VIII, emulado por los príncipes y nobles Alemania y Dinamarca siglos antes.

La Reforma protestante acuñó una nueva clase de ricos, usureros, prestamistas, comerciantes, banqueros y armadores navales, clase que daría lugar a una concentración creciente de capital financiero en la City y del Imperio Británico, su instrumento político y militar.

Goya - Los burros enseñan burradas
Goya - Los burros enseñan burradas

La Reforma mexicana acuñó una nueva clase ricos, usureros, prestamistas, comerciantes, banqueros, terratenientes. Las Leyes de Reforma tan ensalzadas por sus apologetas, benefició a una minoría del poder, pero destruyó una vasta red del tejido social de asistencia hospitalaria a las clases más necesitadas, a las que decían defender con promesas de derechos políticos, pero no con derechos económicos, con lo cual aquellos se diluyen en las promesas de los discursos demagógicos. "Con la Reforma adquiere México la fachada de un país republicano, federal y democrático. La consagración del derecho absoluto de propiedad, de trabajo, de usura, de empresa, de interés individual como motor exclusivo de la economía y el anhelo de producción ilimitada [...]" apunta Moisés González Navarro [Benito Juárez, vol. I, p. 11, 2006].


La fachada estaba puesta para que los terratenientes poblanos u oaxaqueños obligaran a los indios endeudados a no abandonar sus haciendas, acciones de opresión que provocarían numerosos levantamientos de peones e indios como la insurrección de José Gregorio Meléndez, en el Istmo de Tehuantepec.

Caciques regionales, legión de abogados y militares adictos al régimen, como manga de langostas, se llevaron la tajada del león, en el saqueo de bienes materiales de la Iglesia y de los católicos combativos. Dos buenos ejemplos del saqueo de los bienes materiales de la Iglesia, en beneficio del grupo liberal en el poder. Primero el cacique regional, Luis Terrazas Fuentes de Chihuahua, sintetizado en la sentencia: "Yo no soy de Chihuahua, Chihuahua es mía". Terrazas, como buen político mexicano, fue ora conservador, ora Imperial ora liberal, según soplaran los vientos de la política, para caer parado en el bando ganador y obtener beneficios gordos para sí y su familia. Al triunfo de la Revolución, el porfirista Terrazas es indemnizado con 20 millones de pesos oro, fortuna que invertirá en California, en bienes raíces, bancos y la incipiente industria cinematográfica de Hollywood, donde ya tenía fuertes intereses e inversiones desde décadas antes.

Segundo, pero mucho más influyente por su cercanía Porfirio Díaz, José Yves Limantour Marquet, hijo del franco judío, Joseph Yves Limantour, aventurero, navegante, audaz ( Ver en Krause, Corinne Azen y Katz de Guggenheim, Ariela. Los judíos en México: una historia con énfasis especial en el periodo 1857-1930. UIA, 1987. P.71) , inmensamente rico gracias al contrabando de avíos para minas, pero en especial de armas , a la especulación con terrenos federales en California confiscados a la Iglesia, al préstamo usurero, y asentado en México, a las propiedades urbanas de la Iglesia Católica en la Ciudad de México, palacios y mansiones y cientos de propiedades urbanas y rurales, a cambio de las armas para California que nunca llegaron a manos mexicanas.

Casa Limantour Reforma
Casa Limantour Reforma

José Ives, asumió tal poder político y económico en el cerebro del régimen, desde el control de Tesoro nacional, cabeza del grupo elitista de liberales "científicos", abogados de los inversores extranjeros, quien llegó a soñar con sustituir a Díaz en la presidencia de la Republica.

Volviendo a Terrazas Fuentes, a esos políticos veletas les llaman chapulines- pues saltan de partido en partido convertidos éstos en franquicias en venta al mejor postor--, convenencieros, chaqueteros, que se van a la cargada con el bueno en turno, sea de derecha, izquierda o centro.

El caso es tener acceso al poder, por cualquier vía, para obtener prebendas, lujos, negocios, fueros e impunidad, gracias al imperio de la corrupción de la función pública y el prevaricato de la judicatura.

General Miguel Miramón
General Miguel Miramón

Díaz en el poder, con el tiempo dedicado en pleno a la reconstrucción de una nación diezmada, inestable, que había perdido la mitad de su territorio, a las amenazas reales, externas e internas de separatismo (Nuevo León en el norte contra los usenses y Yucatán en el sureste contra los ingleses), con el licenciamiento de los ejércitos, la proliferación del bandidaje y asaltantes de caminos, reconstruyó el tejido social, logró estabilidad, acabó con los asalta caminos, dio empuje a la economía, sin modernizar la producción agrícola vía sistemas de irrigación, pero como político, su ego vencido por la vanidad, cedió a las alabanzas de la corte de aduladores de su entorno, se sintió indispensable, y en lugar de institucionalizar el proceso político y buscar un sucesor de polendas. Su último error fue escoger a un impopular político sonorense Ramón Corral Verdugo, -famoso por la brutal represión contra los yaquis, obediente e incompetente-, sin la estatura que necesitaba el Gobierno de la Nación para enfrentar la tormenta política en ciernes, es decir, un estadista enérgico y visionario, como pudo haber sido el General Bernardo Reyes, que había mantenido a raya a los capitalistas regios y acotado sus aspiraciones de anexión a U.S.A.

El liberalismo en el poder se abrió a la inversión extranjera, europea principalmente, para furor de los capitalistas vecinos del norte; con la paz social después de las sangrientas guerras civiles, logró un período de estabilidad de 30 años; fue posible desarrollar la red ferroviaria proyectada desde el Primer Imperio, la explotación de los recursos mineros tomó auge, pero también la tienda raya, la usura, y el sistema de semiesclavitud de los indígenas bajo el dominio de la nueva clase terrateniente, como por ejemplo en Oaxaca, cuna de Don Benito Juárez y Porfirio Díaz.

La producción estratégica de alimentos básicos de consumo popular, de temporal, sufrió por la falta de inversión en sistemas de irrigación, y se debió importar trigo, arroz y maíz.

El neoliberalismo contemporáneo obtuvo los mismos efectos nefastos en el agro desprotegido en el TLC NAFTA: sin tecnología, recursos financieros y canales de distribución. Es la pobreza que expulsa a los campesinos a migrar a las grandes urbes o a USA como mojados. El país del maíz, importa maíz, arroz, trigo, leche y carnes para abasto de alimentos básicos para la población y por ende, estratégicos materia de Seguridad Nacional. México se ha urbanizado en los últimos 70 años.

Porfirio Díaz
Porfirio Díaz

Don Porfirio legitimó su gobierno en tres pilares: en la las Leyes de Reforma y en la victoria sobre los conservadores y el Imperio de Maximiliano de Habsburgo, fusilado en el Cerro de las Campanas junto con los leales Generales Miguel Miramón y Mariano Mejía.



Miguel López Castillo, Traidor entrega plaza Querétaro a Gral. Escobedo
Miguel López Castillo, Traidor entrega plaza Querétaro a Gral. Escobedo
Cerro de las Campanas, Querétaro
Cerro de las Campanas, Querétaro
Mariano Escobedo
Mariano Escobedo
Te Odio México, Joel Roberts Poinsett
Te Odio México, Joel Roberts Poinsett


La reunión de los presidentes Diaz-Taft en la frontera Ciudad Juárez, Chih.
El Paso, Texas, 16 de octubre de 1909. Las águilas cambian de rumbo.

Reunión William Taft- Porfirio Diaz en El Paso-Ciudad Juárez, Chih.  (16 de octubre de 1909).
Reunión William Taft- Porfirio Diaz en El Paso-Ciudad Juárez, Chih. (16 de octubre de 1909).

Esa etapa de pugnas entre liberales se cierra con los albores del Centenario de la Independencia que concluye con la Revolución Mexicana de 1910, que inicia con el Plan de San Antonio, Texas (mal llamado "Plan de San Luis Potosí", que otros autores lo ubican en Saint Louis Missouri, U.S.A. y no en Texas).

No hubo tal Plan de San Luis, mal augurio para una Revolución que nace con una mentira geográfica-política que apunta a su origen real. El Águila Mexicana había dejado de volar tras la cauda del Águila Americana, conclusión a la que llega la Casa Blanca después de la reunión William Taft- Porfirio Diaz en El Paso-Ciudad Juárez, Chih. (16 de octubre de 1909).

Desde las últimas décadas del siglo XIX, capitales usenses se invirtieron en la naciente industria petrolera. Pero, "En 1901, el escocés sir Weetman Dickinson Pearson comenzó a invertir en el negocio petrolero mexicano con su compañía Pearson & Son, en 1906 organizó a la Compañía de Petróleo el Águila y construyó la primera refinería de Minatitlán, Veracruz, gracias a su amistad con políticos mexicanos consiguió permisos para explorar nuevos yacimientos en los estados de Campeche, Chiapas, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz. En 1909 reorganizó el consejo de administración de El Águila invitando a participar al gobernador del Distrito Federal, Guillermo de Landa y Escandón, al gobernador de Chihuahua, Enrique C. Creel, al presidente del consejo de Ferrocarriles Nacionales, Pablo Macedo, al presidente del Banco Central Mexicano, Fernando Pimentel y Fagoaga, al empresario Enrique Tron y al coronel Porfirio Díaz Ortega, hijo del presidente. De esta manera El Águila pudo obtener ventajas sobre su competidora Waters-Pierce para posicionarse en la venta de productos en México. En 1910 El Águila manejaba el 50% del mercado nacional.4​ Posteriormente, en 1918, la mayor parte de las acciones de El Águila fueron adquiridas por la Royal Dutch Shell." (Wikipedia)

Las concesiones petroleras a Weetman Dikinson Pearson y los ingleses, fue tema central de las reclamaciones de Taft a Díaz, a lo que Díaz replicó que la ley era igual para todos y en el mismo nivel solicitaba compartir las aguas de los ríos Bravo/Colorado acaparadas por los gringos con sus canales, violatorios de tratados de 1906. La defensa de Nicaragua ante la invasión de los marines y el rescate de su presidente, José Santos Zelaya; la defensa del Istmo de Tehuantepec y otras acciones de Díaz en política exterior y economía, habían encolerizado a Washington, ante el cambio de rumbo de la política de México, otrora tan consecuente con los intereses norteamericanos a partir de la consumación del ignominioso Tratado McLane-Ocampo; consolidada desde el triunfo del ejército liberal, pertrechado en U.S.A. sobre los ejércitos conservadores abandonados a sus fuerzas en Querétaro por el liberal ejército francés de Napoleón III -titubeante monarca que cede ante presión diplomática de U.S.A. y se retira con su ejército-. Pero tampoco no se salvó del fracaso militar y político. En 1870 Francia será derrotada por los ejércitos de Bismarck en la batalla de Sedan, sucede la comuna de Paris y Napoleón III, triste sombra del Napoleón Bonaparte se desvanece en la historia.

Taft advirtió de primera mano que los años en el poder habían transformado a Díaz en hombre firme, terco y tozudo. Los vientos de cambio eran evidentes y como ha sido norma desde Juárez a la fecha, el reconocimiento de Washington a candidatos y aspirantes, es ley en América Latina. Díaz había roto con la tradición heredada de los próceres liberales victoriosos.

El General oaxaqueño Porfirio Díaz Mori toma la ciudad de Ciudad de México, entre el 12 y el 21 de junio de 1867, a la cabeza del ejército liberal. Derrota a la guarnición exigua integrada en su mayoría por mexicanos conservadores y unos pocos soldados franceses; ordena fusilamientos como el del gobernador Vidaurri, controla la ciudad y manda decorar las avenidas con arcos de triunfo. Debió esperar hasta 15 de julio día en que Benito Juárez entró triunfal en su berlina negra a la Ciudad de México. Díaz alcanza a Juárez en Tlalnepantla, para informar de la situación, quien desaíra, pues no lo invita a entrar juntos. Es Lerdo de Tejada, atento al bofetón con guante blanco, quien lo invita a entrar en su coche detrás del carruaje de Juárez que encabeza la comitiva.

La gloria como el poder no se comparten. Y los enemigos se amontonan en su entorno por viejas y nuevas afrentas, propias de su estilo personal de hacer política y gobernar.

Miguel Lerdo de Tejada
Miguel Lerdo de Tejada

Esa etapa histórica de más de tres décadas de porfirismo es clave para entender la construcción de una historia oficial mítica con su Olimpo, y sus dioses impolutos e inalcanzables, glorificados, entronizados sobre el altar de la Patria liberal, envuelto en nubes de incienso, discursos, libros, en un panegírico hagiográfico repetitivo e interminable, que termina reducido a simples frases propias del Catecismo de Ripalda que fue reemplazado por el Catecismo Liberal, con poco éxito, como lo demuestra el estado moral de la Nación.


La muerte de Benito Juárez. Las versiones encontradas, y las alternativas recogidas por historiadores contemporáneos.

Funeral de Juárez
Funeral de Juárez

Juárez fallece la noche del 18 de julio de 1872 de angina de pecho. Sus dolencias que fueron del dominio público habían comenzado en 1870. Desde aquellos años el rumor de que murió envenenado, como parte de una conspiración palaciega, es registrada por Regis Planchet (1906) como muerte repentina y misteriosa, sin aportar evidencias. Es hasta 1940 que Joel Verdeja Sousse o Sousa (un seudónimo seguramente) publica La Carambada. Realidad Mexicana (Editorial Polis, 1941). Allí sostiene la tesis de que una mujer se vengó suministrándole jugo de "veintiunilla" yerba que mata a los 21 días de ingerida. La lectura de la trama es más novelesca que testimonial. Apunta sin embargo que Guillermo Prieto invito a Leonarda Emilia a una cena en casa de Lerdo de Tejada, presidente de la Suprema Corte de Justicia, el 28 de junio de 1872. Lerdo era el sucesor legal de Juárez en caso de fallecimiento. No queda claro cómo pretendía Juárez reelegirse una vez más, aunque sus ambiciones eran evidentes. Lo más curioso es que esta hipótesis descartada por los historiadores oficialistas, es recogida por Francisco Martin Moreno (2000), Moisés González Navarro (2007) y Alejandro Rosas más recientemente, en torno al Bicentenario del Nacimiento del zapoteco. Hay muchas conjeturas y motivaciones diversas alientan la hipótesis del asesinato, pero los crímenes de Estado, ocultados por la verdad oficial, son cubiertos con torrentes de información que borran huellas, datos, y hechos. Afirmar esa hipótesis escapa a nuestro propósito por falta de evidencias e insistir es despropósito injustificable.

Benito Juárez
Benito Juárez

Los crímenes de estado, sin embargo, ganan espacio en el imaginario popular cuando la información oficial es poco convincente. Una pespunteada en casos que se enmarcan en esa categoría, ilustra el misterio que rodea a tales crímenes.

