¿QUIÉN TE DICE QUE TIENES LA RAZÓN?
¿QUIÉN TE DICE QUE TIENES LA RAZÓN?
Quizás el error más común del hombre es tener conciencia de tener la razón…
Con esta convicción se navega por el mundo sin que el contramaestre o el marinero común te hagan caso. La convicción debe surgir del alma, inspirada en la razón, más que en la sola experiencia.
El negocio más productivo del diablo, es inflar globos … es decir, inflar egos: … ¡que te sientas "hecho a mano" o la "última coca en el desierto"! … Ese sentimiento de que tienes la razón sin tomar en cuenta los argumentos en contra; ésa es una trampa genial urdida por el malo.
Tan lo sabe, que Satanás mismo, fue víctima de su arrogancia y de su orgullo, y siempre es el primer recurso que utiliza.
El veredicto del orgullo … es inapelable … El "yo pienso", "yo digo" y todo el discurso que empiece con el "yo" … está destinado al fracaso … el "yo opaco todo": el consejo, la evidencia, el argumento y el sentido común.
El único yo que vale … es el "yo creo", el del Credo. Para profesar el Credo de mi Fe, no creo en mí, si no creo en Él, el único que puede adherirse el Yo con propiedad …
Cuando preguntó Moisés a Dios … "¿Quién eres?" … Él contestó …. ¡Yo soy, el que soy!... o sea, Yahvé … y ese "Yo soy", es el nombre de Dios. Así que el yo superlativo es compararse con la divinidad, al comprender esta afirmación. Así, se entiende con todas sus consecuencias la promesa del Posthumanismo; … ¡"seréis como Dios" !, que fue el motor de la tentación; por eso nacemos indigentes, por eso vivimos entre el trabajo el sudor las lágrimas y un poquito de chispazo de felicidad.
Todo, por creer que "seremos como Dios". Todos los que se han creído yacen en el sepulcro, los huesos blancos y derruidos por la carcoma.
El ego siempre será carne de sepulcro … ¡la humildad será luz en el cielo!