¡SALVÉMOSLOS DE LOS MONSTRUOS!
¡SALVÉMOSLOS DE LOS MONSTRUOS!
Aunque, por desgracia, el Abuso Sexual Infantil (ASI), quizá exista desde antiguo, nunca como en las últimas décadas se ha acentuado, no sólo porque lo constatamos por las impactantes denuncias que vemos en los medios de comunicación o en la cinematografía, sino por la espantosa degradación de la humanidad al descristianizarse y, sobre todo, por el avance incontenible de Satanás. Éste, que no descansa en pretender imponer su reino, trabaja rápido tratando de perder almas en lo individual como a través de instituciones de cualquier índole (políticas, financieras, religiosas, educativas, artísticas, deportivas, etc.). Su diabólico y vertiginoso proceder ha perdido a muchos hombres y mujeres de cualquier edad o condición que permitieron embrutecerse por el dinero, el poder y/o sexo. Y esos abusadores sexuales, mayoritariamente varones, parecen lobos hambrientos tras sus presas.
El abuso sexual infantil o juvenil, es una espantosa realidad de la cual, los medios de comunicación, apenas nos dicen algo. La valiente denuncia de Verástegui con su película "Sonido de libertad" y las frecuentes noticias sobre esta práctica demoníaca, son apenas la punta del "iceberg", como las recientes noticias sobre el escándalo del rapero afroamericano "Daddy Puffy", acusado de varios delitos sexuales. Usted, amable lector, ¿de veras cree que esos delincuentes sexuales son los únicos que existen y que las autoridades han cumplido plausiblemente con su labor de atrapar a estos pervertidos y de defender a la sociedad?... No, no es así.
Todos los negocios oscuros están coludidos, unos más estrechamente que otros, pero al fin, forman parte de la oscura realidad que subyace en las cloacas del globo terráqueo, cuyas aguas negras bullen cada día, cada minuto, cada segundo, en cada pérfida pulsación sexual de innumerables abusadores… ¡Abramos los ojos! La trata de blancas, la pornografía infantil, la pederastia, el acoso sexual por Internet y mil porquerías más, son negocios que dejan muchísimo dinero, cifras millonarias; y entre más secretismo y oscuridad en el tráfico, más dinero. ¿Y quiénes son los que tienen acceso a cantidades exorbitantes de dinero e influencias?... ¡Simplemente los poderosos! Los que están en la cúspide de estas oscuras pirámides, suelen ser los que nada entre las olas del poder y del dinero, muchas veces luciendo cuello blanco, pero son miembros de mafias internacionales que parecen invisibles e invencibles.
Pero ¿por qué ensañarse con los más vulnerables como los niños, adolescentes, jóvenes o mujeres? ¿Por qué se atreven a divertirse con los pequeños, los más inocentes y frágiles?... Porque son monstruos que ¡lo que tienen de perversos, lo tienen de cobardes! Estos demonios sólo caben en un lugar: en el infierno.
Padres de familia y educadores, ¡cuiden a sus hijos y alumnos de no caer en las garras de estos monstruos homicidas, que matan el alma y/o el cuerpo!... Estos monstruos rondan hogares, escuelas, plazas, calles, cines, Internet, etc. No estamos viendo "moros con tranchete". Hace días, algunas Diócesis de México confirmaron el aumento de niños desaparecidos en nuestras tierras. ¡Recemos y vigilemos!