En Colombia nadie cree que, a Jorge Eliecer Gaytán, líder liberal, lo mató Juan Roa Sierra, ni que la versión de John Mepple Spirito, agente de la CIA detenido en Cuba por espionaje, no haya sido arreglada para ser creíble con el objeto de sobrevivir. Tampoco es creíble que Álvaro Gómez Hurtado, líder conservador contemporáneo, fue asesinado por las FARC.

En México sólo los ingenuos creen que Mario Aburto Martínez es el asesino solitario de Luis Donaldo Colosio. El asesinato del Presidente General Álvaro Obregón, en el Restaurante La Bombilla, atribuido a José de León Toral y fue juzgado y fusilado por el magnicidio. Pero la autopsia revela que Obregón, reelecto presidente días antes, recibió disparos mortales de varios calibres, descartando la evidencia de la medicina forense, hipótesis del asesino solitario. León Toral no fue el único tirador contra Obregón. Cui bono?, es la pregunta clave.

En U.S.A. pocos creen que el asesinato de Dallas contra J. F. Kennedy fue obra de Harvey Lee Oswald, o que el fallido atentado contra Ronald Reagan, fue obra de un chico solitario; menos creen que el 11 de septiembre del 2001, fue obra de 19 árabes libertinos que no sabían pilotear aviones.

Dwigth Morrow
Dwigth Morrow

La muerte repentina de Juan Pablo Primero en el Vaticano, después de beber una taza de té caliente para bien dormir, generó una veintena de libros de investigación que denuncian un trabajo interno, tal y como el trágico 11 de septiembre de 2001 en Washington, Pennsylvania y las Torres Gemelas en Nueva York.

Las armas de destrucción masiva que justifico el General Powell en la O.N.U para invadir y matar a Saddam Hussein y un millón y medio de iraquíes, aún siguen sin encontrarlas, quince años después, y se sabe con certeza que la C.I.A. mintió deliberadamente para ir a la guerra por el control geopolítico del petróleo en el Medio Oriente, el Golfo Pérsico y Asia Central. Las armas de desinformación masiva fueron y son más eficaces en manos de la elite del poder hegemónico.

La leyenda de la intervención rusa en las elecciones presidenciales de USA que ganó Donald Trump, cada vez tiene menos credibilidad en el electorado, aunque es doctrina oficial de los MCM (Medios de Comunicación Masiva) y del Deep State (Estado profundo, Poder real del complejo militar-industrial-financiero que vive del enorme presupuesto de Defensa de USA).

Si de intervención en asuntos internos de otros países se trata, México tiene un portafolio abundante para denunciar desde su independencia el intervencionismo de USA; los nombres de Poinsett, McLane, Wilson, Morrow, sin hitos para hacer una enumeración histórica sucinta, de intervenciones, invasiones militares e injerencia en las exportaciones, inversiones directas, deuda externa, dominio monopólico en áreas estratégicas de nuestra economía y en la política exterior de la Nación.

Benito Juárez y Esposa
Benito Juárez y Esposa

En mi humilde opinión Don Benito Juárez murió de una dolencia cardiaca. La incógnita es cuál es la etiología de dicha dolencia que le afectaba desde la muerte de su esposa.

La versión del envenenamiento es curiosamente construida en una trama novelesca de despechos y venganzas de una mujer enamorada de un oficial del Imperio, que casualmente se topa con Guillermo Prieto en el mercado y la invita a una cena en casa de Lerdo de Tejada, a la que asistiría el presidente Benito Juárez. En política no hay coincidencias.

Guillermo Prieto
Guillermo Prieto

El Padre Regis Planchet (1906) sostiene, sin aportar pruebas, que Juárez fue envenado por sus Hermanos masones, sin aclarar si la decisión se tomó en el seno de alguna de las Logias o si fue decisión personal de un grupo de masones en el poder, que aspiraba a la sucesión y que se confabularon para deshacerse del obstáculo que se interponía para lograr sus objetivos.

Novelas, sospechas, sin evidencias ni confesiones de alguno de los supuestos autores, nos conducen al campo de las especulaciones. En la antigüedad el envenamiento de plantas ponzoñosas, como la cicuta, era calificado como el arma del cobarde, propia de la perfidia palaciega, en las antípodas del duelo y del enfrentamiento cara a cara.

veintiunilla
veintiunilla

La veintiunilla citada, según el habla de Querétaro y Guanajuato es la Asclepiadaceae, Asclepias curassavica L., cuya foto aparece en la parte izquierda.

Magnicidios por envenenamiento, voluntario, inducido o por error, han marcado la historia de la humanidad, desde la amarga cicuta que bebió el filósofo griego Sócrates, el emperador romano Claudio, Séneca el tutor de Nerón, Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico, Rodrigo de Borja, Napoleón Bonaparte y el arsénico británico. Los crímenes por envenenamiento en México se registran aún a fines del siglo veinte, animados por siniestras ambiciones de jugosas herencias familiares. El caso de don Benito Juárez es otra cosa.

Nos hace levantar las cejas de asombro la lectura del artículo del cardiólogo Dr. José María Torre, discurso leído en el Colegio Nacional en 1973, quien utiliza en su argumentación escritos póstumos inéditos del médico de cabecera de Juárez, -liberal incondicional del extinto presidente-, el Dr. Ignacio Alvarado, y que son, más que un panegírico partidista, un reporte médico.

Murió según los documentos oficiales, que fundamentan la versión oficial: de muerte natural, de angina de pecho, de neurosis del gran simpático, de apoplejía fulminante. Todas estas causas, dejan una rara sensación de apresuramiento, y mantienen vivas las suspicacias fundadas en contradicciones. La ciencia médica del siglo XIX no es la del siglo XXI, y los documentos oficiales no ayudan a comprender cabalmente que causó la muerte del presidente.

Los crímenes de estado, de ser éste el caso, no se resuelven a la luz pública, sino cuando hay uno de los fautores que confiesa. No debe cerrarse la puerta a que en cien años los investigadores históricos puedan aportar nuevas evidencias que aclaren los eventos de los últimos 21 días del presidente Benito Juárez García y el desenlace fatal de la noche del 18 de julio de aquel lejano 1872.

"Juárez: La Construcción del mito", según Alma Silvia Díaz Escoto, ENAH, México (2008).

La palabra "mito" deriva del griego mythos, que significa "palabra" o "historia". Un mito, tendrá un significado diferente para el creyente, para el antropólogo, o para el filólogo. Esa es precisamente una de las funciones del mito: consagrar la ambigüedad y la contradicción. Un mito no tiene por qué transmitir un mensaje único, claro y coherente.

Benito Juárez
Benito Juárez

La mitología no es sino una alternativa de explicación frente al mundo que recurre a la metáfora como herramienta creativa. Entonces, los relatos se adaptan y se transforman de acuerdo a quién los cuenta y el contexto en el que son transmitidos. Los mitos no son dogmáticos e inmutables, sino que son fluidos e interpretables. https://mitosyleyendas.idoneos.com/296267/

En otras palabras, los mitos dogmáticos concluyen en supersticiones y pasatiempos, en un mundo de imágenes ilusorio, como los cuentos de hadas.

El hombre es mitómano. Mitos, leyendas, metáforas, poesía.En política el mito asume características de dogma, para adoctrinar mediante el sistema educativo la historia maniquea, de buenos y malos, exaltando a los unos elevándolos al Olimpo y condenando a los otros como suma de todos los males.

En su resumen la autora arriba citada establece que: "...aborda el proceso de construcción del mito de la figura del presidente Benito Juárez, entre su muerte en 1872 y el centenario de su nacimiento en 1906. Se consideran elementos tales como los festejos oficiales tras su fallecimiento, las celebraciones y honores en cada aniversario de su nacimiento y muerte, los debates constantes entre sus admiradores y detractores en el Congreso y en la prensa, las controversias políticas en torno a su figura, y su utilización como símbolo de cohesión durante el porfiriato, así como las manifestaciones populares y estudiantiles en apoyo al personaje en los años posteriores a su defunción. [Estimuladas desde el poder real] Se concluye que en este proceso Juárez pasó de ser el benemérito de la Patria para convertirse en un símbolo mítico que se consolidó con el tributo literario que le rindieron los refutadores de la polémica obra que Bulnes publicó en 1904, y con los fastuosos eventos para celebrar el centenario de su nacimiento en 1906".

Transcribo un párrafo que nos da la nota de esta sinfonía literaria: El Sol se apaga, es el subtítulo. "En el acto cívico del 15 de septiembre de 1867, un amigo preguntó a Juan de Dios Peza si había visto bien al presidente Juárez. El poeta respondió: "No, porque me ha deslumbrado con su gloria. ¿Quién puede mirar al sol frente a frente?" [Peza,1904:24]. "Sirva esta anécdota para sopesar la admiración y veneración que ya se le tenía a Juárez en vida, concluye Díaz Escoto [p.36]. No obstante, para esa época Juárez había perdido popularidad principalmente entre los lerdistas y los porfiristas, y su figura se había visto disminuida luego de las reelecciones de 1867 y 1871. Porfirio Diaz había sido su contrincante en ambas elecciones y encabezó la revuelta de La Noria, acusando al personaje de querer convertirse en dictador. Sin embargo, con su muerte en 1872 su figura se revaloró, en medio de cierta polémica de la clase política, ventilada principalmente en la prensa y en los congresos federal y estatales".

Juan de Dios Peza, con licencia poética y exaltación oratoria declara a Benito Juárez, el liberal republicano, como el sol. Viene a la mente el famoso Himno bíblico que reza:

Espejo eterno del Padre,
Luz que refleja la luz,
fuente de lumbre,
Día que ilumina el día.
Desciende Sol verdadero,
que brillas perpetuamente...".

Ignoro si el poeta quiso comparar a Juárez con Dios Padre, o bien se retrotrae en la historia al proceso prehispánico de la creación del Imperio Meshica que culminara con la deificación del Emperador meshica. En cualquiera de los dos casos tal exageración blasfema es antitética con la República, con el liberalismo y con la democracia. Mas que progreso indefinido, que decían perseguir de un México moderno, es un salto multisecular al pasado pretérito del Ancien Regime, de la mítica era de Itzcóatl el hueytlatoani y su mentor el reformador Tlacaélel. Un observador imparcial calificaría al Peza de lambiscón, trepador y adulador de poderosos.

Un grupo de intelectuales liberales juaristas, dejaban la figura de Juárez al juicio de la historia, adelantándose al veredicto en tonos elogiosos superlativos. Pero entre elogios se deslizan las críticas: El Monitor Republicano(en su edición del 20 de julio de 1872) afirma: "El presidente Juárez ha pagado a su vez un tributo al error humano: muchas de sus acciones no correspondieron en sus últimos días a sus antecedentes, pero sus faltas no pueden ser juzgadas por sus contemporáneos. Virtudes, crímenes o errores, pesan ya en el platillo de la balanza eterna [...] La historia vendrá después a decir sobre la vida del hombre que ha muerto bajo el solio de la República...". Este párrafo enigmático alimenta múltiples hipótesis hermenéuticas, deja muchas incógnitas a cuestiones de fondo y abre la mente a la búsqueda de preguntas sin respuesta.

Cabe preguntarse a escasos dos días de su misteriosa muerte ¿Cuál fue el tributo que pagó Juárez a sus humanos errores? ¿Acaso su propia vida? ¿Que acciones recientes no correspondían a sus antecedentes? ¿Buscar la reelección presidencial? Junto a las virtudes del fallecido Juárez ¿cuáles son los crímenes o errores a que hace referencia el periódico liberal a ultranza? ¿Fueron los supuestos crímenes y errores a los que hace referencia El Monitor Republicano, causales suficientes para su muerte? El Monitor Republicano nace en 1846 como el Monitor Constitucional y se extingue en 1896 en las postrimerías del porfirismo, por los efectos inexorables de la biología generacional, anunciando cambios tormentosos en el horizonte político.

Era un periódico liberal que reflejaba a través de sus articulistas las tendencias de corrientes liberales y masónicas de pensamiento y acción en el poder. Entre otros, allí escribían plumas altamente reconocidas del partido liberal. Algunos articulistas fueron: José María Iglesias, Ponciano Arriaga, Francisco Zarco, José María Lafragua, Manuel Payno, Guillermo Prieto, José María Vigil, Ignacio Ramírez "El Nigromante", Manuel María de Zamacona, Florencio M. del Castillo, Juan A. Mateos, Juan N. Cerqueda, Juan José González, Epitacio J. de los Ríos, José M. Aragón, Basilio Pérez Gallardo, Francisco Rodríguez Gallega, Francisco Guerrero, Félix Romero, Santiago Vicario, Francisco Serrano y Francisco Díaz Barriga.

A los pocos días de este artículo, en agosto, las principales logias masónicas organizaron en la ciudad de México una ceremonia fúnebre en honor de Guillermo Tell, nombre [seudónimo] que Juárez utilizó en la masonería [El Monitor Republicano, 23 de agosto de 1872] Op. Cit :37.

La oposición al culto a Juárez se hacía oír dentro del bando liberal: Los redactores de El Siglo XIX expresaban que era "necesidad y justicia" honrar a Juárez, pero no estaban de acuerdo en colocar su retrato bajo el dosel, ni en declararlo padre de la patria; la prensa cuestionó las facultades del Congreso para erigir un monumento y para imponer nombres a calles y plazas.

El Siglo Diez y Nueve, periódico liberal, se publicó entre 1841, con interrupciones por los vaivenes de la guerra civil, se restablece con la Republica y fenece en 1896. También escribían en sus planas liberales -y además escribían también en los otros periódicos del régimen-:

Juan Bautista Morales, Mariano Otero, Manuel María de Zamacona, Francisco Zarco, José María Lacunza, Luis de la Rosa, José María Iglesias, José María Lafragua, Manuel Payno, José María Vigil, Guillermo Prieto, Ignacio Manuel Altamirano, Enrique de Olavarría y Ferrari, Melchor Ocampo e Ignacio Ramírez "El Nigromante".

En cuanto al aspecto literario, fueron publicados de colaboradores mexicanos José Justo Gómez de la Cortina, Francisco González Bocanegra, Manuel Peredo, José María Lafragua, los hermanos Franco, José María y Mariano Esteva, Manuel Orozco y Berra, Justo Sierra Méndez, Hilarión Frías y José María Alpuche.

Al mismo tiempo los liberales de El Monitor Republicano advertían:

El más suntuoso de los monumentos no puede comparase con una página de la historia "... sólo la barbarie pagana llevaba monedas de oro a las tumbas ... no queráis hacer un dogma de la existencia de Juárez: le falta el juicio de la historia. Hoy no es Iturbide lo que en 1821. Equivocáis la honra con la deificación. Cuando las opiniones del partido desaparezcan y quede la frialdad imponente de la historia, es un misterio el fallo que sobrevenga. No hay que apresurase a declarar el dogma ... la historia suele matar a los vivos y resucitar a los muertos. ¡Cuidado con las sentencias que se escriben en los bronces de los sepulcros ¡[21 de septiembre de 1872].

