¡NO TE ECHES A PERDER… APRENDE!

¡NO TE ECHES A PERDER... APRENDE!

La gente no entiende, no hace caso de la experiencia en cabeza ajena. Ves tanta tragedia a tu alrededor y piensas: "Esto no puede pasarme a mí".

Atesora tus recuerdos y experiencias; lo más confortable para el espíritu es recorrer el carrete de tu vida pasada. El presente es la suma de tus aciertos y errores del pasado. No te arrepientas de lo vivido, saca para bien las enseñanzas del pasado.

Cuando eres joven, toda atenta contra tu salud y tu equilibrio emocional. Te rodean un sinnúmero de tentaciones y hay que saber identificarlas. Huye de los vicios que esclavizan tu cuerpo, tu mente y tu espíritu; huye de las drogas que disuelven tu creatividad, tu inteligencia y te alisan el cerebro.

Un día vi en una exposición del Museo de Cera francés enfocado a la medicina, el cerebro de un alcohólico y de una persona normal en estado adulto. Resulta que el cerebro del alcohólico tenías las circunvoluciones de la masa encefálica casi lisas, no tenía los surcos profundos de los no alcohólicos, que eran claros y notables. Tal parece que el alcohol elimina lo profundo de la hendidura que es donde se encuentran la conectividad de la razón y las ideas.

El adicto a las drogas-alcohol, mariguana, cocaína, metanfetaminas y drogas de diseño, etc., pierde una gran cantidad de neuronas en cada experiencia, el furor, la psicodelia y demás fenómenos que producen las drogas es nada menos que el efecto sensorial que produce la destrucción, a veces masiva, de células a nivel neuronal. Es común que pase con más intensidad las primeras veces y después requieres de dosis más grandes para igualar la experiencia.

En resumen, las drogas te convierten con el tiempo en un animal irracional que sólo busca la intensidad de la experiencia y acaban a temprana edad, hechos un guiñapo, una caricatura, imposible de empatar y adaptarse al medio habitual.

Si logras evadir las drogas durante la adolescencia, tendrás la capacidad de desarrollar tu potencial sin que las esquirlas de las drogas nublen tu entendimiento, y se desarrolle el cerebro en toda su plenitud.

Otra cosa que te da la experiencia es la de recomendar "no perder el tiempo", aunque parezca que tienes todo el tiempo del mundo. El tiempo pasa y "el tiempo perdido hasta los Santos lo lloran". Es bueno relajarte y dedicar un pequeño tiempo a la introspección y la contemplación de lo que te rodea... pero no abuses; eso te conduciría a la holgazanería, que es la "madre de todos los vicios" y ¡luego lo lamentarás!

Hay cosas y hábitos que hay que controlar, en lugar de ver todos los partidos de futbol, ve sólo aquéllos en que se decide al ganador final, y así, en todos los deportes.

La ociosidad también te orilla a hablar de más, de exhibir tus debilidades, ignorancia y preferencias. Acuérdate que en "boca cerrada no entran moscas".

Dedica tu tiempo a aprender. La formación y el conocimiento se aprende en familia, en la escuela, pero sobre todo, es un trabajo de autoaprendizaje. Aprovecha la escuela donde aprenderás técnicas y métodos para el estudio, pero recuerda que el conocimiento no tiene límites y nunca se debe dejar de estudiar y aprender.

Existen muchas personas con títulos que destilan ignorancia y hay "ignorantes" que sudan sabiduría. Estimula tu apetito por averiguar, conocer, indagar, explorar, investigar y saca tus conclusiones. Los entendidos lo definen como el sentido común entendido como recurso lógico básico y universal para analizar y descubrir la verdad.

Con esta herramienta puedes poner tu ojo sobre todas las cosas y simplificar la comprensión del conocimiento.

Otro fruto de la experiencia es, sin duda, la lectura. No leas todo lo que cae a la mano; hazte "selectivo". Averigua quiénes son las cumbres del conocimiento en cualquier rama del saber, ya sea Filosofía, Literatura, Historia, etc., y asesórate por algún conocedor y pídeles que te haga una lista de las más grandes, y poco a poco léelas para adquirir una cultura complementaria universal. De momento te parecerá que no sirve para nada y que pierdes el tiempo, pero el mismo tiempo te dará un bagaje cultural por encima de lo que aprendes en la Preparatoria o en la Universidad.

Investiga con tus mentores cuáles son aquellos libros que no te aparten de lo básico: la fe en Dios y la convicción de que tofo fue hecho por Él, que sus Sapientísimas Manos intervienen en la historia y que Su ley es un yugo suave y ligero, que te dará el criterio para juzgar en tu interior lo bueno y lo malo, y con esto recorrerás tu vida en una carretera segura y asfaltada y no por el peligroso camino empedrado por la ignorancia y la mala fe.

Inicia ya este viaje por la ruta del conocimiento de la verdad, con el afán de ganar en el más allá, el conocimiento total... ¡como Dios lo ve!