¿QUIÉN ES TU MUSA?

¿QUIÉN ES TU MUSA?

Me pregunta la Inspiración ... :

-¿Quién es tu Musa?

-¿Y tú me lo preguntas? ... mi Musa ... ¡eres tú!

Eres la que en la fresca mañana enciende mi interés por la vida, el verso y la armonía ... eres la que en un cálido lenguaje hace volar mi imaginación ... eres mi inspiración y mi Musa. ¿Te veo que dudas ... no te la crees? ... Es que una creatura formada por tu delirio creativo no es real, ¿tú te la crees? ... Claro, lo más preciado de mi ser, lo más elevado de mi alma y mi intelecto, me confirman que tú, mi Musa ... eres real.

­-¡Pero pasaron muchos lustros para que te dieras cuenta! ... Yo te acompaño desde que usaste el afilado lápiz para hacer tus primeros trazos.

-Sentí tu presencia, pero no tu forma, te busqué en el color y las palabras, pero no te encontré ... sólo sentí tu compañía ... de otra forma no existiera la obra que he legado.

Lo sé ¡te he ignorado! Porque no tenías forma, pero ahora estás presente permanentemente en mis faenas. Sé ahora que eras tú, la que insistía en mi ardua tarea durante mi aprendizaje ... la que me daba fortaleza para pasar interminables horas de ejercicios ... eras tú la que me sostenía ante mis fracasos ... Pero la primera vez que me di cuenta de que eras tú ... fue aquel día, en el que el panorama del arte se abrió de par en par -de un día a otro- y comprendí que habías conducido mis manos -llenas de besos que tú me dabas- para convertir en virtuoso todo trazo que yo daba.

Pero he sido ingrato y por grandes periodos te olvidaba; brincaba otra inspiración y otras musas para otras cosas que no se me daban ... y tú seguías cerca de mí ante este olvido, seguías a mi lado sin que me diera cuenta.

Lo reconozco ... me has sido fiel sin compromiso. Y después, harto de buscar y no encontrar lo que anhelaba, te encontraba fiel a mi regreso, esperando como una novia enamorada.

Y heme aquí, a la distancia, frente a frente, una Musa desechada, con el alma rota, viendo pasar el tiempo, pero confiada en el regreso del primer amor que la olvidara.

Estoy de vuelta mi Musa amada, para hacer caso a tus enseñanzas, con el firme deseo de ser un alma también enamorada.

Gracias, Inspiración que has sido el instrumento del regreso de mi amada. Mi Musa eterna, mi fiel compañera en la búsqueda del genio.

¡El numen de mi arrebato, no que me ha abandonado!