El espacio de discusión, por excelencia sobre la figura de Juárez y los principios que representaba era la prensa. Ahí se manifestaban los defensores de los símbolos juaristas. También se hacía oír aquellos que cuestionaban el culto a los principios emanados del triunfo liberal y el endiosamiento a las personas, en clara alusión a la veneración por Juárez. Por ejemplo, el 13 de octubre de 1880 se publicó en La Libertad un artículo que decía:

"Que Dios nos perdone, pero se nos antoja que nosotros somos ahora los revolucionarios como Ustedes, Sr. Altamirano, lo fueron en 1857. Revolucionarios de poco calibre, es verdad, por cuanto a que ya pasó en México la edad de los semidioses y los héroes; pero revolucionarios al fin, dado que tenemos el atrevimiento de revisar, comentar, modificar, mutilar acaso, ¡¡ qué horror¡¡ en nombre de ciertos principios que decimos científicos, el venerable, el inconmensurable, al tres veces sagrado, al eterno cuerpo de doctrina que nació en Ayutla".

Sin embargo, a pesar de la discusión y del descontento, el Congreso por la vía de un decreto [18 de abril de 1873] declaró a Benito Juárez Benemérito de la Patria en grado heroico y su nombre se fijaría con letras de oro en la sala de sesiones del Congreso de la Unión. Además, se estableció que cada 21 de marzo se enarbolaría la bandera en los edificios públicos y cada 18 de julio se izaría a media asta en señal de duelo. Asimismo, se autorizó la construcción de dos monumentos, uno conmemorativo y otro sepulcral. No hay ciudad, villa o pueblo que no tenga calle, avenida, plaza o monumento dedicado a Benito Juárez. Escuelas, institutos, aeropuertos, edificios públicos también llevan su nombre.

La polémica continuó en todo ese periodo del porfirismo: Victoriano Agüeros descalifica las honras:

"Mentida grandeza del personaje público, la falsificada gloria que, por intereses bajos, de banderías y odios de partido se ha querido adscribir a su nombre. Hemos combatido y combatiremos sin tregua esa falaz grandeza, porque es, ha sido y será por muchos años una bandera de errores y de engaños al pueblo mexicano" [15 de julio de 1887].

La reacción de Porfirio Díaz fue draconiana. Don Victoriano y siete de sus trabajadores fueron aprendidos por el delito de "ultrajes a la nación" y para evitar problemas durante los festejos luctuosos de Juárez, el gobierno cerró por once días las instalaciones del periódico. (El Tiempo, 27 de julio de 1887) [Op. Cit.:41]

La tesis central de la autora del artículo de referencia se puede sintetizar como sigue:

1. El mito es una construcción necesaria para dar cohesión y crear adhesiones emocionales a la figura y con ella a la ideología liberal.

2. La construcción del mito de Juárez, la estimulan los liberales y masones que fueron sus enemigos en las luchas por el poder dentro del bando liberal, para legitimarse y unificar a todas las tendencias en torno al poder. [Una hipótesis de trabajo que tiene sus matices de fondo].

3. El propósito de esta mistificación histórica y deificación de un líder político fue la legitimación de Díaz en el poder, y el argumento decisivo para distraer la atención de los juaristas y masones jacobinos, exaltando a Juárez y las Leyes de Reforma y agitando el espantajo de la reacción del antiguo régimen, simbolizada en supuestas conspiraciones de la Iglesia Católica, oportuno perro del mal para unificar a todos en torno a Díaz.

4. Los primeros en reaccionar de manera organizada a las obras de Bulnes fueron los masones y liberales, quienes usaron todo su poder en la publicación de libros, panfletos y desde los periódicos del sistema, pues la prensa libre, como vimos con Arguellos, era una aspiración pía.

5. Finalmente, las obras de Bulnes, satanizadas por los masones, provocaron un efecto contrario que perdura un siglo después, suponiendo que las intenciones de Bulnes hayan sido blasfemar contra el mito de Juárez.

6. Las razones reales de la iconoclasia de Francisco Bulnes están en el campo de la controversia, pero es evidente que la crítica a Antonio López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, era el repudio a un régimen militar, con dedicatoria al mismo Díaz, pero en especial contra el General Bernardo Reyes posible sucesor de Díaz. La crítica al personalismo o culto a la personalidad que los marxistas llaman bonapartismo, es el llamado a institucionalizar procesos políticos. Creía el buen Bulnes que los partidos políticos eran el medio efectivo para construir la democracia y el progreso.

7. Bulnes creía que las revoluciones eran inevitables y que éstas suceden por cuestiones económicas.

8. El discurso de Bulnes en la Segunda Convención Nacional Liberal (21 de junio de 1903), está cargado de premoniciones de inestabilidad, desconcierto y ruptura de un sistema político centrado en la persona de Díaz. Y eso sucedió efectivamente. Sólo se necesitaba un empujoncito de fuera.

El reconocido historiador liberal Moisés González Navarro, del Colegio de México, antes citado, en su obra "Juárez" (2006) producto de medio siglo de investigaciones, escribe un uno de sus capítulos una comparación luminosa para entender las visiones de los llamados liberales y conservadores: "...En uno de los capítulos el autor compara lo que escribe José María Vigil en "México a Través de los Siglos" (ver link abajo), sobre la Reforma, y el conservador Niceto de Zamacois en su "Historia de Méjico desde sus tiempos más remotos hasta nuestros días" (ver link abajo). A pesar que el liberal Vigil y el conservador Zamacois utilizan las mismas fuentes llegan a conclusiones muy diferentes. En el caso de Vigil tenemos "una obra de partido, del partido vencedor, por lo cual se reduce a un alegato apasionado y polémico mayor en pro del liberalismo mexicano". Con razón Moisés González Navarro llega a la siguiente conclusión: "En ambas obras, pues, no son los documentos la base de la investigación, el punto de arranque de la interpretación sino, por el contrario, una idea preconcebida a la que se sacrifican los textos consultados" [Wolfgang Vogt, Universidad de Guadalajara. "Historia Mexicana" 57:4 abril junio 2008, pp. 1244-1246]. Es claro que el prisma hermenéutico juega un papel en la interpretación de la historia sea clásico, estructuralista, neomarxista o neoconservador, nacionalista, izquierda nacional, trotskista de la revolución permanente, hispanoamericanista, liberal, o jacobino. Sin embargo, los documentos son testimonios irrefutables, que hablan por sí solos, tanto para unos como para otros, como por ejemplo "El Tratado McLane-Ocampo", "Los Tratados de Bucareli" o el TLCNAFTA.

El riesgo de caer en lo políticamente correcto es escribir "una obra de partido, del partido vencedor, por lo cual se reduce a un alegato apasionado y polémico mayor en pro vencedor en turno" parafraseando a Moisés González Navarro.

Los intelectuales cortesanos del poder político que justifican lo injustificable en Occidente, son tan viejos como la historia de Enrique VIII de Inglaterra, víctima de sus incontrolados apetitos sexuales, y las dóciles Universidades de su tiempo.

Es hora se acercarnos a las "ofensas" que profirió el polémico Bulnes contra el sistema liberal dominante en la última parte del siglo XIX y de inicio del siglo XX.

Francisco Bulnes y la verdad acerca de México en el siglo XIX, a partir de David A. Brading (Cambridge University).

El historiador liberal de referencia que nos ha llamado de atención es Don Francisco Alonso de Bulnes (1847-1924) distinguido Ingeniero profesor de la prestigiosa Escuela de Minas y de la famosa Escuela Nacional Preparatoria que funcionaba en el Colegio de San Ildefonso.

Liberal de los llamados científicos, que encabezaba José Ives Limantour, era tan patriota como los demás, pero por su formación rigurosa y intelectual no aceptó que se enseñaran mentiras y falsedades a los niños. Su temperamento lo condujo a cuestionar la mitología liberal construida a partir de 1872, las falsificaciones históricas, con un demoledor rigor lógico que desnuda falsos enunciados y un patriotismo exclusivista y sectario, cuando los hechos apuntan en sentido contrario. Ese fue su mérito y su pecado. Periodistas domesticados para exaltar mitos con sus mejores recursos literarios y recibir recompensas en sobre papel manila, pronto, con nada sorpresiva unanimidad, lanzaron andanadas de truenos y centellas contra el Cainita que osaba cuestionar verdades eternas del Olimpo liberal. La Inquisición colonial se quedó corta.

La obra de referencia se llama Las grandes mentiras de nuestra historia: la Nación y el Ejército en las guerras extranjeras, (1904), cuyo original en pdf el lector encontrara si desea correr el riesgo de conocer la otra cara de la historia desmitificada.

Las respuestas de los guardianes de la verdad histórica oficial no se hicieron esperar en esas fechas a principios del siglo XX poco antes del Centenario de la Independencia. Genaro García (1867-1920) reconocido historiador encabeza la defensa ilustrada que se recompensará con el prestigioso cargo de "Cronista de las Fiestas del Centenario de la Independencia". La biblioteca de este historiador liberal será la base del acervo mexicano de la Universidad de Texas en Austin por 100 mil dólares comprada en la época de los Tratados de Bucareli, durante el gobierno del General Álvaro Obregón.

Tanto escándalo provocó la obra con sus evidencias y denuncias que llegaron a la médula de los mitos, leyendas, omisiones y mentiras del patriotismo oficial, que aquellas respuestas tempranas y ataques ad hominem ---cuando no hay argumentos sólidos se ataca a las personas -- se han reproducido en versiones recientes -la última que registramos en 2008-, en las celebraciones del bicentenario del nacimiento de Don Benito Juárez García --, con el mismo fervor punitivo de entonces, en aquel lejano eclipse del régimen de Don Porfirio Díaz Mori. 0

Una obra teatral de los hermanos Lomnitz estrenada en el 2010 sobre el verdadero Bulnes se dio en el marco de los festejos del Segundo Bicentenario de la Independencia durante el gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa.

BULNES Y BRADING: las herejías de un liberal positivista.

¿Cuáles fueron las herejías que escribió Francisco Bulnes de la Historia de México que le valieron una excomunión civil del sistema liberal y el ostracismo temporal?

Me basaré en la apretada exégesis que hace el laureado historiador inglés David A. Brading (1996), en el extenso artículo de referencia, concentrándome en los ataques contra la figura de Benito Juárez, dejando para otra oportunidad una crítica al resto del bagaje ideológico positivista del autor, obras con las que de facto se margina del grupo de librepensadores científicos y liberales en el que participaba activamente.

Cito textual: "No está claro por qué Bulnes decidió atacar a Juárez. Como todos sus libros tenían una aplicación política general, es dudoso que sus proposiciones heréticas se deriven sólo de un iconoclasismo temperamental. En primer lugar, al atacar a Juárez y su culto, Bulnes estaba atacando el principio de gobierno personal, de modo que su crítica atacaba cualquier idolización de Díaz y reiteraba su demanda que se institucionalizara el gobierno. Una segunda posibilidad (sin excluir la primera), sostiene Brading, es que percibiera el peligro de que los jacobinos, es decir los liberales demócratas, pudieran declararse los verdaderos herederos de Juárez y desplegar su culto y su nombre en la crítica del despotismo porfirista. Cualquiera que fuera la explicación, la vehemencia de la reacción [...] obligó a Bulnes a exiliarse temporalmente...". Antes de emprenderla contra Juárez llevó a cabo un ataque contra el general Antonio López de Santa Anna, "nuestro Napoleón" caracterizado por "su completa impericia como militar". Los dardos contra el estamento militar en realidad estaban dirigidos contra el secretario de la Defensa, el General Bernardo Reyes, como candidato a sucesor de Díaz o como su vicepresidente, dada la ancianidad de Díaz, frente a un sesentón vigoroso.

" En El verdadero Juárez (1904), Bulnes criticó con fuerza el papel del presidente en la defensa de México ante la invasión francesa y condenó el culto que lo presentaba ante el dominio extranjero como "la personificación de la resistencia". Se quejó de que siempre se había descrito a Juárez como un coloso político, como un "Boudha zapoteca y laico" cuya apoteosis resultó del catolicismo residual del pueblo mexicano, "que busca siempre una imagen, un culto, una piedad para la emoción social". Sin embargo, el presidente indígena había sido más un espectador que un participante en la lucha contra los franceses. Su autoridad era esencialmente pasiva, una obstinación de principio y oficio, un papel caracterizado más por la inactividad que por la dirigencia positiva. Como no era hombre de Estado, y mucho menos un apóstol de la libertad, Juárez tenía todo el aspecto de "una divinidad de teocalli, impasible sobre la húmeda y rojiza piedra de los sacrificios". Para proporcionar más sustancia a sus insultos étnicos, Bulnes se apoyó en las polémicas de los intelectuales radicales que habían roto con Juárez en 1864, cuando prorrogó su período presidencial y se negó a apoyar la candidatura de Jesús González Ortega, el popular gobernador de Zacatecas. Se apoyó particularmente en la "Breve Historia de México" escrita en 1883 por Ignacio Manuel Altamirano, un ideólogo y hombre de letras radical, quien después de reconocer que Juárez poseía una "voluntad de granito" condenó su implacable persecución de los aspirantes a su cargo, observando que perdonó

"[...] al enemigo de sus ideas [...] y elevó a traidores a la patria con tal que no hubiesen atacado su persona, y proscribió y persiguió tenazmente o mandó fusilar a liberales sin mancha, a patriotas esclarecidos, si habían tenido la desgracia de no haberle sido adictos personalmente o de ofenderlo de algún modo".

Como Altamirano había apoyado la candidatura de Porfirio Díaz, experimentó en carne propia el rencor de Juárez.

De ninguna manera Bulnes intentó exculpar al bando conservador y católico, ni al Imperio de Maximiliano quien en el poder apartó a los obispos, envió a los generales conservadores más importantes a ocupar puestos diplomáticos en el extranjero, mientras se apoyaba en los liberales moderados para reconciliar a la opinión pública con el régimen.

La tragedia e ironía de los católicos en política no fueron sus enemigos ideológicos, los liberales jacobinos, pues sus visiones del mundo eran y son irreconciliables. Los golpes traperos y las omisiones cómplices, vendrán del Episcopado mexicano. La tendencia del Alto Clero a repicar a cuanto ejército triunfador ingresara a Puebla y a México, la política de buscar conciliación con los liberales, dejando sin soporte real a los conservadores que los defendían, la emergencia de una tendencia de católicos liberales y de obispos liberales y masones, es política del Vaticano de la segunda mitad del siglo XIX de acomodo con los gobiernos liberales anticlericales de Francia y que se extiende a lo largo del siglo XX hasta la segunda Guerra Mundial. México, España y Argentina son tres ejemplos que vienen al canto, pero no son los únicos.

