OCTUBRE Y EL ROSARIO

OCTUBRE Y EL ROSARIO

Nuestra Señora del Rosario es una advocación de la Virgen María, que se celebra el 7 de octubre por la Iglesia Católica.

Su historia data de hace más de 800 años, cuando a Santo Domingo de Guzmán se le apareció la Virgen en 1208, en una capilla con un rosario en las manos, el cual, le enseñó a rezar para que lo predicara entre los hombres.

Antes, los Padres del Desierto repetían el Ave María, 150 veces dividido en 15 decenas y, un Pater Noster entre cada decena, que era un reflejo de los 150 Salmos de la Escritura. Siglos después, los Frailes Dominicos o Predicadores no estaban sujetos al convento, sino que iban de pueblo en pueblo y en los caminos avanzaban con su evangelización itinerante. Y para mantener el espíritu de oración, repetían constantemente por el camino el Rosario como se los había enseñado la Virgen María, y que suplía al Salterio que recitaban en comunidad.

Esta oración continua, es una oración contemplativa, para sumergirse en la Divinidad, semejante a una recitación, ayudando a mantener la mente y el corazón en el misterio de Dios.

Este espíritu de oración se popularizó entre el pueblo, para combatir a los Cátaros o Albigenses, un movimiento de carácter gnóstico que se propagó por la Europa Occidental a mediados del siglo XI, especialmente en el Languedoc, en Francia, que predicaban la salvación mediante el ascetísmo y el estricto rechazo del mundo material, percibido por ellos como una obra del diablo.

Más adelante, el Islam amenaza a occidente de Europa convocando su Santidad el Papa San Pío V a la cristiandad a rezar el Santo Rosario, al enfrentarse la Santa Alianza contra los turcos en la Batalla de Lepanto. Es la primera vez que se usa el Rosario como un arma para vencer a sus enemigos y salir victoriosos.

Nuestra Señora de las Victorias o la Virgen del Rosario, fue la que ganó la batalla con la ayuda de la cristiandad, que la invocó para vencer en el campo de batalla.

En la actualidad, seguimos la doctrina Mariana de San Luis María Grignion de Montfort, que promovió el culto a la Virgen María en la forma que él llamo la verdadera devoción a la práctica del Rosario, entre las formas más hermosas y efectivas de alabar a la Virgen y pedir su intercesión.

Pero, lo que más ha impactado en la actualidad es la manifestación de la Virgen María en Lourdes y en Fátima, en las que se nos convoca a formar un ejército de católicos iluminados por el rezo del Santo Rosario para la salvación de los pecadores y la conversión de Rusia.

El 13 de octubre de 1942, Pío XII hacía votos por el fin de la guerra y el regreso a Cristo, único y verdadero Pastor de los pueblos.

El 13 de mayo de 1946, el Pontífice llamaba a los hijos de Diosa alistarse bajo la bandera de la Virgen de Fátima en la lucha contra la estrategia infernal y mundial para destruir la fe y la moral cristiana.

En 1950, nace oficialmente la organización que más contribuyó a extender por el mundo el culto de Fátima: El Ejército Azul, que afirmaba tener más de 20 millones de miembros en el mundo.

Los enemigos de la fe no andan tan errados al considerar al Santo Rosario un arma peligrosa para sus fines. Y hoy más que nunca, se necesita de este ejército de la Virgen María, para liberar al mundo de las garras del Globalismo, que se ha impuesto en el orbe y que ésta libra en la tierra de Ucrania, contra una nación cristiana que representa los valores del Occidente cuando era cristiano.

¡Fortalezcamos y unámonos a este ejército!... para que reviva y ayude a vencer a los enemigos de Cristo, de la Civilización Cristiana y a su Iglesia en la Tierra, rezando siempre en familia el Santo Rosario.