Los conservadores monárquicos mexicanos cometieron el peor error de su historia al buscar en las casas reales europeas, tan modernas, liberales, ligadas a las bancas usureras y en algunos casos como los Borbones españoles, a la Masonería inglesa, que su gestión se convierte en un fiasco monumental, pues los franceses los hacen a un lado. Error fatal que anticipó la derrota y extinción de sus fortunas confiscadas y de sus ideas fuera del poder.

Los ejércitos liberales no pudieron contra las aguerridas tropas francesas, se acumularon derrotas y rendiciones. Para dar cuenta de la última victoria liberal, Bulnes sostenía que el Imperio de Maximiliano se vio condenado cuando el Norte conquistó el Sur en la guerra civil de Estados Unidos. Para patentizar su apoyo al bando liberal en México, el presidente Johnson que había reemplazado al asesinado Lincoln, amasó un ejército de 100 mil hombres en su frontera Sur. Napoleón III entendió las señales y ordenó el retiro de sus tropas.

Washington apoyó a Juárez en muchas efectivas formas directas e indirectas, como el reconocimiento diplomático, la protección de la flota norteamericana en Veracruz, y la asistencia técnica de oficiales de artillería a su ejército visibles en el sitio de Querétaro.

La clave de la victoria no podía hallarse en la mayoría de la población mexicana, que por su catolicismo bien habría podido apoyar al Imperio, sino en la minoría activa, los hombres de la "inteligencia, el dinero, la actividad", en lo que podríamos llamar la Nación política. La fuerza efectiva del partido liberal mexicano ha sido siempre el caciquismo. Los caciques fueron cortejados, exaltados, honrados y enriquecidos con los bienes materiales confiscados a católicos e Iglesia, gozaron de fama, poder e impunidad, a cambio de su lealtad al régimen liberal.

Gracias a su sacrificio y patriotismo, México, dice Brading, se vio libre del dominio francés. "Por eso fue más lamentable que Juárez, apunta Bulnes, que había estado cómodamente dormido en su cama mientras otros hombres luchaban, hubiera utilizado las "facultades extraordinarias", otorgadas por el Congreso en 1863, para tomar medidas derivadas de su implacable determinación de mantenerse en la presidencia: primero alejar del poder político a los intelectuales radicales que habían participado en la Reforma, y luego apartar a los héroes militares que habían derrotado a los franceses, como Porfirio Díaz".

Bulnes no titubeó al admitir que los jacobinos no forman más que una pequeña minoría, pues "¿se podía ocultar a alguien que en 1858 casi la totalidad del pueblo mexicano era católico, de la escuela más rancia española, católica carlista?". En efecto la Reforma había sido impuesta por una minoría activa contra los deseos de la mayoría pasiva, un indicio según Bulnes de "que nuestra población está hecha expresamente para ser impunemente tiranizada". Todavía en 1860 el general Miramón había tenido el control de la capital y de la región central apoyado en la mayoría de la población. Por esta razón Bulnes exclamó: "los liberales no debemos desear elecciones libres, mientras no adquiramos otro pueblo", pues en efecto, el voto universal le devolvería el control del país a la Iglesia" [ en realidad a los políticos católicos]. En 1890 Diaz le explicaba a Bulnes que las leyes de Reforma eran admirables "pero no son las leyes del país; no son las leyes del pueblo mexicano", pues la mayoría católica las odiaba por estar contra su religión" [Bulnes op. cit.].

Prosigo leyendo a Brading:" En cada estado y distrito había una lucha por el poder, implícita, aunque a veces abierta, entre estos caciques y los procónsules militares que se disputaban el control del país. Fue esta rivalidad en el plano de la violencia organizada el motor del eterno conflicto entre federalismo y centralismo, y lo que explica por qué muchos caciques se enlistaron en la coalición liberal. Bulnes sostenía que a largo plazo los caciques estaban destinados a la victoria, pues mientras el ejército dependía de los fondos del gobierno central, el poder de los caciques se basaba en las redes locales de parientes, todos con intereses personales en su región particular y todos unidos en su aborrecimiento al ejército.

Los caciques estaban aliados con los políticos liberales, la mayoría de los cuales eran abogados, a quienes Bulnes caracteriza como "el grupo apostólico profesional y estudiantil liberal". Estos jacobinos buscaban someter a la Iglesia al control Legislativo, y cuando los obispos se resistieron no dudaron en nacionalizar las propiedades de la Iglesia, disolviendo las órdenes religiosas, separando a la Iglesia del Estado [...]

[..] Bulnes, en la persecución de su presa alegó que al principio de su carrera Juárez había sido un contemporizador, tan listo para servirle a Santa Anna como a los liberales, y que sólo había aprendido sus principios radicales durante su exilio americano que, en opinión de Brading, era ostensiblemente falsa. De la misma forma sacó provecho de las concesiones contenidas en el tratado Ocampo-McLane ya proyectado que hubiera permitido a las tropas estadounidenses entrar libremente al territorio mexicano para perseguir merodeadores. Por lo demás, subrayó la ironía del "frenesí juarista actual" que aclamaba al presidente como un demócrata grandioso cuando "es un hecho palpable que jamás hemos tenido democracia y que ni dentro de 100 años la tendremos. Es otro hecho que el más grande enemigo que tuvo la democracia mexicana fue Juárez de 1867 a 1872. [...] Juárez nunca perdonó a quienes desafiaban su autoridad" [...].

En su último libro "El verdadero Díaz" (1920) habla de que la caída del régimen sucedió debido a varios factores atribuibles tanto al propio anciano general, como al Tesorero Ives Limantour. El reparto de huesos encontraba sustento seguro en la clase media en la burocracia. Díaz convirtió al Estado en un "orfanatorio socialista de la clase media". Diaz desmilitarizó al país dejándolo inerme e incapaz de combatir la insurgencia a tiempo y con eficacia. El régimen se anquilosó en gerontocracia y la falta de renovación de cuadros políticos, administrativos y militares anquilosaron al régimen. En 1876 el ejército regular de 30 mil hombres estaba flanqueado por 22 000 guardias locales y otros 50 000 guardias locales. En 1910 lo que quedaba del ejército regular eran 18000 hombres, 2 700 guardias federales y 5 000 guardias estatales. El ejército federal estaba pobremente equipado y dirigido por oficiales ancianos.

En 1904 la debilidad del régimen era demasiado obvia. Díaz era un anciano que se aferraba a la presidencia. El régimen sufría de parálisis gerantocrática.

Si Díaz fue el primer responsable del colapso del porfirismo, según Bulnes, José Ives Limantour llegó en segundo lugar. Un egoísta frívolo, austero como monje, el "jefe aristocrático" de los científicos no comprendía las pasiones humanas y mucho menos "la psicosis del ambiente social". Parte del problema fue que para Limantour "la especie humana comenzaba con los banqueros", de modo que convirtió a los científicos en agentes de la plutocracia. Después de 1889 el grupo políticamente activo se había reducido a Limantour, Roberto Núñez, Pablo Macedo, Joaquín Casasús y Rosendo Pineda. Si el mismo Limantour heredó una gran riqueza, también Macedo y Casasús se volvieron ricos fungiendo como abogados para un círculo bastante amplio de inversionistas extranjeros y hombres de negocios mexicanos. [...] favorecía a un círculo cerrado de empresarios, entre los cuales incluía varios europeos [judíos alsacianos que se reunían en el exclusivo Jockey Club, del que Limantour era presidente, Op cit.] Así, cuando obtuvo el control federal de los ferrocarriles, se apoyó en la casa de bolsa de los hermanos Scherer y Julio Limantour. Fue la misma preferencia por asociados adinerados la que en 1904 hizo que Limantour le devolviera el estado de Chihuahua a Luis Terrazas Fuentes y a su yerno Enrique Creel [...]. Limantour Marquet y Terrazas Fuentes estaban asociados en varias empresas.

La crisis comienza en 1899. Díaz ofrece la presidencia a Limantour, para asegurar su propia reelección y designa al General Bernardo Reyes como secretario de Defensa. Reyes parecía ser el sucesor a principios del siglo XX. Su hijo Rodolfo creó un partido para apoyar su candidatura, atrayendo partidarios entre los masones, protestantes, maestros y la burocracia inferior. En la campaña los reyistas acusaron a los científicos de haber vendido el país a los intereses extranjeros. Limantour amenazó con el exilio si no detenían la campaña. Ganaron los plutócratas y Díaz regresó al General Bernardo Reyes a la ciudad de Monterrey.

En el caso del liberalismo argentino el equivalente a José Yves Limantour mexicano, es otro alsaciano alemán Otto Bemberg Drügg, fundador de Casa Bemberg monopolista de la cerveza Quilmes, su hijo Bemberg Ocampo, los especuladores de Wall Street, famoso por la compra oportuna de sus 400 y tantas toneladas de oro, la semana anterior del crack financiero de 1929 gracias a un sueño profético, dice el relato. (Ver Anexo II )

El resto de la historia es dramática y conocida por el lector. La historia se repite, así como la serpiente se muerde la cola y no hay nada nuevo bajo el sol cuando son las mismas fuerzas que operan en la política nacional e internacional Son las ominosas vísperas de la sangrienta Revolución Mexicana de 1910, con su millón de muertos, la destrucción de la economía nacional y cientos de miles de emigrados. Es la era de la lucha de los caudillos por el reconocimiento diplomático de Washington para estabilizarse en el poder, el caos, los asesores norteamericanos, el golpe y asesinato de Francisco Madero y Pino Suárez, los asesinatos de Francisco Villa y Emiliano Zapata; los asesinatos de jefes militares desafectos del mandamás en turno: el Maximato de Calles; el movimiento nacional y popular de resistencia civil a las Leyes antirreligiosas impuestas por una minoría, los 250 mil muertos en el conflicto, los asesinatos selectivos de más de tres mil oficiales de la Guardia Nacional, después de entregar las armas, y firmarse los acuerdo patrocinados por la Embajada norteamericana y el Vaticano y la Compañía de Jesús. El modus vivendi bien llamado por el pueblo llano, modus muriendi.

El objetivo de esta Ruta Crítica "... no es servir a un partido, ni excitar sentimientos nobles o innobles, ni empañar o pulir glorias nacionales, ni buscar popularidad o censura; su objeto es más elevado, y no es otro que llegar a la verdad", aunque duela, incomode, y encolerice a los guardianes de la verdad oficial.

La historia oficial decimonónica del liberalismo en América Hispana.

Este fenómeno de la historia oficial aconteció en el siglo XIX en la América Hispana donde las fuerzas liberales tomaron el poder con la fuerza de las armas y la ayuda de potencia hegemónicas continentales y europeas que exportaron las ideas, organizaron clandestinamente a sus seguidores, aprovisionaron de armas cañones y municiones a su bando, exportaron sus productos industriales y tomaron tajada de nuestros vastos recursos naturales minerales, agrícolas y ganaderos. Y llegaron los ferrocarriles y los bancos extranjeros, los buques de bandera usense dominaban el comercio internacional en los puertos del Golfo, como Veracruz, Tampico y Campeche, y en los puertos del Pacífico, Acapulco, Mazatlán. Negocio redondo. La dependencia de España mutó a la dependencia de los anglosajones, U.S.A. en estas latitudes y U.K. (United Kingdom, Inglaterra o Reino Unido) en el Cono Sur de América hasta el Rio de la Plata.

En el cono sur, el mejor ejemplo de historia oficial liberal es la obra de Bartolomé Mitre, presidente e historiador, y Vicente Fidel López, quienes inician la tarea de escribir la historia oficial tan favorable a su bando y comienza la mitificación del santón liberal Domingo Faustino Sarmiento Albarracín Oro. Inauguran una línea de pensamiento que será bautizada como la línea Mayo-Caseros-Libertadora-Macri, con estaciones intermedias Rivadavia, Lavalle, Cepeda 1861, Roca y llega hasta nuestros días, a veces con los mismos clanes familiares, en el poder.

Don Juan Manuel de Rosas el Restaurador de la LeyesLos liberales profesaban un desprecio total por todo lo autóctono, lo criollo y aborigen, y una admiración sumisa y exultante del mundo anglosajón, de la cultura protestante calvinista, admiración del progreso material que asumían indefinido montados en el mito del progreso indefinido que insuflaba en mentes y almas, un sucedáneo de certeza religiosa, que reemplaza al catolicismo. Asimismo, siempre dispuestos a la entrega de territorio nacional, a otros países que los cobijaban. Unitarios eran los liberales quienes se sentían los apóstoles del progreso, mientras que los federales eran los caudillos a quienes seguía el pueblo, que sostenía la Restauración de las Leyes, bajo la bandera de Religión o Muerte de Facundo Quiroga. A diferencia de México en que los unitarios eran los restauradores, llamados conservadores y los liberales federalistas.

Esta mayoría popular en las Confederación Argentina, eran para el pensamiento liberal, la barbarie. La realidad es exactamente la opuesta.

Trascribimos el pensamiento de Sarmiento Albarracín Oro, para que el amable lector, que pensaba de los indios, gauchos, paraguayos y rioplatenses. Cuando progreso y genocidio vienen de la mano, no es progreso sino coloniaje mental. El ideal colonizador era anglosajón rubio de ojos azules, encandilado por su paso por Washington como Embajador, cargo que ocupaba, cuando fue electo Presidente de la República Argentina (1868). Este encandilamiento no es privativo de los liberales y masones, pero en ellos es distintivo su desprecio por lo criollo y aborigen:

Sarmiento Albarracín sobre los indígenas:
Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios asquerosos a quienes mandarí­a colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así­ son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado. 

El Progreso, 27 de septiembre de 1844.
Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos, sin poderlo remediar, una invencible repugnancia, y para nosotros, Colo Colo, Lautaro y Caupolicán, no obstante los ropajes civilizados y nobles de que los revistiera Ercilla, no son más que unos indios asquerosos, a quienes habrí­amos hecho colgar y colgarí­amos ahora, si reaparecieran en una guerra de los araucanos contra Chile, que nada tiene que ver con esa canalla. 

Extractado de Nueva Crónica de la Conquista del Tucumán, de Roberto Levillier, Madrid, 1926.

Sarmiento Albarracín y el pueblo.
Tengo odio a la barbarie popular... La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil... Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad? El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden... Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas.

Carta a Bartolomé Mitre, del 24 de septiembre de 1861.
En las provincias viven animales bí­pedos de tan perversa condición que no sé qué se obtenga con tratarlos mejor.

Informe enviado a Mitre en 1863.

Sarmiento Albarracín justifica el genocidio de la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay.
Descendientes de razas guaraní­es, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto ciento cincuenta mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traerí­a la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie... Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní­. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse. Carta a Mitre, 1872.

Sarmiento Albarracín se denigra como argentino hincado frente al dios del progreso.
(los argentinos son) una dañosa amalgama de razas incapaces e inadecuada para la civilización. Los argentinos somos pobres hombres llenos de pretensiones y de inepcia, miserables pueblos, ignorantes, inmorales y apenas en la infancia. Somos una raza bastarda que no ocupa, sino que embaraza la tierra. Nuestro pueblo no está preparado sino para degollar, robar, haraganear, desvastar [sic] y destruir. 
Obras Completas de Sarmiento.

Sarmiento Albarracín exiliado en Chile donde ingresa ala Masoneria y los conflictos limítrofes.
He contribuido con mis escritos aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel paso. Magallanes pertenece a Chile y quizás toda la Patagonia. No se me ocurre, después de mis demostraciones, cómo se atreve el gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus derechos. Ni sombra, ni pretexto de controversia queda.

El Progreso, 28 de noviembre de 1842.
Que no suene más el nombre de los argentinos en la prensa chilena; que los que en nombre de aquella nacionalidad perdida ya habí­an levantado la voz guarden un silencio respetuoso; que se acerquen a los que por ligereza u otros motivos los habí­an provocado; y les pidan amigablemente un rincón en el hogar doméstico, de lo que en lo sucesivo serán, no ya huéspedes, sino miembros permanentes. Ahora, no hay más patria que Chile; para Chile debemos vivir solamente y en esta nueva afección, deben ahogarse todas las antiguas afecciones nacionales. Fundámonos en intereses e ideas con las nacionales, participemos de sus afecciones, de sus costumbres y de sus gustos. Hagámonos dignos de ser admitidos entre los individuos de la gran familia chilena y conquistemos la nacionalidad por la moralidad de nuestras costumbres, por nuestra laboriosidad y por nuestros servicios a la causa de la libertad y de la civilización que en Chile como en cualquier otra sección americana tiene amigos y partidarios.

El Progreso, 11 de enero de 1843.
La cuestión de Magallanes nos interesa bajo otro aspecto que no es puramente personal. En 1842, llevamos adelante una idea que creí­amos fecunda en bienes para convicción de que aquel territorio era útil a Chile e inútil a la República Argentina. Téngase presente además que todas las cartas geográficas hechas en Europa, ponen los lí­mites a la República aquélla, el Rí­o Negro al Sud, demarcando separadamente la Patagonia como paí­s distinto, y aunque este hecho no constituya derechos en favor de nadie, muestra ya la opinión de todos los pueblos con respecto a aquellos parajes, que la colonización española no ha ocupado; y no sabemos si serí­a obra de caridad arrebatar el terreno para poblarlo, a un gobierno como el argentino, que no es capaz de conservar poblado el que le dejó sometido y pacificado la España.

La Crónica, de Santiago de Chile, 29 de abril de 1849.
El primer principio de equidad que ha de consultarse es éste: un territorio limí­trofe pertenecerá a aquel de los dos Estados a quien aproveche su ocupación, sin dañar ni menoscabar los intereses del otro. 

Este principio, seguido en todos los tratados de demarcación de lí­mites de paí­ses despoblados, tiene su completa aplicación en Magallanes. El Estrecho es una ví­a necesaria, indispensable, de comunicación para Chile; es uno de sus caminos para Europa que le interesa aclarar, asegurar, poblar, para mejorar su comercio. 

Para Buenos Aires el estrecho es una posesión inútil. Quedarí­a por saber aún, si el tí­tulo de erección del Virreinato de Buenos Aires expresa que las tierras del sud de Mendoza y poseí­das aún hoy por chilenos, entraron en la demarcación del virreinato, que a no hacerlo, Chile pudiera reclamar todo el territorio que media entre Magallanes y las provincias de Cuyo ¿Qué harí­a el Gobierno de Buenos Aires con el Estrecho de Magallanes? Que pueble pues el Gobierno de Buenos Aires el Chaco, el Sud hasta el Colorado y el Negro, que dé seguridad a sus fronteras, que allane las dificultades del comercio interior; que regularice las leyes de aduana y deje el Estrecho a quien lo posee con provecho y no podrá abandonarlo sin mengua. Ningún interés nacional lo lleva a aquel punto, que a dejarlo Chile, le recuperarí­an los bárbaros, sin que el Gobierno de Buenos Aires tenga interés para hacer las erogaciones que demanda la ocupación de aquel paí­s, remoto, frí­gido e inhospedable. 

La Crónica, de Santiago de Chile, 11 de marzo de 1849.
Sarmiento Albarracín contra su pueblo y el fraude electoral de la Constituyente de 1857.
Tengo odio a la barbarie popular; la chusma y el pueblo nos es hostil.

El Nacional, 3 de febrero de 1857.
Fue tal el terror que sembramos en toda esa gente, la oposición, con éstos y otros medios: establecimos en varios puntos depósitos de armas y municiones, encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración; algunas bandas de soldados armados recorrí­an de noche las calles de la ciudad acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros que el 29 triunfamos sin oposición [N. de la R.: en las elecciones del 29 de marzo de 1857]. Los s que se resistieron a votar por los candidatos del gobierno fueron encarcelados, puestos en el cepo, enviados al ejército para que sirviesen en la frontera con los indios y muchos de ellos perdieron el rancho, sus escasos bienes y la mujer. 

Carta a Domingo Oro, 17 de junio de 1857.
Sarmiento Albarracín: el Estado no tiene caridad, no tiene alma. Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad; hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer. Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13 de septiembre de 1859. 

Sarmiento Albarracín elogia el genocidio del pueblo argentino.
No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al paí­s. La sangre de esta chusma criolla, incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos. 
Carta a Bartolomé Mitre, 20 de septiembre de 1861.
El plan definitivo: asegurar los principales puntos de la República con batallones de lí­nea, o lo que es lo mismo, apoyar a las clases cultas con soldados contra el levantamiento del paisanaje.

Del Archivo Mitre.
Las críticas a las mistificaciones surgieron del bando liberal de la pluma de personajes de empaque como el liberal Juan Bautista Alberdi, José Hernández -el autor del "Martin Fierro"-, Carlos Guido Spano, Olegario Víctor Andrade, entre otros.

La primera voz disonante y vida paralela de Francisco Bulnes, fue Adolfo Saldias admirador de Mitre, historiador liberal quien fue a los archivos para continuar la obra de maestro pero descubrió omisiones tales que reescribió la historia basado en documentos. Leal y honesto, envía su obra "Historia de la Confederación Argentina" a su maestro Bartolomé Mitre a quien dedica su esfuerzo honesto de historiador. Mitre responde lapidariamente, condenando el trabajo, sus conclusiones y su autor. Y la prensa del régimen, no había otra, lo condenó al silencio, ni para criticarlo, y a una especie de muerte civil. La obra de Saldias y la condena de Mitre, tienen un símil, equivalente Mitre a las obras de Justo Sierra Ibarra, Federico Riva Palacio, José Luis María Mora y Lorenzo de Zavala.
Aquellos historiadores rioplatenses fueron señalados como el momento fundacional del revisionismo histórico argentino que ha reivindicado la historia alternativa en historia real.

Enumero rápidamente los autores, pensadores, historiados e intelectuales de mayor incidencia en la recuperación de una historia nacional, pidiendo una disculpa anticipada por omisiones involuntarias: Rómulo Carbia, Diego Luis Molinari, Julio Irazusta, Ernesto Palacio, Manuel Gálvez, Rodolfo Irazusta, José María Rosa, Ricardo Font Ezcurra, José Luis Busaniche, la prolífica familia de los Muñoz Azpiri, Raúl Scalabrini Ortiz, Leonardo Castellani SJ, Guillermo Furlong SJ, Fermín Chávez, Julio C. González, Salvador Ferla, Roberto Marfany y el gran Manuel Ugarte en sus últimas obras.

Un revisionismo de izquierda marxista, con diversos grados de profundidad y compromiso con esa ideología la encontramos en Rodolfo Puiggrós, el colorado Jorge Abelardo Ramos y Juan José Hernández Arregui -con sus aportaciones pendulea, se aleja del dogma y se acerca a posiciones nacionales-. En la actualidad, el marxista que escribe la historia del peronismo, paradojas históricas, en el marco de relato oficial es Norberto Galasso, entre otros.

La historia oficial la escriben los vencedores en el campo de batalla.

Un aforismo aprendido en la juventud reza con iluminada actualidad; " La historia la escriben los vencedores con la punta de la espada... y con la sangre de los vencidos en el campo de batalla", sintetiza la noción de historia oficial, celosamente defendida por las élites dominantes con tal fervor religioso, que linda en el fanatismo, justifica la censura, e impone a las nuevas generaciones versiones sesgadas, infantiles cuentos de hadas, que con el tiempo cristalizan en mistificaciones maniqueas, las luces del progreso que nos liberan de las tenebrosas del obscurantismo, trayéndonos junto con las luces el progreso indefinido, "la abundancia y la felicidad social un mítico paraíso terrenal donde fluye la miel en bonanza fraterna en el cuerno de la abundancia de México".

Esta ideología es más atractiva cuando no tiene un parámetro de comparación ni mecanismos de verificación que califiquen su cumplimiento; sus voceros más prominentes actúan con la pericia de encantadores de serpientes, la destreza para la seducción del flautista de Hamelin, la erudición de los sofistas modernos travestis de la ideología de moda, chapulines de partidos políticos---cascarones vacíos, meras franquicias para enriquecerse del erario público y las redes de influencia--- , hambrientos de poder, dinero, lujos, fueros y privilegios.

De las sangrientas guerras civiles, a las intervenciones extranjeras del siglo XIX y XX (y del XXI de manera más encubierta), que usurparon territorio, la Revolución Mexicana, los Tratados de Bucareli, el TLC, nos han dejado postrados, divididos, deprimidos, mientras las Rotondas de los Hombres Ilustres abundan, están aún por construirse la de los traidores, cuyas historias y crímenes subyacen como ríos subterráneos en el imaginario popular, documentadas por los historiadores alternativos y revisionistas.

Las luces del progreso se obscurecieron hace varias generaciones y la felicidad terrenal prometida -qué fácil es prometer a sabiendas que no se puede cumplir -en cada sexenio con la esperanza de ser históricamente transformadora, se diluye tarde que tempano, generando más frustración y malhumor social.

Esta especie de lobotomía cultural practicada por la vía del sistema educativo de la primaria al postgrado, es fácil de evaluar después de 170 años de dominio político, cultural y educativo.

No hay juez más verídico e implacable que la historia para exhibir la disonancia entre promesas y realizaciones, los magros frutos educativos que son alarmantes.

En nuestros días, las evaluaciones nacionales y extranjeras del aprendizaje de primaria, secundaria y preparatoria son escandalosamente reprobatorios. La lucha por el poder del gobierno y de los sindicatos, ocupan el centro de la preocupación, pero el aprendizaje significativo de los niños y jóvenes de ambos sexos queda al margen, como daño colateral. En realidad, no les importamos.

No incursiono aquí en los resultados de los EGEL (Examen General para Egreso de Licenciatura) que se aplica a los egresados de la Universidad, que es harina de otro costal, pero harina molida en la misma piedra y los mismos resultados magros.

Lo que sabemos es que los niños no aprenden Historia, no reconocen los símbolos patrios, tampoco dominan los fundamentos de las ciencias básicas y naturales, no dominan las matemáticas ni son capaces de realizar exitosamente funciones intelectuales superiores.

Ya no se justifica acusar a España, a los criollos, a la Iglesia Católica, a los monárquicos, a los conservadores o a los católicos de esta magra cosecha de 100 años de liberalismo, y 25 años de neoliberalismo.

En su última etapa la historia oficial muta en verdad oficial dogmática e incuestionable, preñez que engendra sin dolor la doctrina del pensamiento correcto, que se renueva constantemente y se transforma en la agenda de un Nuevo Orden Mundial hegemónico y unipolar.

Esta ruta ponemos al alcance del lector obras históricas de autores representativos.

Abrevar en las fuentes primarias es fundamental para evitar encontrarnos con intérpretes de documentos, eventos y personaje, que dicen que dijo, cuando es frecuente que el marco de referencia del intérprete saque de contexto lo que verdaderamente dijo o escribió el personaje en estudio, sea para alabarlo o para denigrarlo.

Ya no tiene significado la división de liberales y conservadores, como también han perdido sustancia los partidos políticos del liberalismo plutocrático. El fenómeno es mundial, réquiem anticipado de las ideologías que dominaron el mundo, los dos globalismos hegemónicos: el globalismo wilsoniano, del capitalismo salvaje, el libre comercio y la democracia plutocrática ( gobierno de los usureros y los poderosos de la finanza y del dinero), y su fotográfico negativo , el globalismo leninista, marxismo capitalismo de estado, con sus 66 millones de muertos, los trotskistas-leninistas GULAGS (campos de trabajo forzado y exterminio del comunismo) y ambos globalismos tienen en común la misma raíz economicista-materialista del hombre, de la sociedad y de la historia, basada en el mito del progreso indefinido y en la revolución permanente neoyorquina.

En U.S.A. los partidos Republicanos y Demócratas con sus maquinarias burocráticas han quedado superados por poli movimientos de base de variados signos políticos, sociales y religiosos; en España el PP y el PSOE no inspiran más que desconfianza; en Italia el viejo Partido Comunista vive disfrazado desgastado y desprestigiado; en Argentina son cascarones vacíos la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista y el Partido Justicialista, en México el periodo de 25 años de neoliberalismo desfiguró a los partidos tradicionales PRI, PAN, PRD, PT y otros partidos bonsái, transformándolos en franquicias electorales.

Sus políticas han ampliado la brecha profunda entre un puñado de trillonarios y 60 millones de pobres, la pérdida de la identidad, la violencia, el malhumor social, las patologías mentales inherentes como depresión, las adicciones destructivas del tejido social, la familia, la mente, y las patologías espirituales como la depravación, violaciones, feminicidios, sodomía, pedofilia, y de la soberanía nacional.

El mito de progreso indefinido está en la sala de cuidados intensivos con respiración artificial. Se busca agua en Marte mientras hay cientos de millones de personas en la tierra que carecen de agua potable. Hay algo que no funciona más, se buscan inteligencias extraterrestres cuando parece que no hay inteligencia alguna en quienes gobiernan al mundo, más que su propio poder hegemónico.

Me parece propositivo leer a historiadores etiquetados como liberales, conservadores, heterodoxos o revisionistas. Cada lector interesado en la historia patria podrá verificar, contrastar, confirmar o rechazar hechos e historias orales y escritas que nos han llegado a nuestro entender. Destruir leyendas negras y rosas es tarea necesaria, transitar de la leyenda a los hombres y mujeres reales, de carne y hueso, con sus virtudes incuestionables, pero también con sus defectos.

Por ese motivo identificamos a los historiadores y pensadores más relevantes de México. Obtuvimos sus obras en pdf del dominio público y las pusimos a disposición del lector novato o experto, interesado en la historia de su nación. Esta tarea ardua minuciosa y monumental finalmente da buenos frutos al subirlas a la página web y ponerlas a disposición del lector.

Las diversas rutas críticas que el lector puede encontrar en este sitio.

Ponemos a disposición del lector interesado, obras en pdf en buena parte tomadas de los originales y primeras ediciones, compartidas libremente de bibliotecas digitales nacionales y extranjeras. Estas obras están organizadas como sigue:

Autores representativos del pensamiento liberal y de la historia oficial

  • Vicente Riva Palacios, dirigió la magna obra México a través de los Siglos una fuente de consulta para la historia.
  • Lorenzo de Zavala, primer vicepresidente de la República Texas,
  • José María Luis Mora, intelectual de peso.

Alexander de Humboldt, científico alemán, en su Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España (1821), especialmente la edición de Porrúa con la Introducción Estudio Preliminar de Juan A. Ortega y Medina (12 de octubre de 1963).

Autores representativos de la historia alternativa, conservadores y liberales revisionistas.

Lucas Alaman. Diplomático conservador y hombre de letras.

  • Mariano Cuevas SJ. Una fuente necesaria de consulta crítica.
  • Francisco Bulnes. El polémico liberal que desmitificó la historia.
  • Carlos Pereyra Gómez. Revisionista de la historia de América.
  • José Fuentes Mares. Historiador chihuahuense con visión nacional.
  • Niceto de Zamacois. Conservador de porte.
  • José Vasconcelos Calderón. "El Maestro de las Juventudes de América".
  • Alfonso Reyes Ochoa. El gran literato helenista digno de Nobel de Literatura propuesto por Gabriela Mistral la poetisa chilena.
  • P. Regis Planchet. Historiador católico acucioso, honesto.

Personajes polares cuya vida y obra es necesario analizar y contrastar sus consecuencias.

  • Hernán Cortez. Villano conquistador o el Padre de la Patria.
  • Joel Roberts Poinsett. El enviado especial y embajador que siembra las divisiones internas, los odios entre mexicanos, que perduran hasta nuestros días.
  • Los que se agreguen en el futuro.

                                                Anexo I

    Asclepiadáceas. La Veintiunilla de Guanajuato y Querétaro.  Asclepias curassavica L.

Introducción.Este es el Asclepias más llamativo y común como maleza. Crece sobre todo en lugares húmedos del trópico.

  • Nombres. Otros nombres comunes usados en español

Martínez (1979) menciona los siguientes nombres: hierba María y burladora (Michoacán), cancecillo, chilillo, chontalpa, flor de culebra (Oaxaca), cochinita y cajón de gato (Guanajuato y Querétaro), plato y taza, pedo de culebra (Veracruz), pelo de gato, ponchilhuits, ponchishui (Veracruz y Yucatán), ponchixius (Yucatán), ponchihuiche, quiebra muelas (Tabasco), señorita (Nayarit y Jalisco), sintescochit (Hidalgo), soldaditos (Puebla), veintiunilla (Guanajuato y Querétaro), venenillo y veneno rojo (Guerrero), víbora (Chiapas).

Nombres comunes en idiomas indígenas de México. Martínez (1979) menciona los siguientes nombres: Analk`aak, chak-analk`aak, chak-ulubte`kaak, chak-kansil-xiu, sak-kansel-xiu, pol-k`, polk`uch, pol-k`uts, xpol-k`uchil, xpol-kuts, k`uchil-xiu (lengua maya, Yucatán), chilillo-xiu, cuchillo-xiu (Yucatán), punchihuitz (lengua huasteca, San Luís Potosí).

ANEXO II

La Casa Bemberg en Sudamérica. Dinero, usura, poder. El pulso insaciable de la corrupción.

Dos versiones de los Bemberg y sucesores.

ARGENTINA MONOPOLIO DE LA CASA BEMBERG

Empresarios Notables

Por Jorge di Fiore

Otto Peter Bemberg -- Otto Sebastián Bemberg

La Argentina, como en el resto de los países de industrialización tardía, las grandes empresas y los conglomerados han desempeñado un papel preponderante en su transformación económica. Y si bien en la historia argentina no existe consenso sobre si el predominio de las grandes compañías y los conglomerados resultó una fuerza impulsora o un freno al desarrollo económico en el largo plazo.

Otto Peter Federico Bemberg, había nacido en 1827, en Colonia, Alemania.

Era hijo de Peter Bemberg y de María Theresa Drugg Westhoven. A fines de la década de 1840, ocasionalmente visitó Buenos Aires, donde poco después el inmigrante de origen prusiano se radicaría definitivamente en 1852.

En Buenos Aires, a los 23 años contrae matrimonio con la heredera de una gran fortuna, María Luisa de Ocampo.

Ambos regresaron a Europa donde nació su hija mayor Rosa.

Fue designado Cónsul general en Alemania; también ocupó el cargo de vicecónsul y luego fue Cónsul General en París (1862 y 1880).

Mientras Otto Peter oficiaba como representante consular argentino en Europa, los negocios locales quedaron en manos de su socio Heimendhal, que no solo consiguió mantener el ritmo de expansión de los negocios sino que el volumen de sus operaciones era cada vez más abultado y la empresa continuaba escalando posiciones y ganando prestigio.

Amasaron una pequeña fortuna durante la trágica guerra contra el Paraguay, en la que La compañía de Bemberg fue una de las principales fuentes de financiamiento para el gobierno argentino, posibilitando así la compra de armamento y caballos. Otto Peter se preocupó por buscar inversores para instalar una planta de destilación de alcohol de maíz, y al mismo tiempo se dedicaba a las finanzas.

Designado representante del banco de origen francés, Société Genérale, efectuó operaciones financieras de envergadura con las Provincias Argentinas. Lentamente, Otto Peter Bemberg y Cía. ganó participación en el financiamiento público a expensas de la poderosa banca del exterior.

En 1858, poco después de su regreso al país nació su segundo hijo, Otto Sebastián, al que le siguieron Luisa y Herman.

Otto Sebastián Bemberg, fue enviado a Europa para completar su formación universitaria. Estudió Ingeniería en la Universidad de Lovaina, Bélgica, y se especializó en la fabricación de cerveza en la Universidad Técnica de Múnich, Alemania.

A principios de los '80, Otto Sebastián se casó con Josefina Elortondo Armstrong, con quien tuvo cinco hijos: el primogénito Federico Otto. Dos años después, el 23 de junio de 1887, nació, también en Buenos Aires, Otto Eduardo; Luís Emilio, que nació en 1891; Jorge Mario, en 1893; y María Rosa.

Los Armstrong, inmigrantes escoceses, contaban con una importante fortuna y aportaron capital al desarrollo de las primeras empresas de los Bemberg.

Los Bemberg se radicaron en Europa y en agosto de 1886, dieron los primeros pasos para instalar una destilería de alcohol de grano llamada Franco Argentina, en el sur, más precisamente en el paraje de Hudson. A fines de 1887, la fábrica ya estaba en funcionamiento y ocupaba 200 personas. Esta sería con el tiempo la Maltería Argentina Conchitas.

El éxito fue rotundo. Con socios de gran poder económico a los que les interesaban las oportunidades que brindaba la Argentina -De Bary, Schlieffer, Heimendhal y Armstrong. Los Bemberg fundaron la empresa O. Bemberg y Cía., una importante firma de consignaciones de frutos, que con el tiempo de transformó en una gran compañía de finanzas, importación de tejidos y exportación de productos agropecuarios (lana, charque, cueros, sebos, semillas de lino y granos en general.

El éxito coronó la calculada aventura.

En 1880, Argentina tuvo que padecer hechos revolucionarios y éstos provocaron la renuncia del presidente Juárez Celman, Se produce una cesación de pagos y las quiebras de muchas empresas. Carlos Pellegrini, "el gringo", era el sucesor directo y tuvo que hacerse cargo de conducir al país. El presidente convoco a los banqueros encabezados por Ernesto Tornquist, más el buen manejo de Pellegrini, levantaron las alicaídas arcas y el mercado financiero mundial volvía a confiar en el país.

En 1887, Otto Peter Bemberg adquirió a los sucesores del Dr. Wilde, fallecido en 1885, una chacra de su propiedad de unas cuatro hectáreas de extensión. Luego compra tres hectáreas más, linderas a la del Dr. Wilde.

El 27 de septiembre de 1888, un grupo de inversores, entre los que se encontraba su padre Otto Peter, contactado con el mundo de las finanzas, Ricardo Weadelstadt, J.Stern,J.Halperin y Otto Sebastián Bemberg, fundaron en París ,La Brasserie Argentina, con sede en la Rue Saint Valentín, una sociedad anónima que se inició con un capital de tres millones de francos. Los Bemberg y Weadelstadt eran mayoría y siempre marcharon en perfecto acuerdo, pero a consecuencia de la guerra, las acciones de la familia Weadelstadt, fueron embargadas por el gobierno francés y vendidas en subasta en 1819. Éstas fueron compradas por la firma Bemberg a 800 fcos.por acción y lograron tener el control absoluto de la sociedad. En 1932 las mismas se cotizaban en París a 4600 fcos.

Las gestiones en la Provincia de Buenos Aires avanzaban gracias a la buena disposición del "intendente" de Quilmes, Eduardo Casares, primo de su esposa la señora de Ocampo, quién planeaba la instalación de un polo industrial. El 28 de octubre de 1886, la firma tomó posesión del predio adjudicado; un gran terreno rodeado de quintas de frutales y chacras, y alguna que otra residencia veraniega o de fin de semana.

La zona se fue urbanizando y la fábrica quedó rodeada por las nuevas construcciones de la localidad sureña.

En este contexto hizo su aparición en sociedad, la Cervecería de Quilmes.

El edificio era una torre de siete pisos, su inmensa chimenea podía distinguirse en días claros desde Colonia de Sacramento, en Uruguay.

La fábrica con sus vastos edificios era un verdadero monumento al trabajo pues había que ver aquello para cerciorarse que era algo colosal. Se parecía a una ciudad con sus calles abiertas, su tráfico de coches eléctricos que iban y volvían cargados de botellas y barriles; En 1910 la fábrica ocupaba una superficie de 19 manzanas, 8 de las cuales estaban edificadas.

En la segunda manzana se levantaba el edificio de elaboración, con sus materiales, sala de máquinas, tachos, refrigeradores y depósitos de cerveza, y del otro lado de los rieles, la casa de calderas, herrería y tonelería. Éstas últimas con todos los aparatos necesarios para lavar y resinar los barriles.

En la tercera manzana hay varios galpones grandes, uno para embotellar, pasteurizar, y encajonar la cerveza destinada a provincias, otro convertido en depósito de botellas cajones y diversos usos y otro especialmente dedicado al almacenaje de los barriles de transporte.

La cuarta manzana estaba ocupada por la casa habitación del director técnico, los departamentos para capataces, maquinistas y la casa de peones. El resto de terreno que quedaba libre estaba dividido en jardines para esparcimiento de las familias de los capataces.

Las habitaciones para capataces y maquinistas casados eran cómodas y espaciosas. Cada departamento constaba de dos o tres piezas, con su cocina, cuarto de baño, etc. El lavadero era un espacio común para todos.

La primera marca de la cerveza fue Quilmes, nombre que redimía a la población indígena que habitó en esa localidad en el siglo XVII.

El primer maestro cervecero se llamó Helmuth Roempler, el puso en marcha la fábrica y pudo tomar el primer chop, dirigiéndola hasta 1905.

El personal era contratado en forma estacional. En verano trabajaban alrededor de 200 operarios y en invierno la cantidad de 'estables' se reducía a 70. Se producían en total mil hectolitros diarios de cerveza.

Las cercanías de las vías férreas permitían no sólo el enlace con la destilería de Hudson, luego trasformada en la Primera Maltería Argentina, sinó que facilitó una obra adicional para desviar vagones hacia el interior de la Cervecería que proporcionaba el traslado de la carga y descarga.

La Cervecería Quilmes, obviamente no fue la primera, sí la más grande a través del tiempo.

Existieron en la Argentina a comienzos del siglo XIX más de una docena de establecimientos en la primera mitad del siglo, con una producción estimada del 15 % del consumo. El resto provenía de la importación. Mientras que, en la segunda mitad, se instalaron en todo el país 205 establecimientos con un promedio de personal ocupado de 12 operarios. El 15 de febrero de 1860, aparece en escena un visionario que ya había pasado por Buenos Aires y Chile. Se llamaba Emilio Bieckert que de un solo operario que disponía, en solo ocho años ya se encontraba instalado con una gran usina en el barrio del Retiro, dando trabajo a 600 operarios. Bieckert fue el pionero de la industria cervecera Argentina.

Las pequeñas fábricas de la ciudad solo pudieron mantenerse a flote hasta los años 1870 a 1895, en virtud de un mayor consumo y una importación en decadencia. Luego comenzaron los cierres y las quiebras. En la Provincia de Buenos Aires y en el interior del país, algunas sobrevivieron de 5 a 10 años más, por motivos de distancia y fletes. La crisis de 1890, nuevos impuestos y la aparición de la cervecería Quilmes, que, sobre la base de una tecnología moderna y dinámica, colaboró para la desaparición de las más chicas.

La empresa comenzó a beneficiarse de la economía de escala y la adopción nuevas tecnologías de producción en masa ofrecía. Durante las siguientes décadas, el fuerte crecimiento del consumo nacional, la concentración de la demanda en los distritos urbanos y los altos costos del transporte refrigerado de cerveza condujeron a sus propietarios a una estrategia consistente en la progresiva integración horizontal. Éste camino era alentado también por la disponibilidad de la tecnología de producción y sus bajos costos relativos, que permitían el surgimiento de pequeñas plantas orientadas a satisfacer la demanda de mercados regionales.

En 1901, el grupo inversor paso a llamarse Brasserie Argentine Quilmes.

En 1908, Otto Sebastián puso en funcionamiento una línea de tranvías de carga y pasajeros que hacía el trayecto Quilmes - Barracas (20 Km. aproximadamente), con lo que benefició a miles de obreros que no trabajaban precisamente en su fábrica e instaló un sistema de aguas corrientes en la propia ciudad de Quilmes, que aún sigue en funcionamiento.

Con el crecimiento de su empresa se ampliaron las plazas de trabajo no solo en la ciudad, sino también en el campo y es así que en 1911 importa semillas de cebada provenientes de Europa y experimenta las técnicas de su cultivo logrando producir una cebada de excelente calidad para abastecer a la cervecera que ya no dependería de las importaciones, sino que, por el contrario, sus excedentes de producción eran exportados.

En el interior del país, ya estaban instaladas fábricas más chicas pero importantes como la Cervecería Schlau, (1893) en Rosario y la Cervecera San Carlos (1884) en Santa Fe. Nota: Esta Cervecería estuvo controlada en 1913 por Bieckert, bajo el nombre de The San Carlos Brewery Co.

El incremento de la producción fue sin precedentes, acentuó y acompañó el consumo, fundamentalmente por el aumento demográfico. Por lo tanto, entre los últimos años del siglo XIX y principios del XX, la importación de cerveza cayó un 95 %.

En 1870, la producción nacional era en términos reales, pobre, amén de que la cerveza no era una bebida que tuviera mucha aceptación entre la población. Las bebidas preferidas de los argentinos eran la ginebra, caña, aguardiente o la sangría, y la poca cerveza que se consumía era de procedencia escocesa, británica o alemana. Veinte años pasaron para que la situación industria/consumo fuera totalmente diferente, habiéndose convertido la industria cervecera en una de las más vigorosas.

Cambia la tecnología y los medios de producción permiten la elaboración a gran escala, con la consiguiente baja de los costos operativos.

Con el gran resurgimiento de la industria cervecera nacional, en los primeros años del nuevo siglo es cuando se origina la evolución y la concentración de las medianas empresas que se habían instalado, como la cervecera Río Segundo (1907) de Córdoba, que era la sucursal mayor de la fábrica fundada por el inglés Guillermo Colson en (1884)en el paraje Río Segundo, la Cervecería del Norte (1913) en Tucumán, la Cervecería y Maltería Andes (1921) de Mendoza y la Cervecería San Juan, en la provincia homónima. En la ciudad bonaerense de Azul, los hermanos Piazza (1894 a 1953). En la ciudad de Buenos Aires, la Cervecería Palermo (1897), que fuera fundada por Ernesto Tornquist.

La buena propaganda escrita fue fundamental para dar origen a la marca Quilmes.

Evidentemente, esto produjo un recambió en la fisonomía de la explotación, el desarrollo laboral y en su rendimiento en general.

Dado el inmediato éxito que tuvo la cervecera de Otto Bemberg y con un sustancial aumento del mercado consumidor de ésta bebida reservada originariamente a una minoría, comenzó su expansión adquiriendo instalaciones menores como las cervecería Schlau, de Rosario (Provincia de Santa Fe) en 1907, cervecería Palermo en 1912 y a partir de 1915, se construyen las cervecerías del Norte en la provincia de Tucumán, cervecería Los Andes, en la provincia de Mendoza y se modernizan las dos plantas anteriormente adquiridas.

En el año 1920 Bemberg compra al gobierno francés alrededor del 25% de las acciones de la Brasserie Argentine Quilmes, que se les habían incautado a los accionistas alemanes con motivo de la Primera Guerra Mundial.

Para 1922, la cervecería adopta definitivamente el nombre de Cervecería Argentina Quilmes. Y en 1924 pasa a ser sociedad anónima.

Festejando los 25 años de la fundación, mandan a fabricar a Inglaterra a la prestigiosa fábrica de botellas de cerámica de gres Bourne y Denby, miles de porrones de un litro con la inscripción Cervecería Argentina Quilmes Soc. Anónima-marca registrada-

Carlos Sepp, fue una pieza importante dentro del grupo. Era la mano derecha y administrador de Otto Bemberg y Cia. Estuvo consagrado a la empresa 38 años. Sepp fue el manager en la mayoría de las operaciones financieras. Era el personaje visible y comodín en todas las gestiones y habilidosas combinaciones que la empresa atesoro por sus extraordinarios rendimientos. Fue gestor, inspirador, animador empeñoso y hábil organizador. Cuando se separó de los Bemberg pudo llevarse un porcentaje de acciones muy importante de todas las empresas que intervino.

En 1888, Otto Sebastián Bemberg, fue designado representante de Banco Francés Société Générale, operando empréstitos con algunas provincias argentinas por montos de gran envergadura en libras esterlinas. Era la competencia local de la Baring Brothers.

(Baring Brothers de Londres, inicia con Bernardino Rivadavia en 1824 la historia de los empréstitos para realizar fantásticas obras públicas que nunca se emprendieron. El liberal Rivadavia inicia la "deuda eterna". El fraude fue colosal pues de un millón de libras esterlinas, solo recibieron 560 mil. Ahí comienza la historia deuda externa (eterna) que aun agobia a tantos países de Hispanoamérica, como política de sujeción a las grandes metrópolis anglosajonas)

La actividad de la familia Bemberg presentaba a sus miembros en múltiples facetas. Otto Sebastián, además de movilizador social de la familia, fue un impulsor de numerosos proyectos.

Empresario múltiple, abarcó actividades agropecuarias como presidente de Estancias Santa Rosa, así como comerciales y financieras; presidió la firma Crédito Industrial y Comercial Argentino. Integró los directorios de la Compañía Argentina de Inmuebles y la Caja de Crédito Hipotecario. Fundó varias empresas en el país, entre ellas en 1925 la compañía de levaduras Calsa, fábricas de hielo y gas carbónico en diversos puntos del país, y Puerto Bemberg, Misiones, un gran establecimiento para la explotación de la yerba mate.

En ese lugar construyeron un pueblo con casas, iglesia, escuela, hospital, similar al barrio cervecero de Quilmes. Empresas en las que intervinieron

En 1909, sobre la base de su creador la firma Fernando Perés y Cía., se funda una empresa textil que en 1924 se transformaría en la Manufactura Algodonera Argentina. A fines de la década del treinta Fernando Pérez que poseía el 75 % de las acciones, le vende a una controlada del grupo Bemberg, el 55 %. Estos se convertirían en el principal accionista, quedando los fundadores, La Fabril Financiera, los señores Mur, Fernando Pérez y Manuel Fontecha Morales como socios minoritarios.

Los problemas políticos judiciales que afrontaría en el futuro el Grupo Bemberg, se verían obligados a ceder la totalidad del paquete accionario a la Cia.Fabril Financiera. Esta era una condición que ponía la intervención judicial para devolverles la Personería Jurídica

La más importante de éstas empresas era Estancias Santa Rosa. Se trataba de una explotación que combinaba la cría y el engorde de novillos con la producción de cereales. La empresa se dedicaba a la industrialización de la leche y la producción de quesos de marcada reputación en el mercado interno, contando con cuatro fábricas.

Como era la norma en el grupo, Estancias Santa Rosaera propietaria de sólo una parte de las tierras dedicadas a la ganadería. El resto, un 75 % de las 82.500 hectáreas en explotación, eran arrendadas a los miembros de la familia y otras empresas del grupo.

En 1895 el grupo familiar y societario tuvo que soportar el fallecimiento de su patriarca Otto Peter Bemberg. Tenía 68 años y padecía de insuficiencia pulmonar desde su juventud.

En la planta de Quilmes, elaboraba y envasaba cerveza dando ocupación a 750 trabajadores. A esa actividad se le sumaba la producción de gas carbónico, barras de hielo y diversos concentrados destinados a la producción de cerveza y bebidas sin alcohol.

Adicionalmente, la empresa tenía una fábrica de levaduras con una capacidad de 3.000 toneladas que por medio de un acuerdo vendía a CALSA, y una planta para la fabricación de tapas "corona", que utilizaba para su línea de cervezas pero también vendía a otras empresas del grupo y demás fábricas privadas.

La distribución de la producción se realizaba a través de una flota de 300 camiones y por medio del ferrocarril, que transportaba la producción desde Quilmes hasta la Capital Federal por medio la Cía. de Tranvías de Buenos yQuilmes. En el Gran Buenos Aires y en el Interior, la distribución la realizaba mediante 1.200 concesionarios. A ellos se sumaban las sucursales establecidas en La Plata, Bahía Blanca, Rosario, Santa Fe, Paraná y Córdoba, donde se contaba con fábricas de hielo, soda y bebidas sin alcohol.

En el boletín de la Unión Industrial Argentina de noviembre de 1908, aparece un informe sobre la situación y producción actual de las Cervecerías Argentinas. Señala la diez primeras, midiéndolas en hectolitros.

  • Quilmes 400.000
  • Bieckert 140.000
  • Palermo 80.000
  • Río Segundo 50.000
  • Buenos Aires 35000
  • San Carlos 30000
  • Schlau 12000
  • Germania 12000
  • San Martín 6000
  • Piazza 2000

Es evidente que los dos grandes producían más del 50% que el resto.

El grupo económico comienza con la adquisición de empresas del mismo rubro. Es el principio del monopolio. Crean su propia maltería en 1917 para no depender de la cebada importada. Su nombre: Primera Maltería Argentina Conchita, ubicada en el pueblo de Hudson, FCS, a pocos kilómetros de Quilmes. Ya era evidente la verticalización industrial.

Para 1932, la revista mensual "La industria cervecera" en su Nº 17 de junio de 1932 da a conocer la nómina de algunas de las diversas entidades que integraban el grupo Bemberg.

  • 1887 Destilería Franco Argentina
  • 1889 La Brasserie Argentine - con sede en Rue Saint Florentín, París
  • 1901 Brasserie Argentine Quilmes.
  • 1919 Maltería Argentina Conchitas.ex Destilerías Franco Argentina
  • 1897 S.A. Cervecería Palermo-Adquirida en 1912-Ceso 6/1977
  • 1899 Cervecería Germania-Adquirida y cerrada cerca 1913-Fca. Hielo
  • 1906 Cervecería Buenos Aires-Adquirida en 1922
  • 1872 S.A. Cervecería Schlau-Adquirida en 1907
  • 1912 S.A. Cervecería Santa Fe-Adquirida en 1931
  • 1894 S.A. Cervecería Córdoba-Adquirida en 1931
  • 1894 Cervecería Río Segundo SA-Adquirida en 1914-Ceso 1/1974
  • 1915 S.A. Maltería y Cervecería de los Andes
  • 1913 S.A. Cervecería del Norte-Ceso 4/1981
  • 1909 S.A. Cervecería San Juan Ltda.- Ceso 6/1976
  • 1934 Cervecería y Maltería Bella Vista-Adquirida en 1939-Ceso 12/1977
  • 1889 Cervecería San Martín SA-Adquirida en 1912, para desmantelarla
  • 1947 Maltería Rosario- Ceso 12/ 1980
  • 1950 Cervecería Argentina Mercedes SA-Ceso 9/1974

Las fábricas de cervezas arriba mencionadas, la mayoría habían tenido otros nombres y otros dueños, habiéndose fundado muchos años antes.

Ver la Pág. www.botellasdecerveza.com.ar-menú Magazine.


Otras Empresas

  • 1905 S.A. Bilz.Fábrica de Bebidas sin alcohol.
  • S.A. Kandy, Naranja Crush
  • 1905 Cia. de Tranvías de Quilmes a Buenos Aires, funcionaba como transporte de cerveza Quilmes a Buenos Aires.
  • 1920 Crédito Comercial e Industrial Argentina SA
  • 1920 CALSA-Cia. Argentina de Levaduras SA
  • 1920 Coroplas-Fábrica de tapas corona para todas las empresas.
  • 1922 Cia. Argentina de Inmuebles SA
  • 1925 Sociedad Auxiliar Fabril Agrícola Comercial SA.-SAFAC-
  • 1930 Cia. Argentina de Obras Sanitarias del Municipio de Quilmes y Extensiones
  • Cia. de Tierras "Rosario Norte" SA
  • Cia.de Tierras de Mendoza SA
  • 1913 Caja de Crédito Hipotecario SA
  • Banco Argentino de Finanzas y Mandatos
  • 1919 Estancias Santa Rosa Ltda.SA-Industria Láctea.
  • Sociedad Tubos y Aglomerados de Cemento SA
  • 1925 Manufactura Algodonera Argentina SA-Accionista principal
  • 1920 Cía. Industrial Sud Americana SA -Calsa- Fábrica de hielo- fábrica de galletitas y levaduras.
  • 1940 Vivina SA.Cia.Financiera, Mercantil e Industrial.
  • 1940 Fábrica Uruguaya de Alpargatas-Accionistas

La agilidad empresarial más el poder capitalista hicieron que de los sesenta y cinco establecimientos cerveceros existentes en 1895 solo quedaran dieciocho para el año 1948.

Fueron años de expansión y crecimiento para el país y para sus empresas. A la continua modernización tecnológica de las instalaciones de la Compañía y al desarrollo de las materias primas nacionales se le agregó una novedosa campaña publicitaria que convocó a los profesionales y agencias más importantes del momento.

Para 1925, la Cervecería Argentina Quilmes había inaugurado 9 sucursales en Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.

Para la década de los años veinte Sebastián Bemberg colabora con el gobierno argentino en la fundación de la Casa Argentina en París.

En 1930, la fábrica de Quilmes era considerada una verdadera ciudad industrial que contaba con sesenta y seis casas para sus empleados,

cifra ésta que progresivamente para el año 1946 había superado las ciento noventa casas.

El aporte de la Compañía a la vida cotidiana de la comunidad fue constante y sostenido: colaboró con la creación de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Quilmes (1911), la construcción del hospital local (1919) , la puesta en marcha de los servicios sanitarios y del sistema de agua corriente (1931). La Empresa fue también pionera en mejorar la calidad de vida de sus empleados y la de sus familias.

En 1921 fundó la Asociación Deportiva Cervecería y Maltería Quilmes, para fomentar la actividad deportiva y recreativa de su personal.

Era un amplio parque deportivo de alrededor de 87 mil metros2, con canchas de futbol, bochas, pileta de natación, canchas de básquet y pelota a paleta.

Desde 1927 todos los empleados contaron, dentro de la fábrica, con un cuerpo especial de enfermeros, sendos consultorios pediátrico y odontológico, y un consultorio externo gratuito para el personal.

A cincuenta años de su creación, Cervecería Argentina Quilmes S.A. se encontraba en un punto clave de su desarrollo, con un establecimiento fabril y la Villa Argentina, el barrio construído para los obreros y directivos, ocupando 50 hectáreas. Por ese entonces, la Compañía se situaba ya en un lugar de privilegio dentro de la industria cerveza mundial.

El 2 de mayo de 1932, Otto Sebastián Bemberg, fallece en Montecarlo, y al poco tiempo muere su esposa.

El matrimonio había vivido gran parte del año en San Isidro, en la casa que habían levantado los Elortondo en 1867. Era una construcción de una planta organizada alrededor del patio central y con la galería mirando al río con todas las remembranzas de la casa criolla-colonial. En 1938 los herederos Bemberg-Elortondo donaron ésta propiedad al arzobispado para la formación de sacerdotes. La casa pasó a funcionar como pre-seminario a cargo de la congregación de la Virgen Niña. El monumental y exquisito edificio, aún funciona como tal, en la angosta y exclusiva calle llamada hoy Elortondo.

La Cervecería Argentina Quilmes sostuvo su compromiso constante con la comunidad: en 1941 se inauguraron las instalaciones de la Escuela Nº 30 "Manuel Belgrano", ubicada en la Villa Argentina, en que la empresa provee hasta hoy de un sistema de becas. En diciembre de 1944, los directivos de la compañía y las autoridades del momento inauguraron el Pabellón de Maternidad en el Hospital de Quilmes, que llevó el nombre de quién había sido benefactor histórico de esa entidad: Otto Sebastián Bemberg, nombre que mantiene hasta la actualidad. Estas prácticas pioneras culminaron con la creación, en 1947, del policlínico de la cervecería.

La Villa Argentina, era una chacra que había sido adquirida a un señor de apellido Rosignol. Constaba de 10 hectáreas y fue destinada a la construcción de viviendas para los trabajadores y sus familias. Los habitantes posteriormente formaron un club deportivo y recreativo. Ésta villa, en el gobierno del general Perón, al expropiarse la fábrica, la rebautizaron con el nombre de "Eva Perón".

Aunque todo parecía indicar lo contrario, la empresa enfrentaría años complicados.

Durante las siguientes dos décadas, los Bemberg sufrirán persecución políticas y judiciales, apoyado en una demanda impositiva, vinculada a la forma de la organización del holding.

Desde 1937 la familia arrastraba una demanda estatal por cobro de impuestos sucesorios. El conflicto que terminaría con la liquidación del grupo Bemberg se inició en febrero de 1937 cuando un ciudadano denunció ante la justicia civil a los herederos de Otto S. Bemberg y Josefina Elortondo por la ocultación de bienes y la evasión del impuesto a la transmisión gratuita de bienes establecido por la ley 11.287/23

El juicio no había tenido avances hasta que un interventor nombrado por el régimen de ese momento, impuesto en 1943, dispuso una investigación. En junio de 1944, las oficinas centrales de Cangallo 667 fueron allanadas sin orden judicial.

Si bien Otto Sebastián y su esposa habían fallecido a principios de esa década, sus cinco hijos Luis Emilio, Federico, Eduardo, Jorge y María Luisa, fallecida en 1921, no habían iniciado la sucesión.

Los representantes de los Bemberg depositaron 9 millones de pesos en concepto de pago del impuesto, sobre una sucesión que ahora se reconocía cercana a los 91 millones. De todas formas, los Bemberg cuestionaron el decreto debido a que no era aclaratorio sino ampliatorio de la ley 11.287/23, por lo que no podía ser aplicado con retroactividad. Obviamente la defensa asesorada por sus letrados, publicaron una solicitada en que declaraban:

"En efecto todos los bienes que pertenecieran a nuestros padres, acciones y dineros fueron denunciados oportunamente en el juicio sucesorio. No ha habido ocultación alguna y mucho menos ocultación dolosa. Hemos sostenido sí, y lo seguimos sosteniendo que la transmisión de acciones no está sujeta al pago de impuestos como así también que no es posible que las transferencias que nuestros padres nos hicieron en 1930 sean gravadas por leyes nacionales y provinciales dictadas en 1942 y 1943. Para fundar la injusta acusación del funcionario aludido sería menester admitir que defenderse del despojo dentro de la ley es un acto doloso y culpable. La deformación de la verdad por defecto de información, por exceso de celo o por cualquier otra causa nos obliga a ésta explicación pública que hubiéramos deseado evitar, pero como por encima de esta convicción debemos colocar nuestro patrimonio moral que no admite demora, esto es lo que hacemos en este caso frente a lo que consideramos un agravio para nuestra conducta inobjetable y limpia, por parte de quienes deben dar por el carácter público de las funciones de que están investidos, ejemplo de serenidad y moderación en lo juicios." Firmado Otto E. Bemberg, 13 de mayo de 1947.

Perón desplegó las fuerzas del Estado contra el grupo empresario. La nacionalización de las empresas constituyó también una respuesta simbólica a la década de 1930, que era recordada como un tiempo de humillaciones y frustraciones para el movimiento obrero.

El caso Bemberg ha sido presentado como expresión del poder concentrado por Perón o bien como una venganza personal de su esposa Evita.

En realidad, el affaire Bemberg se inició en 1937 cuando una denuncia ante los tribunales de justicia condujo al gobierno nacional a iniciar un reclamo por la evasión del impuesto a la transferencia gratuita de bienes mediante la constitución de sociedades anónimas con residencia en el extranjero (tal vez una de las formas más utilizadas por los holdings existentes en la Argentina).

En vista de la elevada escasez de malta existente en el mercado interno, el Grupo Bemberg decidió la construcción de una planta manejada por su vinculada, Sociedad Auxiliar Fabril Agrícola Comercial llamada Maltería Argentina de 1953 a 1978, cambiando de nombre en 1978 por Maltería Rosario.

La ofensiva de Perón contra el Grupo Bemberg fue excepcional, especialmente porque éste se había convertido en un símbolo de la influencia política del poder económico antes del advenimiento de la Nueva Argentina.

Luego de la sanción de la ley 14.122 de 1952, que dispuso la liquidación del Grupo Bemberg, el estado adquirió las empresas a precios viles. La nacionalización permitió al peronismo poner en marcha algunos de los objetivos más ambiciosos en el orden de la participación obrera.

A fines de 1952 se produce la confiscación de las empresas Bemberg. Este proceso fue el conflicto más importante llevado adelante contra un conglomerado empresario en la Argentina.

Tal es el caso, la Cervecería Córdoba, que había sido privada de su personería jurídica en 1948, y que fue vendida tres años más tarde a una nueva sociedad compuesta por un grupo de industriales y comerciantes de la provincia conocido como el grupo Meyer. Sin embargo, en septiembre de 1954, el gobierno de Córdoba retiró la personería a la nueva sociedad y dispuso su liquidación.

El 4 de febrero de 1955, se elevó el proyecto de bases y condiciones para la venta de las empresas al gremio cervecero. Por medio de éste, el gremio debía constituir una sociedad anónima denominada Fábricas Obreras Cerveceras Argentinas Sociedad

Anónima (FOCASA) que adquiriría trece empresas cerveceras y actividades conexas manteniendo el nombre original, pero agregando EN (Empresa Nacional) Fábricas Obreras Cerveceras Argentinas SA.

Luego del golpe militar del 17 de octubre de 1955, el gobierno de Aramburu anuló éstos contratos, pero contrariamente a lo esperado por la familia Bemberg, no ordenó la devolución de los bienes. Ello ponía en evidencia que aún para los antiperonistas, la imagen que se tenía del papel del Grupo Bemberg y de su influencia económica estaba cubierta de sospechas.

Por ello, el régimen militar recomendó el camino de la vía judicial al que consideraba liberado de cualquier influencia política luego del reemplazo de los miembros de la Corte Suprema peronista y la purga realizada sobre los tribunales federales.

Por fin, a partir de mayo de 1957, comenzaron a producirse las primeras sentencias de la justicia, que, con pocas excepciones, beneficiaron a los accionistas y a la familia Bemberg.

En total, 18 fallos anularon la inclusión de varias empresas en la ley 14.122 o bien declararon a esa ley inconstitucional

Sin embargo, para principios de 1958, el pleito no estaba resuelto.

La elección de Arturo Frondizi como presidente reabrió las expectativas sobre la actitud que tomaría el nuevo gobierno. Esta incertidumbre se acentuó tras la asunción de Frondizi como consecuencia de la renuncia de los cinco miembros de la Corte Suprema de Justicia, tres de las cuales fueron conflictivas. Sin embargo, no evitó que surgieran discusiones en el seno del gobierno. Por un lado, Rogelio Frigerio y el subsecretario de Justicia, Ismael Bruno Quijano, se presentaron como los más activos partidarios de la devolución de las empresas, aunque bajo la promesa de que los Bemberg no demandarían al estado por daños y perjuicios.

La medida, que tendría lugar poco después de un nuevo recambio en la Suprema Corte de Justicia (el tercero desde 1947), tenía como meta resolver los conflictos que las nacionalizaciones peronistas habían generado a fin de crear las condiciones necesarias para alentar el ingreso de capital extranjero.

El regreso de la empresa a sus legítimos dueños se fue recuperando paulatinamente hasta tener el lugar y el liderazgo que habían obtenido desde 1890.


Fuentes consultadas:

  • Revista de la Industria Cervecera Argentina-Nº 17- año 1932-Pág.21
  • Unión Industrial Argentina-Año 1908
  • Fundación Argentina en París, Otto Sebastián Bemberg
  • Diario La Opinión popular-4-2-10
  • La Nacionalización de las Empresas Bemberg-Claudio Bellini
  • Botellas de Cerveza de Argentina siglo XIX-Jorge di Fiore
  • Les Pioneers de la Industria Nacional-Manuel Chueco.
  • Foto:Diario Perfil.
  • Historia de la Industria Argentina-Adolfo Dorfman
  • Casa Argentina en París.org
  • Guía Industrial 1895
  • Prof. Chalo Agnelli
  • EL PAIS

         Los Bemberg según Perón.
           
Por Juan D. Perón

La familia Bemberg en la Argentina es algo así como un inmenso pulpo venenoso que todo lo va emponzoñando y ocupando. La corrupción de funcionarios públicos fue su especialidad. La "coima" (mordida) es una institución bembergiana. Penetró el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. No hubo rincón de la Administración Pública donde Bemberg no llegara con su corrupción.Mediante este procedimiento delictuoso llegó a amasar una gran fortuna; como Al Capone, se dedicó a la cerveza y constituyó el más extraordinario monopolio, para estar también fuera de la ley en este aspecto. Sus abogados fueron también famosos como lo son en el foro los que se dedican a esta clase tan torcida del derecho. Bemberg fue tomando todas las cervecerías del país después de arruinar a sus legítimos dueños por la competencia desleal. Tomó todas las fábricas de levadura y monopolizó las malterías. Era desde ese momento el "Rey de la Cerveza"; como tal, había terminado con todos.Obtenido esto, se dedicó a la yerba mate y tal vez habría creado otro inmenso monopolio si las cosas no hubieran cambiado con la muerte de "Don Otto". A la muerte de este señor sus herederos iniciaron juicio sucesorio, de esto hace casi veinte años y con gran sorpresa para el fisco, su fortuna se reducía sólo a seiscientos mil pesos. Terminado el juicio, frente a tan insólita y absurda simulación, el Consejo Nacional de Educación denunció la evasión de impuestos y el asunto pasa a la justicia federal. Allí el juicio durmió el sueño de las cosas olvidadas durante quince años, en los que los herederos Bemberg han de haber movido algunas "influencias" para que "no se hablara más del asunto". "Hijos de tigre, tenían que salir overos".En 1946, cuando recibí el gobierno y no tenía ni noticias del "caso Bemberg", un señor José Luis Torres inició una campaña en los diarios y por folletos, sobre esta defraudación al fisco. En ese entonces se había creado el Ministerio de Educación, en reemplazo del antiguo Consejo Nacional de Educación, que era quien percibía los impuestos a la herencia y las herencias vacantes. Pedí al ministro que estudiara el asunto y cumpliera la ley. Desde entonces el juicio marchó. Sería largo historiar todo lo que se comprobó en ese juicio que, por otra parte, ha sido publicado en extenso. Las demandas eran de dos caracteres: una por defraudación al fisco y otra por monopolio. Eran tan abrumadoras las pruebas que ambos juicios, aunque largos y laboriosos, terminaron condenando a la sucesión Bemberg y ordenando la liquidación de sus bienes en rebeldía porque todos los Bemberg habían desaparecido del país.Se comenzó la liquidación, pero mientras se estaba en ello, se comprobó que algunos testaferros actuaban para adquirir para Bemberg lo que el mismo Bemberg vendía. Esta superchería hizo que el Congreso tomara cartas en el asunto y dictara una ley especial sobre cómo debía hacerse la liquidación. Mediante esta ley, dictada en resguardo de la justicia misma, fue posible que el Estado tomara cartas en el asunto y procediera a una real liquidación de los bienes. Mediante ello también fue posible que el Sindicato de Cerveceros y afines de la República Argentina, que agrupa a todos los obreros de Bemberg, pudieran comprar las cervecerías y los establecimientos afines, pagando un precio justo y convirtiéndose en propietarios, mediante el sistema cooperativo. Tenemos más cerveza y es del Pueblo.También en este caso los "libertadores" prometieron devolver a Bemberg, que los "financió", sus bienes, despojando a los obreros que compraron de buena fe, mediante un fallo definitivo de la justicia una ley nacional que dispuso la liquidación. Aunque estos "libertadores" han dado muestras de desconocerlo todo, imagino que entre ellos habrá algunos que tensan algo de juicio y conozcan algo de derecho, aunque generalmente en las dictaduras militares el derecho suele ser la cosa más olvidada, más desconocida y más aborrecida: los dictadores son el derecho. Por eso, Cicerón afirma: "La fuerza es el derecho de las bestias".

N.R. El texto arriba es la mejor radiografía de este grupo plutocrático. ¿Porque se escogió a este texto de Perón? Pues es el que el mejor explica una realidad que aún existe en los monopolios usurocraticos del cono Sur. Monopolios de la soja, de los granos, de las financieras, de las mineras, del vino y la cerveza, de los medios, el entretenimiento y del futbol, de la banca que nunca pierde.

Juan Domingo Perón, Teniente General, oficial de Infantería de Montaña, innovador y estratega, fue presidente electo democráticamente de la República Argentina tres veces. Falleció en el ejercicio del poder en 1974. Es odiado, aborrecido, escarnecido, difamado y despreciado por la oligarquía liberal financiera y agroexportadora, los comunistas y socialistas, los socialdemócratas, los masones, y por algunos nacionalistas católicos de buena fe. Para ellos seguirá siendo el Nerón Perón y el tirano prófugo, per secula seculorum. Es al mismo tiempo, de manera contradictoria, un agente de Israel, como un dictador nazifacistafalanjonipo, según el propagandista de la embajada, diputado Silvano Santander, cadena de transmisión del embajador Spruille Braden y su asesor el español Duran.

Para las mayorías de los trabajadores, para las clases medias y para vastos sectores de intelectuales, Perón significaba el Caudillo, el que llevó la primera Navidad digna a la mesa de millones de trabajadores, el forjador de la Argentina Industrial, el creador de la Industria Aero militar en Córdoba, del tractor Pampa, y del rastrojero, el gestor de una revolución con los sindicatos y sus obras sociales, instituciones que sobreviven al vendaval destructor del liberalismo de Menem y de Macri. El creador de la Tercera Posición, ni yanquis ni marxistas, precursor visionario del mundo multipolar.

En 2019 Perón estará nuevamente presente en las elecciones. Así como una cosa es el Hegel de Hegel, y otra es el Hegel de Marx, de la misma forma, mutatis mutande, una cosa es el Perón Nacional Justicialista de Juan Domingo Perón, que el Perón de Carlos Saul Menem, de Néstor Kirschner, de la Cámpora gramcista o de Cristina Fernández. 

Dirección de Asesores. Sapientia Laboratorio de Ideas 

(@) Permitida su reproducción total o parcial, siempre que se cite la fuente. Ruta Crítica. Historia de México. Dirección de Asesores. Sapientia Laboratorio de Ideas. México. 

Agosto 2018. 


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